EFE
La empresa Caval, propiedad de Natalia Compagnon, la nuera de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, llegó a un acuerdo con la firma Silca para que íésta retire una demanda por estafa en la compra de unos terrenos, un políémico negocio inmobiliario que está siendo investigado por la Fiscalía.
Silca, propiedad de Hugo Silva, un reconocido empresario de la región de O'Higgins, anunció en un comunicado el acuerdo con Caval, propiedad en un 50 % de la nuera de la mandataria.
La empresa de Silva pagó en febrero pasado 9.500 millones de pesos (unos 15,2 millones de dólares) a Caval por unos terrenos en la localidad de Machalí.
El empresario esperaba que los predios rurales fueran recalificados como suelo urbano a corto plazo, aunque la políémica por el príéstamo que Caval obtuvo con la intermediación de Sebastián Dávalos, hijo de Bachelet, y la investigación de la Fiscalía complicaron el panorama para la empresa Silca.
Ante esta situación, Silca presentó en marzo una querella por estafa contra Caval, una acción que queda sin efecto tras el pacto entre las dos empresas.
El acuerdo contempla el pago de Caval a Silca de 1.000 millones de pesos (unos 1,6 millones de dólares) y la entrega de una propiedad evaluada en 260 millones (unos 433.000 dólares).
"Este acuerdo es la mejor salida que consideramos posible respecto de un proceso judicial complejo y que ha tenido costos y ha generado enormes perjuicios", dijo Silca en el comunicado.
El fiscal nacional, Sabas Chahuán, subrayó hoy que el acuerdo no tiene ninguna incidencia en la investigación que está realizando la Fiscalía de Rancagua sobre eventuales delitos de uso de información privilegiada y tráfico de influencias en la compra y venta de los predios por parte de Caval.
La empresa de la nuera de Bachelet obtuvo con intervención del hijo de la mandataria, que trabajaba en la firma, un príéstamo del Banco de Chile por el equivalente a unos 10,4 millones de dólares para comprar los terrenos que despuíés vendieron a Silca con una ganancia de 4,8 millones de dólares.
El escándalo provocó la dimisión de Dávalos como director sociocultural de La Moneda y ha golpeado duramente la popularidad de Bachelet, que el lunes pasado realizó un profundo cambio en su gabinete para tratar de revertir esta situación.
