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La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) propuso ayer al Banco de la República utilizar las reservas internacionales de Colombia, como estrategia para frenar la devaluación del peso y el crecimiento de la inflación.
La iniciativa, que será analizada por la Junta de Directores del Banco Central, fue rechazada por el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien afirmó que esas reservas son el seguro que tiene el país para amortiguar un momento crítico de la economía, lo cual no es el caso en las actuales circunstancias.
El titular de esa cartera argumentó en favor de su negativa que actualmente la situación es estable debido a que la tasa de cambio se mantiene alrededor de los dos mil 500 pesos por dólar; de manera que no hay necesidad de salir a vender nuestras reservas internacionales, aseveró.
Cárdenas comentó a periodistas de medios locales que no hay que mirar de forma negativa el impacto de la caída del peso, en tanto resaltó que esa situación ha contribuido a que algunos sectores de la economía mejoren su rentabilidad en el mercado.
En ese sentido, el ministro de Finanzas precisó que esa depresión se ha convertido en un factor positivo en determinados casos, pues está ayudando a salir de su contracción a la agroindustria y el turismo, que vienen ganado en competitividad.
No obstante, los directivos de Anif expresaron su preocupación en el sentido de que la devaluación ha generado un alza considerable en el costo de la vida, a la vez que acelerará la inflación este año a niveles de un 3.7 por ciento.
Hasta octubre del pasado año, el peso colombiano mantuvo una paridad de mil 700 pesos frente a la moneda norteamericana y desde entonces se ha devaluado paulatinamente con una caída de 800 pesos en solo seis meses.