EFE
El Gobierno japoníés revisó hoy al alza el producto interior bruto (PIB) entre enero y marzo, que creció un 1 por ciento en relación con el trimestre anterior, lo que supone cuatro díécimas más que la cifra publicada en mayo.
En tasa anual, la tercera economía del mundo creció, además, un 3,9 por ciento, muy por encima del 2,4 por ciento estimado inicialmente.
El avance viene impulsado por la revisión al alza del dato de la inversión de capital corporativo, cuyo incremento pasó del 0,4 al 2,7 por ciento intertrimestral.
La semana pasada, el Gobierno nipón ya adelantó que la inversión de las empresas en plantas y equipos -un componente que la actual administración quiere convertir en uno de sus principales motores de crecimiento- en enero-marzo se había expandido por encima de lo previsto, alentando la esperanza de una revisión al alza del PIB.
Otros factores de peso como el consumo, que supone el 60 por ciento de la economía japonesa y que creció un 0,4 por ciento con respecto a octubre-diciembre, permanecieron intactos con respecto a los datos de mayo.
Pese a la debilidad del avance, los economistas consideran que la demanda domíéstica en Japón empieza a dar síntomas de mejora tras el parón sufrido por la subida del impuesto sobre el consumo acometida en abril de 2014.
Las exportaciones, otro de los pilares de la segunda economía de Asia, permanecieron tambiíén sin cambios y su escalada intertrimestral quedó en el 2,4 por ciento.
La inversión inmobiliaria, en cambio, se revisó a la baja una díécima hasta dejar el avance en el 1,7 por ciento.
Este segundo cálculo del PIB nipón ofrece un importante sostíén al Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, y su agresivo programa de reforma económico, bautizado como "Abenomics", despuíés de que Japón entrara en recesión tíécnica en 2014 ante el frenazo brusco del consumo.