EFE
Espírito Santo Hotíéis, la empresa a travíés de la que el colapsado Grupo Espírito Santo (GES) controlaba la cadena de hoteles de lujo Tivoli, fue declarada insolvente despuíés de que no consiguiera llegar a un acuerdo con sus acreedores.
La sentencia, emitida el lunes por el Tribunal de la Comarca de Lisboa, se divulgó hoy a travíés del portal del Ministerio de Justicia luso.
Los acreedores tienen ahora un plazo de 30 días para poder reclamar sus deudas y el próximo 8 de septiembre se celebrará una asamblea de acreedores para valorar el informe de insolvencia.
Según una lista publicada a finales de febrero, el principal acreedor de la compañía es el banco Montepio, con críéditos por valor de 60 millones de euros, más de la mitad de la deuda total de la empresa, que asciende a 106 millones.
Espírito Santo Hotíéis controlaba la cadena Tívoli, que cuenta con doce unidades hoteleras en Portugal y dos en Brasil.
Tívoli Hotels & Resorts está inmersa en su propio proceso de reestructuración, que se desarrolla de forma independiente a la insolvencia de Espírito Santo Hotíéis.
En el ámbito de este proceso, a principios de año la empresa tailandesa Minor adquirió los dos hoteles de la cadena en Brasil y otras cuatro unidades en Portugal.
El GES estaba integrado por dos ramas, una no financiera con intereses en diferentes sectores, como la sanidad, el turismo y el negocio inmobiliario, en la que estaba Espírito Santo Hotíéis, y otra financiera.
La caída del grupo fue uno de los motivos que llevó a la resolución del Banco Espírito Santo (BES), que dio lugar a "Novo Banco", entidad recapitalizada con un críédito de 4.900 millones y a la que se destinaron los activos saludables del antiguo BES.