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Autor Tema: ¿Quíé pasa con Grecia? Las claves del nuevo órdago de Atenas  (Leído 186 veces)

Eguzki

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Grecia ha vuelto a elevar la tensión de los mercados a la vista de que pasa el tiempo sin que haya un acuerdo polí­tico que permita liberar nuevas ayudas europeas para Atenas. El entorno idí­lico del que vienen disfrutando los inversores gracias al plan de compras de deuda del BCE se está viendo interrumpido ante la evidencia de que Grecia necesita ayuda exterior para hacer frente a sus pagos, pero esos fondos siguen bloqueados a la espera de un acuerdo con los socios europeos que, de no alcanzarse en las próximas semanas, aproximarí­a a Grecia a una suspensión de pagos. El primer intento para evitarlo llega este viernes con la reunión del Eurogrupo en Riga y del que, ya de antemano, no se prevíén grandes avances.
¿Quíé se puede esperar de la reunión del Eurogrupo del viernes?

RLo previsto hace semanas era que la cita sirviera para dar luz verde oficial a la lista de reformas estructurales del gobierno de Tsipras a cambio de las que la troika concederí­a 7.200 millones aún correspondientes al segundo rescate. Pero el Eurogrupo empieza a asumir que el acuerdo definitivo se alcanzará al lí­mite, quizá ya en junio, cuando finalice la prórroga concedida en febrero al segundo rescate, por cuatro meses.

¿Cuáles son los puntos en los que Grecia se niega a ceder?

El gobierno de Alexis Tsipras se niega a recortar las pensiones o los salarios de los funcionarios, a introducir nuevos impuestos o nuevas ventas de bienes públicos, mientras sus socios le reclaman reformas de calado en materia laboral y de pensiones. La aspiración de Tsipras es alcanzar al menos en el siguiente Eurogrupo, del 11 de mayo, un acuerdo para liberar 1.900 millones de euros correspondientes a los beneficios obtenidos por los bancos centrales de la zona euro con deuda griega y que, a diferencia del resto del programa de rescate, no serí­a necesario devolver.

 ¿Hasta cuándo puede aguantar Grecia sin ayuda?

REl gobierno girego ya ha lanzado una primera señal de alarma al emitir un decreto que obliga a las instituciones públicas a transferir sus reservas al Banco de Grecia para garantizar así­ la liquidez del sistema. Se asegurarí­a así­ recursos inmediatos de entre 1.200 y 2.000 millones de euros, con los que ganar al menos dos semanas. A_finales de este mes afronta el pago de salarios públicos y pensiones por 1.700 millones y el 1 de mayo la devolución de un príéstamo al FMI por 200 millones de euros, sobre el que pesa la posibilidad de impago. El dí­a 12 debe pagar otros 780 millones de euros al FMI.

¿Es posible que Grecia suspenda pagos y continúe en el euro?

REl propio vicepresidente del BCE, Ví­tor Constancio, ya apuntó este lunes que sí­. El hecho de que Atenas no atienda a alguno de sus compromisos de pago no tiene por quíé significar su abandono de la moneda única, una tesis que gana peso no solo por las dificultades inminentes de la economí­a griega sino por la prioridad reconocida por el gobierno heleno de responder al pago de salarios y pensiones en primer lugar. “Los inversores no deberí­an confundir un impago puntual, o incluso una suspensión de pagos, con la salida de Grecia del euro, que creemos es muy improbable”, señalan desde Royal Bank of Scotland.

¿Quíé pasa si Grecia suspende pagos? ¿Hay riesgo de corralito?

RSi Grecia incumpliera los pagos que deberá realizar en mayo al FMI, contarí­a aún con un perí­odo de gracia de dos meses por parte de la institución para afrontarlos. Aun así­, serí­a previsiblemente el detonante para establecer un control de capitales, como ya sucedió en Chipre. De hecho, la situación de liquidez de la banca griega ya es muy frágil. Se le ha cerrado el grifo de la liquidez directa del BCE y depende de las lí­neas de emergencia que el BCE concede al Banco de Grecia, que se elevan ya a 74.000 millones de euros.

El BCE además, como nueva medida de presión, estarí­a estudiando endurecer las condiciones de acceso a esta liquidez si no hay avances en las negociaciones polí­ticas. Otra de las consecuencias de un impago, según apunta RBS, podrí­a ser la convocatoria de un referíéndum con el que Tsipras intentarí­a consolidar sus fuerzas y aplacar crí­ticas internas. Aun así­, con un volumen de deuda de 331.400 millones, el equivalente al 180% del PIB, las dificultades de financiación persistirán a largo plazo. “La deuda griega es difí­cilmente sostenible”, advierte Barclays. El siguiente capí­tulo será la negociación de un tercer resc

Nuria Salobral