Por... Elisabetta Povoledo
En Gangi están regalando casas. La condición es que en un periodo de cuatro años sea remodelada, pues las viviendas están en muy malas condiciones. La oferta está atrayendo a quienes buscan una casa para los fines de semana en un lugar tranquilo y esta población de 7 mil habitantes lo ofrece.
¿En busca de un hogar? Un poblado siciliano está haciendo una oferta difícil de rechazar: Está regalando casas.
Hay una condición, naturalmente: Las propiedades en Gangi, pintoresco poblado central que yace a horcajadas de las montañas Madonie, por lo general están dilapidadas, algunas abandonadas varias generaciones atrás.
Las estructuras dan nuevo significado al tíérmino ''para reparar’', y cualquiera que adquiera una de las propiedades tiene solamente cuatro años para restaurarla y volverla habitable.
Sin embargo, la oferta ya ha atraído a docenas de cazadores de residencias para vacaciones de todo el mundo, al tiempo que el novel enfoque de Gangi por un resurgimiento ha traído nuevas oportunidades a constructores locales y trabajadores especializados, vigorizando al turismo.
''Para nuestra mentalidad siciliana, Gangi era considerado demasiado lejos del mar’' para tener atractivo turístico, dijo Giuseppe Ferrarello, el alcalde del poblado, que yace en un ventoso camino entre Palermo y Catania que sacude el estómago.
La iniciativa de vivienda, dijo, más bien ''puso en marcha un mecanismo que era inconcebible antes para una ciudad en el centro de Sicilia’', donde los pueblos se han encogido a la par de las menguantes perspectivas económicas de la región.
Gangi tenía alrededor de 16 mil habitantes en la díécada de los 50, dijo el alcalde. Hoy día alberga a casi 7 mil personas.
Olas periódicas de emigración desde Gangi empezaron al final del siglo XIX, impulsadas menos por penuria económica, que ''era endíémica de las montañas Madonie’', y más por agentes de trasatlánticos que vendían la perspectiva de una vida mejor en Estados Unidos, dijo Marcello Saija, el director de una red de museos de emigración en Sicilia.
Gangi
En la díécada de 1890, un pueblo cercano a Gangi no tenía menos de tres agentes representando a diversas empresas de embarques ''presionando por la emigración’', dijo Saija. ''No es que la situación económica fuera excelente, por el contrario. Sin embargo, lo que determinó su salida fue el atractivo del sueño americano’'.
Registros de la isla Ellis muestran que alrededor de mil 700 residentes de Gangi desembarcaron en Nueva York entre 1892 y 1924, destacó. A partir de los años 30 y 40, Argentina se convirtió en el destino preferido.
Muchos hogares familiares que terminaron abandonados fueron los denominados pagglialore típicos de este poblado. Las estructuras bajas parecidas a torres albergaban burros en la planta baja con la paglia, o paja. Las gallinas y cabras eran guardadas en el piso intermedio. La familia del agricultor vivía hasta arriba.
Estas estructuras están ahora entre aquíéllas que la ciudad ha proporcionado, con el gobierno local actuando como algo similar a un corredor de bienes raíces, facilitando la convergencia de la considerable oferta del poblado de moradas abandonadas y la creciente demanda.
Algunas han sido regaladas, otras vendidas a precios nominales. Los dueños deciden.
La comunidad ha dado un crucial paso más lejos, aligerando la intrincada burocracia, a menudo enrevesada, que acompaña a la compra y renovación de una residencia en Italia, simplificando radicalmente los procedimientos para permisos y otras autorizaciones.
''Lo que más preocupa a la gente es la burocracia, pero nosotros no vendemos una casa y dejamos sola a las personas’', dijo Alessandro Cilibrasi, agentes de bienes raíces en la localidad que ayuda al municipio en la iniciativa.
REVISAR EL ESTATUS DE LA PROPIEDAD, ACONSEJAN
Un sitio en línea para inversionistas británicos, shelteroffshore.com, aconseja a quienes buscan comprar que busquen asesoría de abogados de habla inglesa o que no sean italianos bien versados en la legislación siciliana; si la propiedad ha sido heredada a travíés de generaciones, ''la senda a la propiedad no es clara’', y pudiera haber impuestos pendientes, o deudas y príéstamos.
Los costos de construcción y renovación tambiíén pueden ser altos. ''Sicilia no es para todos’', advierte el sitio en internet.
