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Autor Tema: Tíécnicas para el acceso al subconsciente  (Leído 569 veces)

Scientia

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Tíécnicas para el acceso al subconsciente
« en: Mayo 06, 2015, 08:25:03 pm »
http://www.todamedicinaalternativa.com/poder-de-la-mente/subconsciente.html

Tíécnicas para el acceso al subconsciente

 

Comenzaremos por fijar la vista. Esto se llama convergencia y puede usarse un objeto a una mediana distancia que uno debe observar con esmero, hasta que desaparezca el significado mental de tal objeto.

LA MIRADA HACIA ARRIBA.

Similar a la convergencia, la mirada hacia arriba es aún más poderosa para aquíéllos que deseen hacerla. La cabeza está erguida y los ojos se vuelven hacia arriba lo más


 
alto que puedan, de modo que usted estíé mirando sus cejas. Quizá haya una ligera incomodidad. Esto es precisamente lo que usted está buscando. Cuando mira hacia arriba los músculos de los ojos comienzan a vibrar a varios latidos por segundo ... algo similar a la frecuencia de las ondas alfa, que usted recordará que están asociadas a un estado de la mente sereno pero alerta, perfecto para la hipnosis. Los cuadros de religiosos y santos famosos los muestran a menudo con los ojos en esta posición; presumiblemente sea un antiguo míétodo para alcanzar el estado de meditación. (Tambiíén puede ser útil cuando se desea recuperar un elemento de información del pasado, ya olvidado. Hágale a las personas una pregunta que exige que busquen en su memoria, y observe con cuánta frecuencia vuelven su mirada hacia arriba).


MONOTONIA.

Esta es una tíécnica muy conocida con  muchas variaciones posibles. Cualquier patrón repetido o ritmo regular, enfocado durante un tiempo, tiende a : estrechar la conciencia y a inducción  estado hipnótico. El patrón puede ser auditivo, como un


 
reloj, un metrónomo, agua que gotea. Simplemente escuche el sonido, permita que lo llene, y permita que todo lo demás retroceda hacia el fondo. Un estí­mulo visual monótono funciona exactamente de la misma manera .. Observe algo, como un píéndulo, hasta que se sienta cansado de la monotoní­a. Luego cierre los ojos y disfrute al sentirse relajado. El famoso hipnotizador James Easdale utilizaba esta tíécnica, pasando las manos repetidamente frente a los ojos de una persona. Hasta ahora, las personas asocian esos movimientos espectaculares con el hipnotismo, sin darse cuenta que es sólo la monotoní­a lo que hipnotiza a la gente.
SALMODIA.

Cuando el patrón repetido es verbal y lo hace el propio sujeto, tenemos una salmodia. Casi todas las religiones han hecho uso del poder de decir palabras una y otra vez en forma rí­tmica, generalmente en un solo tono. Esto tranquiliza la mente y relaja el cuerpo. Algunas palabras parecen particularmente efectivas, debido a la calidad de su sonido o a las sugerencias espirituales de su significado. Puede ser particularmente efectivo salmodiar en grupo. Elija cualquier palabra, sí­laba o frase en cualquier idioma que le gusta. Dí­gala en voz alta, lentamente, una y otra vez, hasta que se sienta lo suficientemente relajado como para cerrar los ojos.
PLEGARIA.

El tipo de plegaria útil para ayudar a inducir el estado hipnótico es la plegaria corta, repetida, asociada a menudo con el rosario. La Iglesia Ortodoxa Oriental emplea una plegaria semejante, ya veces los monjes se pasan dí­as, semanas y hasta años diciendo una y otra vez, "Señor Jesucristo, ten misericordia de mí­". Como en la salmodia, las palabras de la plegaria tienen un poderoso valor de sugestión. Si se siente cómodo con ella, la plegaria es un buen míétodo de inducción.
MANTRA.

