EFE
El Senado de EEUU dio este lunes un paso adelante para volver a autorizar las actividades del Banco de Exportación e Importación (Eximbank), una agencia de críédito gubernamental que financia compras de países extranjeros a empresas de EEUU para fomentar la exportación.
El futuro del banco se encuentra en el limbo desde el pasado 30 de junio, cuando expiraba la autorización de la entidad para operar y el Congreso, liderado por el Partido Republicano, no la renovó por la oposición de parte de la mayoría conservadora y de algunos de los demócratas más escorados a la izquierda.
Quienes se oponen a la reautorización del banco, ya sea desde la derecha o desde la izquierda, consideran que se trata de un organismo gubernamental pagado por todos los contribuyentes que sólo beneficia a las grandes corporaciones al ayudar a compradores extranjeros a adquirir sus productos.
Se da la curiosa circunstancia de que en esta posición coinciden políticos en sus antípodas ideológicas como el aspirante a la candidatura republicana para 2016, Ted Cruz, abanderado del Tea Party y contrario a lo que considera "excesos" del Gobierno federal, y el aspirante demócrata Bernie Sanders, autoproclamado socialista y muy beligerante con las grandes corporaciones.
En cambio, aquellos legisladores más cercanos a posiciones moderadas y más asimilados con el "establishment", tanto del Partido Republicano como del Demócrata, apoyan en su mayoría la reautorización del Eximbank, al considerarlo bueno para la economía y la competitividad del país.
En la votación realizada a última hora del lunes fue precisamente esta facción moderada la que se impuso en el Senado y, por 64 votos a favor y 29 en contra, sacó adelante una enmienda que facilita el camino, por lo menos por el momento, a la reautorización del banco.
Lo que ha aprobado el Senado, de hecho, es que la reautorización se integre en un texto más amplio referente a la concesión de fondos federales para construir y reparar carreteras y puentes en todo el país, por lo que ambas medidas se votarán conjuntamente y, previsiblemente, saldrán adelante en la Cámara Alta.
Sin embargo, si esto ocurre, el texto todavía debería ser aprobado en la Cámara de Representantes, donde los legisladores (por lo general con un perfil ideológico más marcado que los del Senado) podrían poner trabas y evitar que saliese adelante.
De hecho, el líder de la mayoría republicana en la Cámara, Kevin McCarthy, ya avisó de que ni tan siquiera tendrían en consideración el proyecto que saliese del Senado, lo que volvería a dejar en el aire el futuro tanto del Eximbank como de los fondos para infraestructuras.