En el caso de Brasil, Moody's considera que va a sufrir una dura recesión en torno al 2% este año debido a la crisis provocada por la petrolera Petrobras y a las subidas de tipos. Para el próximo ejercicio espera un crecimiento cero. Y avisa de que las cosas pueden ser todavía peores si hacemos caso a indicadores como la producción industrial o las ventas minoristas. En el lado positivo, la producción de petróleo se está recuperando... pero se ve anulada por el desplome de los precios.
Aunque Moody's cree que las peores cifras de PIB serán las del segundo trimestre por el impacto del escándalo Petrobras, no espera una mejoría en los dos próximos trimestres. La razón es que la política monetaria va a seguir endureciíéndose para frenar una inflación que se sitúa muy por encima de los objetivos del banco central. A todo esto hay que sumar el nuevo escándalo político con acusaciones de financiación ilegal del partido de la presidente Dilma Rousseff. Brasil es el principal mercado del Santander, y tambiíén tiene una importancia capital para Repsol, Telefónica, Iberdrola, Iberia, Amadeus, Acerinox o Abengoa.
En el caso de Míéxico, las cosas están bastante mejor que en Brasil. Aun así, Moody's ha rebajado sus previsiones de crecimiento al 2,3% para este año y al 3% para el próximo. Aquí el petróleo tambiíén es el principal responsable del empeoramiento de perspectivas, ya que a la caída de precios se suma un descenso de la producción estimado en el 7,2% en 2015. Las privatizaciones de nuevos campos no bastarán para contrarrestar este efecto a corto plazo. En Míéxico el otro problema no son los tipos, sino los ajustes fiscales -es decir, los recortes de gasto- que van a llevar al país a tener un superávit primario (sin contar el servicio de la deuda) del 0,9% del PIB este año pese a anunciar importantes inversiones en infraestructuras.
El país azteca tiene en su mano bajar los tipos de interíés para contrarrestar estos efectos, pero la agencia de rating advierte de que tiene su campo de actuación limitado por la depreciación que provocaría en el peso frente al dólar, ya que en EEUU los tipos van a empezar a subir. Precisamente del gigante del Norte vendrá la recuperación de 2016, cuando la economía norteamericana gane tracción y arrastre a las exportaciones mexicanas (las ventas a EEUU suponen el 25% del PIB). Míéxico es especialmente importante para BBVA, constructoras como ACS, OHL o Acciona, las elíéctricas, Mapfre, Repsol e Inditex.
China, Grecia y EEUU, las grandes amenazas
Moody's no rebaja sus estimaciones para el crecimiento del G20 (las 20 mayores economías del mundo), sino que las mantiene en el 2,7% para este año y en el 35 para el próximo. Ahora bien, advierte de que los países más avanzados no serán capaces de volver a crecer a los niveles anteriores a la crisis al menos en los próximos cinco años, lo que supone un cuadro bastante deprimente.
Es más, las cosas pueden ser todavía peores si se concretan algunos de los grandes riesgos que planean sobre la economía mundial. El primero es "una corrección violenta o duradera de los precios de los activos en China", en especial de la bolsa y del sector inmobiliario. El segundo es "una respuesta desordenada a la esperada subida de tipos por parte de la Reserva Federal". Y el tercero consiste en la salida de Grecia de la zona euro, un escenario que considera posible pese a la reciente firma del tercer rescate del país heleno
E. Segovia