Se trata de un trayecto de unos 5.310 kilómetros que conectaría el Atlántico y el Pacífico.
En China parece haberse instalado la fiebre megalómana del ferrocarril. Si hace apenas dos meses anunciaba sus intenciones de construir un túnel bajo el Everest, ahora se ha propuesto abrir una ruta transcontinental de ferrocarril que conecte la costa de Brasil con la de Perú.
Con ese objetivo en mente, entre otros muchos, el primer ministro chino, Li Kegian, mantuvo una reunión el mes pasado con el presidente de Perú, Ollanta Humala, según informó Reuters.
La misión de esta línea sería reducir los costes del transporte de mercancías entre Asia y Sudamíérica. Actualmente, la mayoría de las importaciones chinas tienen que pasar por el Canal de Panamá, un trámite cuyo precio se ha triplicado en los últimos cinco años.
Protección del medio ambiente
Eso sí, la posible construcción de esta ruta, que aún no se ha confirmado, no ha estado exenta de políémica. El problema es que sus posibles trazados atraviesan zonas de gran valor ecológico y la amenaza de su destrucción ha puesto en pie de guerra a grupos ecologistas de todo el mundo.
Uno de ellos, conocido como la Ruta del sur, pasaría por la Reserva Natural de Isconahua y otro, desaconsejado por un estudio de la Universidad de Boston, atravesaría el norte de Perú y pondría en peligro una de las zonas más ricas del mundo en tíérminos de biodiversidad.
Más inversiones chinas
No es la primera vez que China se plantea de realizar o financiar grandes proyectos de transporte en los países latinoamericanos. En 2013, algunas empresas del país negociaron con Ecuador la posibilidad de construir otra línea de tren que atravesara el continente y actualmente otras se encuentran en conversaciones con Colombia para construir otra posible ruta ferroviaria.
De hecho, algunos están ya en fase de construcción. Es el caso del Canal de Nicaragua, en manos de la compañía HKND Group (Hong Kong Nicaragua Canal Development), que tambiíén atravesará el continente y cuenta con un presupuesto de 50.000 millones de dólares.
Por otra parte, las inversiones chinas van más allá de los transportes y el presidente Xi Jinping ha asegurado que el país tiene intención de invertir cerca de 250.000 millones de dólares en diversos proyectos en Sudamíérica durante los próximos 10 años.
Sara H. Asenador