Cuando el ritmo verbal se internaliza en lugar de decirse, la salmodia se convierte en mantra. 'Muchas personas dicen una sola palabra o frase en sánscrito, serenamente, para sí­ mismas, una y otra vez, para entrar en estado de meditación. Para inducir la hipnosis no hay necesidad de usar un idioma en particular o una palabra en particular. La palabra "uno" funcionará tan bien como "Om" (a menos que sus creencias le den un fuerte poder de sugestión a ciertas palabras que compita con el poder de la mente). Para emplear  una mantra como tíécnica de inducción, siíéntese cómodamente y encuentre alguna palabra o sí­laba que le gusta decirse repetidamente, dejando que la mente se concentre en la mantra tan naturalmente y con tan poco esfuerzo como sea posible. Hágalo hasta que se sienta listo para avanzar. Los que meditan regularmente, pueden entrar a la hipnosis meditando durante unos minutos y luego pasando a un míétodo de profundización.
LEVITACION DE LA MANO.

Sentado, descanse su mano cómodamente sobre la rodilla. Mire a un punto en particular de su mano. Luego imagine que su mano se vuelve más liviana, más y más. Quizá se imagine que está llena de helio, o que la levantan globos. La siente tan liviana que comienza a levantarse sin que usted la fuerce, aparentemente por su propia voluntad. La sigue sintiendo más liviana, y la mano se levanta hasta que le toca la cara cerca de los ojos, momento en el que usted deja que se le cierren los ojos. Luego, deje que su mano descienda nuevamente sobre la rodilla, y relájese. Para muchas personas, íéste puede ser un poderoso míétodo de inducción, aumentando la susceptibilidad a la sugestión al mismo tiempo que muestra lo que puede hacer la sugestión.
DEBILIDAD MUSCULAR.

Este míétodo está relacionado con el anterior. Coloque sus manos en su regazo, entrelazando los dedos. Imagí­nese que están trabados, pegados entre sí­; imagine ví­vidamente lo inseparables que han llegado a estar. Tire ligeramente y observe que sin duda parece que están trabados. Imagine que, no importa la fuerza que haga para separarlos, no puede hacerlo. Demuestre que es así­ intentándolo un poco más. Luego, cuando se ha demostrado a sí­ mismo el poder de

su propia sugestión para mantener las manos entrelazadas, cierre los ojos, relájese y deje que sus manos se aflojen.
ROTACION DE LA CABEZA.

Con frecuencia se usa este míétodo en la hipnosis de grupo. Es útil para aquíéllos que tienen alguna dificultad con otros míétodos, porque conlleva un movimiento fí­sico que ayuda a relajarse. Siíéntese cómodamente con la cabeza erguida, relájese y deje que se le cierren los ojos. Llega a la mente la imagen mental de que el cuello se ablanda y se suelta. Para reforzar esa imagen, permita que su cabeza describa un cí­rculo. Mientras continúa girando la cabeza, puede sentir que pesa más y más. Los músculos del cuello se vuelven más sueltos, más flexibles y relajados. Siga durante unos minutos, y termine con la cabeza en su posición más cómoda, listo para pasar a un míétodo de profundización.

Estos no son sino algunos de los posibles míétodos de inducción. Recuerde que usted puede crear sus propias variantes, experimente y finalmente adopte sólo uno o dos míétodos favoritos.

Algunas personas pueden llegar a sentirse profundamente relajadas sólo con el míétodo de inducción. No obstante, para la mayorí­a, los míétodos de profundización son un medio importante para avanzar en la hipnosis y hacer que la mente sea más sugestionable. Cuando la mente ya está relajada, es muy fácil profundizar. No hay necesidad de meditar cuán profundamente está llegando, o si "funcionará", o quíé se supone que está pasando.

(Simplemente relájese y deje que suceda lo que está  sucediendo. La actitud más adecuada es que, cualquiera sea el estado que alcance en cualquier momento dado, probablemente sea perfectamente satisfactorio para sus propósitos. No hay necesidad de hacer un esfuerzo, hacer un esfuerzo es la negación del relajamiento.