Trilantic Capital Partners, la firma de private equity surgida en 2009 por iniciativa de los antiguos responsables del merchant bank de Lehman Brothers, considera que ha llegado el momento de poner en valor sus grandes inversiones en España y es el principal impulsor de las dos grandes ofertas públicas de venta (OPV) anunciadas en bolsa para antes del verano. Talgo y Euskaltel trabajan desde hace semanas en la puesta de largo de sendas colocaciones que pueden proporcionar a su hasta ahora accionista de referencia unos recursos en números redondos de 1.000 millones de euros.
Los despojos del banco americano quebrado en septiembre de 2008 han dado suficiente juego a los herederos del fondo de inversión, que se ha posicionado a lo largo de estos años en empresas de tamaño mediano pero con claras aspiraciones de liderazgo en sus sectores de actividad. La rentabilidad obtenida con sus negocios en nuestro país se pone de manifiesto de manera más evidente si se observa que el portfolio acumulado de todas sus operaciones, orientadas de forma especial a Amíérica del Norte y Europa Occidental, está cuantificado en 6.000 millones de dólares.
La participación de Trilantic en Talgo alcanza un 64% del capital y está soportada a travíés de una sociedad instrumental bajo la denominación de Pegaso Transportation International. La valoración estimada de la empresa ferroviaria de cara a la salida a bolsa se sitúa en una horquilla de 800 a 1.000 millones de euros, si bien la oferta pública está orientada al 50% del capital. En consecuencia, los inversores estadounidenses podrán obtener unos ingresos cercanos a los 300 millones de euros por la cesión de su actual paquete de control en el principal fabricante de los trenes del AVE.
La colocación de Talgo en los mercados de valores era una alternativa que venía acariciando Trilantic desde hace al menos tres años. El merchant bank de Lehman Brothers lleva diez años en el capital de la compañía controlada por la familia Oriol, un plazo de tiempo excesivo para el periodo habitual de maduración de este tipo de inversiones. La OPV de Talgo sufrió un primer intento frustrado en 2011 cuando el repunte de la economía española quedó desbaratado a raíz de lo que se dio en llamar la segunda recesión. Ahora, una vez confirmada la recuperación, Trilantic no quiere perder más tiempo en materializar su ‘operación salida’, que está prevista para esta misma primavera.
Consolidación de las ‘telecos’ en España
En Euskaltel la operación que diseñan UBS y JP Morgan va un poco más despacio, pero puede suponer un bocado todavía más jugoso. Los números que se manejan para la operadora vasca fijan su precio de mercado en torno a los 1.500 millones de euros, de los que prácticamente la mitad corresponden a la participación de Trilantic y sus socios de Investindustrial, sociedad esta última participada por la familia Bonomi. Ambos inversores financieros entraron en la compañía de telecomunicaciones hace menos de tres años en una operación que supuso la compra del 48% del capital por 300 millones de euros.
El pacto de accionistas dentro del núcleo duro de Euskaltel tiene vigencia hasta finales de año y en 2016 tanto Trilantic como Investindustrial estarán liberados de cualquier relación societaria con la compañía. Esta circunstancia, unida al proceso de consolidación que se vive en el sector, favorece el pelotazo inmediato con una colocación bursátil que se considera el punto de inflexión para el crecimiento de la operadora controlada por Kutxabank. No en vano, Euskaltel mantiene conversaciones avanzadas para la compra de sus dos homólogas regionales, como son la gallega ‘R’ y la asturiana Telecable.
La primera gran incursión de Trilantic Capital Partners en España fue la compra de una participación indirecta en el fabricante aeronáutico ITP (Industria de Turbo Propulsores). El fondo de Lehman Brothers llegó a disponer de hasta un 12% del capital en alianza con la sociedad de capital riesgo del Gobierno vasco (Socade). Los dos socios se deshicieron de su inversión en febrero de 2010 en un acuerdo de venta a Sener, la empresa de la familia Sendagorta, fundadora de ITP y actual accionista de control de la compañía industrial vizcaína, participada tambiíén por Rolls-Royce y que ahora preside Ricardo Martí Fluxá.
Josíé Antonio Navas