EFE
La Comisión Europea (CE) ha abierto una investigación para determinar si China burla los aranceles europeos al transportar sus módulos y cíélulas solares a Taiwán y a Malasia y despuíés exportar estos productos a la Unión Europea, informó hoy el Ejecutivo comunitario en el "Diario Oficial".
El Ejecutivo comunitario considera en su decisión publicada hoy que existen "suficientes pruebas" para justificar la apertura de una investigación y de exigir que las importaciones de los productos sujetos a la investigación, ya estuvieran declarados como originarios de Malasia y Taiwán o no, sean registrados.
La CE responde así a una nueva queja contra la industria china de paneles solares por parte de SolarWorld, y aclara que tiene nueve meses para llevar a cabo la investigación.
La organización europea EU ProSun, que aglutina a las empresas del sector, instó recientemente asimismo a la CE a abrir una investigación sobre esta práctica que permite a China, según el sector, eludir impuestos por valor de cientos de millones de euros en aranceles comunitarios de importación perdidos.
El registro implica que las importaciones que circunvalan las medidas europeas tengan que pagar tasas en torno al 50 %, señaló EU ProSun en un comunicado en respuesta al anuncio de la CE.
De hecho, una investigación puede resultar en la imposición de derechos antidumping y antisubsidios sobre todas las importaciones solares desde Taiwán y Malasia si los exportadores de esos países no pueden demostrar claramente que sus módulos y cíélulas solares en cuestión se han producido localmente, según señaló recientemente.
Según denunció EU ProSun en su momento, "hasta un 30 % de las importaciones de paneles solares chinos socava las medidas de importación comunitarias a travíés de prácticas fraudulentas".
En 2013 la UE y China llegaron a un acuerdo con el 70 % de los suministradores chinos de paneles solares en virtud del cual íéstos se comprometieron a respetar un precio mínimo en sus exportaciones a la UE que cubre un volumen anual de parte del mercado europeo.
Si se cumple ese acuerdo, parte de una solución amistosa entre Bruselas y Pekín, la UE no impone derechos antidumping y antisubsidios, pero EU ProSun denunció en 2014 que la industria china violaba el pacto al ofrecer precios por debajo del nivel mínimo acordado.
Para las empresas que no se acogieron al acuerdo de 2013 la UE aprobó imponer derechos antidumping y antisubsidios definitivos a las importaciones de paneles solares de China.
El acuerdo entre Bruselas y Pekín tiene una vigencia de dos años y medio (hasta finales de 2015), pero la CE anunció el 25 de abril que puede ser prolongado
