La sombra del posible cierre de los canales Neox, Nova, Divinity, Energy, Boing, FDF, Discovery Max y Paramount Channel ha puesto en guardia a las televisiones privadas. El sector ha acelerado los contactos con el Ejecutivo en los últimos meses para intentar blindar los ocho canales antes de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre su posible ilegalidad con un mensaje muy claro: "vamos a no hacernos daño".
En los distintos encuentros, las cadenas, que ya están muy cansadas de la inseguridad jurídica del sector, han enseñado los dientes al Gobierno y le han dejado muy claro que si no arregla el problema de los ocho canales antes de convocar el concurso "se van a enfadar". "Hay una enorme preocupación en el sector. Nos vamos a enfadar mucho si no se arregla y el Gobierno lo sabe", aseguran fuentes del sector.
El mensaje de advertencia, lanzado en pleno año electoral y con la sombra de Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos) sobre sus parrillas, se ha hecho llegar a Josíé Manuel Soria, ministro de Industria, y a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, ante la aparente falta de voluntad política para solucionar el problema y aceptar las soluciones que las firmas han puesto sobre la mesa.
Las televisiones están muy preocupadas por la sentencia del Alto Tribunal, que dan por perdida, y por eso ven "prioritario" que el Ejecutivo cambie primero la ley para salvar los ocho canales puestos en cuestión y despuíés convoque el concurso prometido, por el cual se repartirán cinco señales nueva.
"Si convoca el concurso antes de solucionar el problema del Supremo me voy a enfadar y mucho", aseguró en esta línea un alto ejecutivo del sector, que no considera que el concurso de las licencias, que se puede aprobar este viernes en Consejo de Ministros, "sea un favor para las televisiones privadas".
En este sentido, el presidente de Mediaset, Alejandro Echevarría, aseguró ayer durante la junta de accionistas de su grupo que "el gobierno está obligado a impedir este nuevo atropello a la democracia, a la libertad de expresión y de empresa y a la seguridad jurídica". "Confiamos en que tome conciencia de la gravedad del asunto y solucione este problema con la máxima rapidez", añadió el presidente del grupo.
Así, la industria audiovisual insiste en que el conflicto se puede solucionar fácilmente. "Hay muchos mecanismos legales para evitar el cierre de los canales. Si no se evita será sólo culpa del Gobierno", aseguran otras fuentes del sector.
Y es que, Unidad Editorial, Vocento, Mediaset y Atresmedia han puesto sobre la mesa una modificación de la ley de comunicación audiovisual para evitar que la posible sentencia del Supremo tenga efecto. En concreto, han propuesto añadir un tercer apartado a la disposición transitoria segunda de la ley de Comunicación Audiovisual por la cual se blindan y se excluyen de un posible concurso las ocho licencias que les fueron entregadas durante la implantación de la TDT, es decir, entre 2005 y 2010, y así, asegurar su explotación por parte de sus actuales dueños durante quince años, más las prórrogas. La modificación de la ley incluye otra disposición que deja claro que este blindaje no afecta a las nueve licencias cerradas en mayo de 2014 por orden del Supremo al haberse otorgado a dedo y no por concurso.
La propuesta de las televisiones ha encontrado detractores entre las filas de Industria y de la abogacía del Estado ya que, por un lado, consideran que podría ser declarada ilegal y les podrían acusar de injerencia en la independencia del poder judicial, y, por otro, quieren seguir reduciendo el espectro destinado a las televisiones para dejarlo en manos de las telecos. No en vano, tras el cierre de los nueve canales en 2014, el sector ha perdido por el camino un múltiplex y tan sólo se van a repartir cinco canales.
Aunque existe una gran preocupación por el futuro de los canales -Atresmedia, que se quedaría con tres señales, asegura que podría perder 12 millones si se cierran- el mercado está convencido de que el Gobierno encontrará una solución que "limite el impacto de una sentencia desfavorable", tal y como explica Caixabank. En este sentido, Echevarría, aseguro que habían hablado con el Ejecutivo y que estaba convencido de que se evitaría el cierre de los canales.
Así, Mediaset, que se quedaría sólo con Cuatro y Telecinco, todavía no ha realizado un cálculo sobre las consecuencias económicas que tendría la píérdida de canales. Paolo Vasile, consejero delegado de la cadena de Fuencarral, justifica la ausencia de previsiones por la "falta de perspectiva". "Hemos pedido al gobierno que haga una única operación para dar estabilidad al sector", explicó. Es decir, que el Ejecutivo blinde el futuro de los ocho canales, cuyo cierre supondría dejar la televisión en abierto con una quinta parte de la oferta, antes o al mismo tiempo que se lanza el concurso. "La operación tiene que ser única y no en dos movimientos diferentes", sentenció Vasile, quien no dudó en señalar los "ataques" y las "presiones" que sufren.
"El panorama sigue lleno de incertidumbres prevalentemente políticas, de ataques, especialmente por parte de las instituciones, de nerviosismo y hostilidad hacia los medios de comunicación si son libres y no se vinculan a ningún partido", denunció Vasile.
ífrica Semprún
