La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lanzó ayer su primera iniciativa para la compra colectiva de carburantes, que se suma a las subastas que ya ha realizado en el mercado de la electricidad y la telefonía. Con este objetivo, la OCU ha habilitado una página web (
www.quieropagarmenosgasolina.org) para que los interesados se apunten antes del 12 de mayo, de forma gratuita y sin compromiso.
A diferencia de la subasta elíéctrica, en este caso, la OCU no plantea un precio cerrado, sino un descuento sobre el precio final de las gasolina y el diíésel. Según aseguró ayer en una rueda de prensa la portavoz de esta asociación, Ileana Izverniceanu, “queremos descuentos significativos†y añadió que el mínimo que está dispuesta a aceptar la asociación es de ocho cíéntimos por litro. Además, al no tener que firmar contrato alguno, como ocurrió con la compra de electricidad en que los consumidores debían contratar con la comercializadora (solo entre un 8% y un 10% de los que se apuntaron en la plataforma acabaron contratando), el íéxito por el lado de la demanda está asegurado.
Más complicada podría resultar la oferta. Respecto al interíés de las operadoras por ofrecer descuentos anuales a cambio de vender determinados volúmenes de combustible, la portavoz de la OCU aseguró que están “negociando con los principales proveedores†y que “ha habido muy buena acogidaâ€.
Según la OCU, no se trata de una compra colectiva al uso, pues consistirá en un descuento que, o en cíéntimos por litro o en porcentaje, se aplicará a travíés de una tarjeta nominal. Y no descarta que pueda ser más de una operadora la que gane la subasta. En todo caso, “tiene que ser una compañía con una red amplia de gasolinerasâ€. En una iniciativa similar desarrollada en Portugal, Cepsa se llevó el gato al agua al decidir mejorar la oferta de otra petrolera con la que coincidió para poder ganar en solitario. En ese caso, se inscribieron 400.000 clientes con un descuento de unos siete cíéntimos por litro de carburante.
Diez días despuíés de concluido el plazo de inscripción, la organización dará a conocer el resultado de la subasta. En función del resultado y las condiciones, los interesados, únicamente clientes finales, podrán optar por seguir o retirarse. En el caso de que se establezca una limitación de litros a repartir, la OCU pedirá que este “no coarte al usuario y que se fijen consumos razonablesâ€.
Preguntada sobre la dificultad de que las petroleras acepten el reto en un momento de precios a la baja, Izverniceanu, recalcó que “estas bajadas aún no se han repercutido en el consumidorâ€. Una de las razones que esgrimió para esta iniciativa es que “el consumidor no encuentra diferencias de precios entre las distintas estaciones de servicio. Según los datos de esta organización, el gasto medio de una familia al año por repostar es de 1.300 euros.
La OCU reitera que, despuíés de Portugal, España es el país con los precios antes de impuestos de los combustibles más caros de Europa, lo cual se explica, en su opinión, “por los mayores márgenes y la fuerte concentración de mercadoâ€. Y aunque los distintos Gobiernos han intentado introducir más competencia, prohibiendo la recomendación de precios o limitando las cuotas de mercado, estas medidas “no han dado sus frutosâ€, según los responsables de OCU. “O nos unimos y negociamos con los operadores o si esperamos a que el Gobierno lo arregle, nos podemos dormirâ€, señaló
La nueva plataforma más sencilla que las anteriores y en ella los consumidores tienen la posibilidad de calcular su ahorro personalizado.
Escaso interíés de las grandes petroleras
Aunque los responsables de la OCU aseguraron ayer que la iniciativa había sido bien acogida por los operadores, lo cierto es que las grandes del sector no parecen mostrar un gran interíés por la misma. En Repsol aseguran que la organización de consumidores no se ha puesto en contacto con ellos y que “difícilmente es algo que pueda encajar con nuestra política comercialâ€.
Tambiíén en BP, la tercera del sector a distancia de Repsol y Cepsa, mostraron poco entusiasmo por la iniciativa, si bien, reconocen que no conocen las condiciones.
Aunque Cepsa ganó la subasta de Portugal, en el caso de España podría no tener tampoco un gran interíés, dada su importante posición en el mercado español y su menor presencia en el luso.
El problema de la compra colectiva de compra de carburantes respecto a la de electricidad es que, mientras que cualquier comercializadora puede suministrar energía, el tamaño de las pequeñas operadoras con un número escaso de gasolineras es un hándicap para ganar la subasta, aunque podrían aliarse más de una. Precisamente, la concentración del sector podría llevar al fracaso de la plataforma de la OCU.
La asociación intentará ganarse a las compañías por la vía del prestigio y la publicidad que les proporcionaría una iniciativa que tendrá una gran demanda.
EFE