Por... RICHARD BRANSON
Muchas personas me hablan un poco de su idea para un negocio y me preguntan si será un íéxito, pero se requiere mucho más que eso. Ser emprendedor es una de las profesiones más difíciles y desafiantes que una persona pueda elegir, y es muy complicado predecir a quiíén le irá bien.
Si estás pensando en lanzar una empresa, he aquí un cuestionario para ayudarte a valorar si estás listo para la aventura que tendrás por delante:
1. ¿Le dices a todos que eres un emprendedor?
Los emprendedores rara vez tienen tiempo de anunciar al mundo que son emprendedores; están demasiado ocupados y enfocados en su trabajo para preocuparse por la manera en que los perciben.
Los emprendedores tienen que confiar en sus instintos y negarse a rendirse cuando su audaz nueva idea sea atacada como inviable
2. ¿Estás trabajando en tu negocio de tiempo completo o ese es tu objetivo?
El emprendimiento no es un papel de medio tiempo o un relleno entre empleos asalariados. Estás dedicado a ello con el objetivo de hacer de tu negocio un íéxito o no sobrevivirás a largo plazo. Si la seguridad laboral y los horarios de trabajo regulares son importantes para ti, ¡entonces este no es para ti!
3. ¿Quíé te motiva a lanzarlo?
No eres un emprendedor si estás lanzando tu negocio estrictamente por el dinero. Es cierto que todos necesitamos ganarnos la vida y si permaneces enfocado y le dedicas esfuerzo algún día podrías ganar mucho dinero, pero no puede ser tu motivación principal.
4. ¿Cuáles son tus objetivos?
Los emprendedores generalmente no inician con visiones de crear corporaciones enormes. Yo no tenía planes de crear una compañía mundial más de lo que Steve Jobs imaginó que Apple se volvería cuatro veces más valiosa que General Electric. Me dispuse a hacer música y Steve quería construir computadoras. Prácticamente a eso se resumía todo.
5. ¿El temor al fracaso te impide poner a prueba tus ideas?
Los emprendedores no tienen miedo al fracaso, sino que más bien aprenden de íél y siguen adelante. Algunos de los mayores perturbadores que el mundo empresarial ha visto pasaron por la bancarrota en pos de sus sueños, como Henry Ford y Walt Disney.
6. ¿Te preocupa lo que la gente piensa de ti?
Como agregado a la pregunta 5, el sentido emprendedor requiere de una piel gruesa y una alta capacidad para tolerar la incomodidad. Si tienes problemas con el riesgo o las críticas, entonces no deberías meterte en los negocios. Y eludir la culpa no es una opción. En los primeros días de tu negocio el rechazo no puede caer más que en ti, así que necesitas manejarlo.
7. ¿Te gustan los reflectores?
Tienes que ponerte al frente. Si no estás preparado para dar un paso adelante y ser el rostro de tu compañía de vez en cuando, estarías mejor trabajando para alguien más. No te preocupes, si un desertor del bachillerato, tímido y dislíéxico como yo pudo superar su terror a hablar en público, entonces cualquiera puede.
8. ¿Tus empleados tienen que hacer todo a tu modo?
Si eres del tipo de administrador que quiere que las cosas se hagan “a mi manera o te vasâ€, entonces nunca vas a ser un emprendedor; la capacidad de delegar y de colaborar son rasgos clave.
9. ¿Crees en ti mismo y en tus ideas?
Los pensadores perturbadores rara vez proponen ideas que son instantáneamente comprendidas por todos a su alrededor. Deben tener una confianza inquebrantable en sus propias convicciones... y hasta más. Los emprendedores tienen que confiar en sus instintos y negarse a rendirse cuando su audaz nueva idea sea atacada como inviable, a menudo por razones muy sensatas. Los que creen en la sabiduría popular no deberían participar.
En 1983, cuando Virgin Records era nuestro principal negocio y yo estaba trabajando en iniciar una aerolínea trasatlántica, si hubiera puesto atención a las escandalizadas afirmaciones en el sentido de que yo estaba “totalmente locoâ€, entonces Virgin Atlantic Airways nunca habría existido. ¡Eso no significa que estuvieran equivocados!
Cualquiera que sea la industria, se requiere una enorme cantidad de espíritu emprendedor, hambre, deseo, valor y algo de locura al estilo de David para tomar una honda y competir con los afianzados Goliat de la industria. Lo cual me lleva a la pregunta 10.
10. ¿Estás un poquito loco?
Si no, quizá no estíés hecho para la vida de un emprendedor. Hay muchas formas gratificantes y muchas menos traicioneras de ganarse la vida, pero pocas son la mitad de divertidas.