EFE
El presidente de la compañía tecnológica nipona Toshiba tiene previsto dimitir la próxima semana por el escándalo de manipulación continuada de sus cuentas que ascendería a casi 1.500 millones de euros, informó hoy la agencia local Kyodo.
Las irregularidades en la contabilidad recortarían en 200.000 millones de yenes (1.460 millones de euros/1.620 millones de dólares) su beneficio operativo entre 2009 y 2013, según estima un panel de expertos designado por Toshiba para determinar la amplitud de la manipulación y su impacto en los resultados.
El presidente de Toshiba, Hisao Tanaka, en el cargo desde 2013, y su antecesor y actual vicepresidente, Norio Sasaki, tienen previsto presentar su dimisión antes del día 21, cuando se conocerán las conclusiones de este panel independiente, señalaron fuentes de la compañía a Kyodo.
Por su parte, las autoridades niponas de regulación financiera tambiíén están siguiendo el caso y podrían imponer sanciones a Toshiba en función de la magnitud de la manipulación, informó por su parte el diario nipón Nikkei.
La empresa nipona anunció el mes pasado una revisión a la baja de su beneficio operativo entre los ejercicios 2009 y 2013 de más de 50.000 millones de yenes (365 millones de euros/405 millones de dólares), debido a las irregularidades detectadas en la contabilidad sobre proyectos de infraestructuras.
Más de la mitad de este "agujero" en sus cuentas corresponde al ejercicio 2013, un año en que su beneficio neto quedaría recortado en un 30 por ciento, hasta los 35.800 millones de yenes (261 millones de euros/289 millones de dólares).
No obstante, el recorte total sobre los beneficios operativos de la empresa entre 2009 y 2013 ascendería a 200.000 millones de yenes, confirmaron fuentes del panel independiente al antes citado diario económico.
La manipulación de las cuentas consistió en registrar en el ejercicio siguiente los costos del segmento de infraestructura de la empresa, así como en sobreestimar los beneficios operativos en esta rama y en las de televisores, semiconductores y ordenadores portátiles.
Algunos empleados de la empresa han señalado las "presiones" que sufrían por parte de la cúpula directiva para que las cuentas cuadraran con los objetivos fijados, mientras que Tanaka y Sasaki han negado haber incitado a ningún tipo de prácticas ilegítimas, según recoge Kyodo.
Este nuevo escándalo de "ingeniería financiera" recuerda al de la compañía de óptica e imagen nipona Olympus, que falsificó sus cuentas durante cinco años hasta 2010, e hinchó los activos en 41.600 millones de yenes (303 millones de euros/336 millones de dólares) hasta los 117.800 millones de yenes (859 millones de euros/954 millones de dólares).