Si hay un síntoma claro de que el entorno económico ha mejorado ese es el retorno de las operaciones corporativas. Durante la peor fase de la crisis los directores financieros cogieron las riendas e impusieron su ley: austeridad en las inversiones y, sin con eso no bastaba, ventas de activos para reducir la deuda. Esta política de ajuste se mantiene en muchas sociedades, pero es verdad que en los últimos meses empieza a vislumbrarse cierto crecimiento no orgánico en algunos grupos. De hecho, diez compañías cotizadas españolas han cerrado adquisiciones de empresas en el exterior o lanzado ofertas desde el pasado mes de noviembre por valor de más de 19.300 millones de euros.
“Estamos ante un claro cambio de tendenciaâ€, dice Jorge Vasallo, socio director de Arcano Corporate. “Las compañías españolas han pasado un largo periodo gestionando hacia adentro y ahora ya están en disposición de crecerâ€, añade este experto.
La mayor operación por volumen de las realizadas en los últimos meses ha sido la compra de la petrolera canadiense por parte de Repsol. La adquisición está valorada en 6.000 millones de euros, pero si se suma la deuda de Talisman el coste total de la misma ascenderá a cerca de 10.000 millones. Tambiíén en el sector energíético, otra de las grandes adquisiciones pendientes de cerrarse es la de la estadounidense UIL por parte de Iberdrola. La elíéctrica que preside Ignacio Sánchez Galán adquiere UIL mediante efectivo y acciones en una operación valorada en 3.000 millones de dólares (cerca de 2.800 millones de euros). La compañía resultante de la fusión de UIL e Iberdrola USA cotizará en Wall Street y el grupo español controlará un 81,5%. Asimismo, otra gran operación ha sido la compra de la chilena Compañía General de Electricidad por Gas Natural Fenosa por 2.600 millones, en la mayor opa que ha vivido el mercado del país andino.
“Una diferencia con las adquisiciones de los últimos años, que buscaban sobre todo ahorros de costes a travíés de sinergias y economías de escala, es que muchas de las operaciones que estamos viendo tienen una clara vocación de hacer crecer la compañíaâ€, explica Natalia Aguirre, responsable del departamento de análisis de Renta 4. Un ejemplo de esta nueva actitud más al ataque que defensiva es la compra de la división de telecomunicaciones de Abertis del 90% de Wind Galata por 693 millones. Es un movimiento que le lleva a tomar 7.400 torres de móvil en Italia.
Cuando una empresa quiere salir de compras tiene que encontrarse con un entorno propicio para hacerlo. Y en este caso ese viento de cola existe. Los tipos de interíés están en mínimos históricos por las políticas expansivas de los bancos centrales. La ingente liquidez que hay ahora mismo en el mercado permite, además, que la financiación de estas operaciones no se base solo en el críédito bancario. Se abren nuevas ventanas como la emisión de bonos y las ampliaciones de capital.
“Las condiciones de financiación actuales son muy favorables para que sigan haciíéndose adquisicionesâ€, reconoce Ramón Casilda, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles. “La caída de los tipos de interíés está ayudando a que se estíé produciendo una concentración sectorial a nivel mundial. En este sentido, las multinacionales españolas no pueden quedarse atrás y es casi una obligación ganar más tamaño para seguir compitiendo globalmente. Quien no avance está dando un paso atrásâ€, avista Casilda.
Aparte de la diversificación en las fuentes de financiación, otra característica de la nueva hornada de adquisiciones en el exterior es el hecho de que Latinoamíérica pierde peso como destino preferente de las inversiones de las compañías españolas. De las operaciones cerradas o anunciadas en los últimos meses solo dos —la citada compra de Gas Natural en Chile y la toma del control del grupo hotelero colombiano Royal por parte de NH— han tenido como destino Amíérica Latina. Las empresas han optado por otros mercados emergentes como Turquía o India, por economías desarrolladas que crecen a buen ritmo (EE UU, Reino Unido o Canadá) o incluso por países europeos con su actividad estacando como Italia o Portugal.
“Latinoamíérica sigue estando en las agendas de las compañías españolas a pesar de los problemas económicos y políticos que pueda haber en la zonaâ€, según Raúl Julián, socio de Montalbán Atlas Capital. “Sin embargo, es verdad que para operaciones grandes quizás se estíé sacrificando parte del potencial que ofrecen estos países para entrar en mercados más maduros, pero tambiíén más establesâ€, añade Julián.
Uno de los sectores más activos en la búsqueda de oportunidades en el exterior está siendo el bancario. Las grandes entidades siguen priorizando su negocio internacional —BBVA, por ejemplo, se ha reforzado en el capital del turco Garanti—, pero lo que resulta novedoso es el despertar de la banca mediana en este proceso. Caixabank por ejemplo, está inmerso en una opa sobre el 56% del capital que aún no controla del banco portuguíés BPI. Por su parte, el Sabadell ha hecho una propuesta preliminar por el TSB, el sexto banco británico que tiene en Lloyds a su máximo accionista.
“Hay compañías cuyo negocio depende al 100% de España y se han dado cuenta cuando ha llegado la crisis de que tienen que diversificar sus riesgos geográficos. Es cierto que vivimos en un mundo globalizado, pero la experiencia demuestra que no todas las áreas geográficas crecer por igual, y de lo que se trata es de tener una proyección más internacional para que unas divisiones compensen la caída de negocio de las otras cuando lleguen los malos momentosâ€, argumenta Natalia Aguirre.
El apetito por crecer en el exterior mediante adquisiciones no es patrimonio exclusivo de las grandes cotizadas, aquellas incluidas en el Ibex 35. Tambiíén está habiendo operaciones protagonizadas por grupos de mediana y pequeña capitalización. Vidrala, por ejemplo, anunció el pasado mes de enero la compra de Encirc Limited, un fabricante de envases de vidrio para alimentos y bebidas con negocios en Irlanda y Reino Unido en una operación valorada (capital más deuda) en 408 millones. Por otra parte, Tubacex han encadenado dos adquisiciones: la italiana IBF y el fabricante de tubos de acero sin soldadura indio Prakash Steelage.
“No tengo dudas acerca de que seguirán produciíéndose operaciones de este tipo. Hay que aprovechar el momento. La financiación es un motor de estas operaciones. Antes no existía y ahora hay dinero. A este entorno favorable hay que sumar que las compañías españolas están saneadas y listas para crecer y cuentan con grandes directivos experimentados en operaciones de este tipoâ€, destaca Jorge Vasallo. “La internacionalización no es una tendencia nueva, aun que quizás se haya agudizado últimamente porque ha sido la tabla de salvación de muchas empresas españolas durante la crisis. Solo las que han conseguido diversificar sus fuentes de ingresos han conseguido compensar la fuerte contracción de la demanda en el mercado español. No tengo dudas de que es un proceso que va a continuarâ€, concluye Raúl Julián.
David Fernández