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El Senado de Estados Unidos dio hoy luz verde, por 51-48 votos, a un proyecto de presupuesto impulsado por la mayoría bicameral republicana, el cual supone un notable recorte en el gasto público.
Luego de su aprobación la semana pasada en la Cámara de Representantes, este plan presupuestario se convirtió en el primero que logra el aval en ambas casas legislativa desde 2009.
Pese a lo estrecha de la votación de este martes -con masiva oposición de los demócratas-, la sanción de esta medida (no vinculante) se presenta como una victoria para el partido rojo, cuestionado hasta ahora por su incapacidad para volver operativa su superioridad numíérica en el Capitolio.
El proyecto -que no requiere firma del presidente Barack Obama- busca equilibrar a la vuelta de 10 años el díéficit presupuestario en este país mediante la reducción de 5,3 billones de dólares del gasto público, incluidos recortes en fondos para agencias federales, cupones alimenticios, el programa de salud conocido como Medicaid.
De hecho, lo que se propone es un marco para venideros proyectos de ley de financiamiento; en particular, los correspondientes al año fiscal 2016.
Los republicanos pretenden aumentar sustancialmente la partida del Pentágono, mientras esperan socavar los fondos dirigidos a los programas de salud propulsados por Obama.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, celebró este simbólico triunfo de su bancada y sostuvo que esta iniciativa "refleja el compromiso sincero de muchos legisladores diferentes con muchas prioridades diferentes".
Pero la propuesta deberá traducirse luego en diferentes planes de financiamiento con carácter vinculante, los cuales sí deberán ir al Despacho Oval y exponerse al veto presidencial.