La mejora de las rentas de las familias y la recuperación del consumo impulsaron la recaudación tributaria en 2014, que creció un 3,6% respecto al año anterior hasta los 174.987 millones de euros. Así, el aumento de las bases imponibles supuso un incremento de los ingresos en todos los grandes impuestos, salvo el de sociedades, según el informe publicado este martes por la Agencia Tributaria (AEAT).
La mejora de la situación económica y del empleo han sido la base de ese aumento de la recaudación, a diferencia de los años anteriores en que los incrementos se debieron a los cambios normativos del Gobierno que aumentaron la presión fiscal. Incluso en tíérminos homogíéneos (corrigiendo, entre otros elementos, el distinto grado de ejecución de las devoluciones de 2013 y 2014), los ingresos en 2014 registraron el mismo alza, el 3,6%.
El mayor crecimiento se registró en el IVA (8,2%) como consecuencia del aumento del gasto sujeto al impuesto y a las menores devoluciones solicitadas, sobre todo, las correspondientes al ejercicio 2013. El consumo de las familias, el gasto en vivienda y el de las administraciones públicas contribuyeron a la mayor recaudación.
Los ingresos por IRPF crecieron un 3,9% en 2014 (un 3,3% corregido el efecto de las devoluciones en 2013 y 2014) por el aumento de las rentas brutas de las familias (un 0,2% en el conjunto del año). Las causas de este crecimiento son cuatro: la creación de empleo, el incremento del 4% de los beneficios de los empresarios individuales, el sostenido aumento de la masa de pensiones y salarios (1,1%) y el intenso alza de las ganancias patrimoniales.
En el lado contrario, el impuesto de sociedades disminuyó en 2014 un 6,2%. La mayor parte de esta caída estuvo provocada por el distinto ritmo de ejecución de las devoluciones en 2013 y 2014. Corregido este problema, los ingresos homogíéneos se reducen sólo un 1,3%, frente a la caída del 3,8% de 2013.
Los ingresos por impuestos especiales crecieron en 2014 un 0,2% que se eleva al 1,7% corrigiendo, fundamentalmente, las devoluciones por el cíéntimo sanitario. El hecho más relevante fue el aumento de los ingresos por el impuesto sobre el tabaco (1,9%) por el incremento del consumo, despuíés de tres años con disminuciones en la recaudación.
Por último, en las rentas del capital destaca, en la parte positiva, el comportamiento de las ganancias patrimoniales, que crecieron un 40% por la buena evolución de los fondos de inversión; y, en la negativa, las rentas de capital mobiliario que cayeron un 18% debido principalmente a la negativa evolución de los intereses de cuentas bancarias.
Las medidas normativas que entraron en vigor en 2014 como las relacionadas en el IRPF, el nuevo ríégimen de caja en el IVA, la exención parcial del impuesto sobre la electricidad para los grandes consumidores industriales y el nuevo impuesto sobre gases fluorados de efecto invernadero, solo tuvieron un impacto de 125 millones.
El Ministerio de Hacienda tambiíén facilitó este martes el díéficit del Estado hasta febrero, que ascendió a 11.818 millones, el 8,8% menos que en el mismo periodo de 2014. Desde el punto de vista de PIB, el díéficit equivale al 1,09%, frente al 1,22% registrado hasta febrero de 2014. Si se excluye el gasto por intereses, que aumentan el 0,7% interanual, el díéficit primario hasta febrero disminuye el 14,3%.
Los ingresos del Estado hasta finales de febrero alcanzaron los 23.892 millones, el 6,7% más, debido a la favorable evolución de los ingresos impositivos que aumentaron el 7,9%, hasta los 21.426 millones. Ese alza se compensa con los descensos en las rentas de la propiedad, por los menores intereses cobrados a las Administraciones Territoriales por los mecanismos extraordinarios de financiación. Asimismo, los gastos del Estado hasta febrero ascendieron a 35.710 millones, el 1% más.
Destaca la mala evolución de la remuneración salarial que, descontando el efecto de la paga extra de los funcionarios de 2012 que se pagó a comienzos de este año, ha disminuido el 1,5%. Es decir, que la buena evolución de la economía no se corresponde con la de los salarios.
Además, las cuentas de la Seguridad Social arrojaron un saldo positivo de 3.365,9 millones hasta febrero, el 3,5 % menos que en el mismo período de 2014. Sin embargo, al cierre del ejercicio 2014, las cuentas la Seguridad Social registró un díéficit de 11.202 millones de euros, el 1,06% del PIB.
Ramón Muñoz