INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Cerberus, Apollo y TPG pujan por los restos inmobiliarios de Bankia con una  (Leído 145 veces)

Eguzki

  • Socio Foxinver
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 26.157
  • Karma: +0/-1
Bankia va a recibir esta semana las ofertas no vinculantes por su cartera inmobiliaria, la última mochila de piedras que aún pesa en su abrillantado balance. Cerberus, Apollo, Texas Pacific Group (TPG) y Oaktree están entre los cerca de diez candidatos que han pedido información para presentar sus propuestas por este portfolio al que, no obstante, se le exige una quita próxima cercana al 35%.

Según han indicado fuentes próximas a la transacción, Credit Suisse, banco asesor de la operación, espera recibir en las próximas horas las primeras ofertas no vinculantes por la cartera remanente de ladrillo que aún está en el estómago de Bankia. Las valoraciones iniciales aseguran que los cheques rondan los 2.500 millones de euros, lo que supondrí­a un descuento del 40% respecto a los 4.213 millones de euros brutos al que están tasados en los resultados del primer trimestre de Bankia.

Como el banco dirigido por Josíé Ignacio Goirigolzarri ya ha provisionado 1.308 millones sobre la cifra inicial al que los inmuebles terminados, los que están en construcción y los suelos fueron valorados cuando salieron a la venta años atrás, el precio neto son 2.905 millones de euros. De esta cantidad, 2.161 millones, la partida más importante, proceden de la financiación para la adquisición de viviendas, es decir, de pisos y casas embargados por impagos.

Pero, pese a este reconocimiento de píérdidas por parte del equipo gestor de Bankia, los potenciales compradores estiman que la tasación de este portfolio deberí­a ser menor. Según sus cálculos, la valoración ronda los 2.500 millones, lo que supondrí­a una quita del 40% sobre el importe original y del 14% adicional sobre el precio al que el banco público la tiene registrada en su balance.


Credit Suisse, banco asesor de la operación, espera recibir en las próximas horas las primeras ofertas no vinculantes por la cartera remanente de ladrillo

En consecuencia, si este fuera el valor final de la venta, Bankia deberí­a hacer unas provisiones adicionales de 400 millones. No obstante, fuentes próximas a la institución matizan que estas valoraciones iniciales son sólo una aproximación, una referencia para los inversores que vayan a pujar por adquirir esta cartera, los cuales deberán ofrecer una prima para ganar la subasta.

Trocear para ganar más

Más aún, las mismas fuentes indican que Goirigolzarri no va aceptar ninguna oferta que estíé por debajo de los 2.905 millones netos a los que están valorados los inmuebles por un asesor independiente, ya que en su opinión ya registran la caí­da del valor de los pisos y del ladrillo desde el pinchazo de la burbuja.

Esta percepción tiene dos lecturas muy dispares. La primera es que la cartera está compuesta por lo que se considera la morralla inmobiliaria, por lo que los activos tienen un valor mucho menor. La segunda es que, dado el gran interíés de los fondos institucionales por invertir en el ladrillo, no se descarta que alguno se acerque a los 3.000 millones que pide Bankia para desprenderse de esta ríémora.
Fuentes próximas a la operación aseguran que los actuales dueños de las carteras de Santander –Apollo–, de Bankia –Cerberus–, de CaixaBank –TPG–, más otros fondos como Oaktree, Starwood, Goldman Sachs y Blackstone presentarán ofertas esta semana. Loan Star, que recientemente compró la inmobiliaria de Kutxabank por 1.900 millones, tambiíén ha pedido la documentación, si bien fuentes próximas a la firma aseguran que finalmente no pujará.

No obstante, no se descarta que, si las propuestas no alcanzan la cifra esperada por Bankia, la cartera se trocee para sacarle el mayor ríédito posible. Una operación que, en cualquier caso, será beneficiosa para el banco participado por el Estado porque le ahorrará capital al desconsolidar la cartera y gastos por el mantenimiento de las viviendas.

Agustí­n Marco