Arcelor Mittal sigue pendiente de la crisis. Las plantas del País Vasco han sido las primeras afectadas: la acería de Sestao cierra durante quince días ante la falta de pedidos y como consecuencia no renovará el contrato a 32 eventuales de la fábrica de Vitoria. Las instalaciones de Etxebarri tambiíén pasan por un mal momento, mientras que los puestos de Valencia peligran al depender de trabajadores contratados a ETT. El grupo cuenta igualmente con centros en Madrid, Navarra y Asturias.
En Asturias, el Gobierno autonómico mira de reojo al indio Lakshmi Niwas Mittal, ya que su compañía representa el 11% del PIB asturiano, 7.000 puestos de trabajo directos y 3.000 subcontratados. El efecto multiplicativo de algún recorte podría hacer mella en el “leve deterioro†de la economía regional.
De momento, la compañía ha anunciado un parón durante tres semanas en el horno alto de Gijón. “Se trata de obras de mantenimiento y mejora. La producción está asegurada hasta finales de año gracias a un pedido de 8.000 toneladas efectuado por la gestora de alta velocidad de RENFE. Incluso se ha ampliado a un quinto turnoâ€, informan fuentes sindicales a El Confidencial.
“La línea de prepintado de Avilíés y la línea de galvanizado -vinculada al sector del automóvil- ha sufrido una menor demanda en los últimos meses, si los pedidos continúan cayendo cabría la posibilidad de una parada temporalâ€, manifiesta un portavoz de los trabajadores. De momento, los turnos de fin de semana se han suspendido y la jornada se reduce de lunes a viernes en la planta avilesina.
El director de Comunicación de Arcelor, Oscar Fleites, ha explicado a este diario que “no hay plan de reducción. Se trabaja según los niveles previstos a principios de año. De cara al futuro no hay ninguna medida tomada ni sobre parada ni cierre temporal. La reorganización de turnos depende de las tareas de mantenimientoâ€. Respecto a la previsión de pedidos, no ofrece datos, aunque expresa su “confianza en que la situación se estabilizaráâ€.
En declaraciones a este diario, el secretario general de UGT Arcelor Avilíés y miembro del Comitíé Europeo, Ignacio Malda, ha afirmado que “las líneas de Avilíés han obtenido los mejores indicadores de rentabilidad a escala europea. El grupo ha decido mantener los precios y disminuir la producción ante la situación especial que vivimosâ€. Y recalca: “No se trata de una crisis industrial, además, en Asturias, al tratarse de una producción multiproducto se verá menos afectada, incluso se observa incrementos de producción en determinadas líneas como la hojalataâ€.
A vueltas con la luz
Pero el acero no termina aquí. Según fuentes próximas al proceso, existe un “tira y afloja†entre el grupo siderúrgico, el Gobierno Central y las elíéctricas. De llegar a un acuerdo satisfactorio, ArcelorMittal podría invertir mil millones de euros en las acerías asturianas, desembolso condicionado al precio de la tarifa elíéctrica a partir del 1 de enero de 2009. En estos momentos la siderurgia (con 12.000 puestos de trabajo directo en España) negocia la factura de la luz a travíés de Fortia, un pull de compra de electricidad para consumidores industriales.
En principio, las inversiones previstas serán aprobadas por la dirección en el primer trimestre de 2009 siempre que la tarifa elíéctrica no se dispare. En los próximos meses se concretaran las fechas definitivas de construcción de un horno alto en Gijón y una línea de colada continua en Avilíés, si el presidente Mittal considera que es el momento adecuado. Además se han aprobado 100 millones de euros para invertir en I+D+i en los centros de Avilíés y País Vasco, mientras que las inversiones para aumentar la capacidad de producción de la fábrica de Sestao están congeladas.
Encender la luz podría “electrocutar†los planes de la multinacional y provocar un significativo incremento del paro. “Desde el 1 de julio el sector paga hasta un 100% más por la electricidad, lo cual abre la puerta a la deslocalizaciónâ€, advirtió recientemente Gonzalo Urquijo. El alto ejecutivo de Arcelor puso así las cartas sobre la mesa: “La factura de la luz pone en peligro la competitividad del sector. La siderurgia no quiere subvenciones sino contratos razonables con las elíéctricasâ€. La luz de aviso está dada