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El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, clamó por el auxilio del gobierno de Estados Unidos para enfrentar el descalabro fiscal de esta isla del Caribe.
El mandatario planteó la posibilidad de que el gobierno isleño se acoja a la quiebra federal, lo que no le está permitido, ante la monumental deuda de 73 mil millones de dólares que tiene con los bonistas de Wall Street.
García Padilla se refirió al Informe Financiero del Estado Libre Asociado (ELA) divulgado por el Banco Gubernamental de Fomento (BGF), que solo cuenta con liquidez hasta el 30 de junio, cuando termina el año fiscal 2014-2015.
Dijo que espera que el informe sirva para motivar al presidente Barack Obama, al Congreso de Estados Unidos, a la Asamblea Legislativa de Puerto Rico y a los demás sectores de este país caribeño a trabajar junto a su gobierno para implantar soluciones ordenadas a la crisis fiscal que ga reconocido el BGF.
"La presente crisis no fue creada de la noche a la mañana y no se puede resolver de un día para otro", advirtió el mandatario boricua ante las críticas de diversos sectores, inclusive del Tesoro de Estados Unidos.
García Padilla aseguró que "hemos tomado iniciativas para resolverla como la aprobación de la Ley para el Cumplimiento con las Deudas y la Recuperación de las Corporaciones Públicas, que luego fue declarada inconstitucional por el tribunal federal".
El gobernante anunció que presentará próximamente uno de los presupuestos más austeros en la historia de la isla.
Ante esto, agregó, espera que el Congreso de Estados Unidos tome acción para incluir a Puerto Rico en el Capítulo 9 del Código de Quiebras federal para tener acceso a las herramientas que permitan honrar las obligaciones.
"Hacemos un llamado a la unión de compromiso y trabajo de todos los sectores y grupos en esta coyuntura", dijo.
García Padilla intentó impulsar una reforma tributaria, que incluía el establecimiento de un Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 16 por ciento, mas luego de casi cuatro meses de debates fue derrotado en la Cámara de Representantes con el voto de seis diputados del oficialista Partido Popular Democrático unidos a los del opositor Partido Nuevo Progresista.