Pero, hasta ahora, la respuesta de Gangi a la despoblación ha tenido más íéxito que los recientes planes de otros lugares. Más de 100 casas han sido regaladas o vendidas por debajo de su valor en el mercado.
Hace pocos años, el poblado siciliano de Salemi anunció con gran fanfarria que vendería edificios destruidos en un sismo de 1968 por un euro cada uno. Sin embargo, el poblado nunca dio seguimiento a esto, dijo el alcalde actual, Domenico Venuti, quien quiere revivir el proyecto.
''Sin embargo, no queremos hacer ningún anuncio oficial hasta que tengamos algo que ofrecer’', agregó. Carrega Ligure, pueblo en la región de Piamonte que registró un descenso poblacional de dos tercios, quedando en 900 habitantes durante el siglo pasado, tambiíén intentó ceder edificios abandonados para repoblarse, ''y tambiíén reunir un poco de dinero a travíés de impuestos’', dijo un exalcalde, Guido Gozzano.
Sin embargo, esos esfuerzos terminaron frustrados por ''enormes problemas burocráticos’', dijo, notando que la expropiación de propiedades podría ''ser sumamente difícil’', particularmente cuando hay varios herederos involucrados.
En cualquier caso, dijo, una vez que alguna administración municipal ganara posesión de un edificio, por ley podía venderse solo a competitivos precios del mercado, no a un precio simbólico. La iniciativa se vino abajo rápidamente.
Gangi ha evitado ese obstáculo al no comprar una sola de las residencias directamente, y actuando solo como mediador entre los propietarios legales y compradores prospectivos. En caso de múltiples herederos que a veces riñen entre sí, ''El Ayuntamiento ha intentado jugar un papel reconciliador’', dijo Ferrarello, el alcalde.
UNA OPCIí“N PARA UNA CASA DE FIN DE SEMANA
Aproximadamente la mitad de los nuevos propietarios en Gangi son sicilianos que estaban buscando apacibles casas de fin de semana, como Michele Di Marco, empresario de Palermo que se sintió atraído por los relajados ritmos del pueblo que se remontan a una íépoca menos freníética.
''Yo amo estos pueblitos que personifican lo mejor de Sicilia en tiempos pasados’', dijo. Incentivos financieros que ofrecieron los gobiernos regionales y nacional contribuyeron a cubrir los costos, notó.
Los nuevos propietarios restantes de residencias son principalmente italianos, aunque tambiíén hay compradores de varios países europeos, y uno de Abu Dhabi, Emiratos írabes Unidos. Muchos han usado a trabajadores calificados de Gangi para que hagan las restauraciones, dándole un considerable impulso a la economía local.
''El efecto secundario es el de emplear a trabajadores locales en un área donde la construcción ha estado estancada durante años’', dijo Girolamo Vitellaro, ingeniero de la ciudad siciliana de Caltanissetta, y una de las primeras personas que recibió una casa. ''Los locales están muy calificados, con habilidades especiales’', y ellos entienden los modelos de construcción típicos de Gangi, destacó.
Existe una considerable lista de espera para las 200 casas restantes, lo cual significa que el Ayuntamiento puede ser más selectivo con respecto a sus residentes.
''No queremos a personas solo porque tengan dinero’', dijo Ferrarello. ''Queremos saber quíé vas a hacer con las casas. Nosotros queremos crear un sistema para Gangi’'.
Se da prioridad a aquellos que quieren fundar una empresa económica dijo, citando a Wendhers SRL, empresa con sede en Florencia que recibió dos residencias sin costo alguno y compró otras siete para crear lo que será un hotel de 22 suites en el centro histórico.
''Hay gran energía en Gangi’', dijo Michele Principe, funcionario de la empresa, en un mensaje de correo electrónico explicando por quíé su empresa había elegido invertir ahí. Gangi tiene una autenticidad que es ''un ingrediente muy difícil de conseguir, muy buscado por los viajeros’', escribió.
Al alcalde le gusta presumir que basta con explotar las bellezas naturales y culturales que el poblado tiene que ofrecer para atraer gente a Gangi. ''Umbría no se compara con Sicilia’', dijo Ferrarello.
Pero, sobre todo, la iniciativa de vivienda es sobre prever.
''Hicimos esto por nuestros hijos, porque amamos nuestro territorio’', dijo Ferrarello. ''Además, queremos que nuestros hijos permanezcan aquí y nunca se marchen’'.