Cifras de recesión
Publicado en Expansión por M.Valverde
Una de las características de la actual crisis económica es la rapidez y la violencia del deterioro del mercado de trabajo. En el último año, desde que en agosto de 2007 empezaron a extenderse por todo el mundo las consecuencias de la crisis financiera de Estados Unidos, el paro en España, que tiene su propio problema con la debacle de la construcción, ha aumentado en 800.000 personas, y la ocupación ha descendido en 164.300.
Si echamos la vista atrás, en 1993, el año de la última recesión económica, el paro aumentó en ese ejercicio en 656.000 personas, desde 3.161.000 a 3.817.000, y se destruyeron 400.000 empleos. Como el mercado de trabajo tarda un tiempo en notar los efectos de la evolución de la actividad, ambas variables fueron creciendo hasta que empezó la recuperación a finales de 1994 y principios de 1995. En su cota más alta, en el cuarto triimestre de 1994, la tasa de paro llegó a alcanzar el 24,55% de la población activa, con 3.856.700 personas.
El mercado de trabajo, la población y la estructura de la economía han cambiado mucho desde entonces. Con el fuerte aumento de la población, debido a la inmigración, no hace falta llegar a la tasa de paro del 24,55%, para alcanzar la misma cifra absoluta de desempleados a lo largo de 2009, que el Gobierno y todos los analistas pronostican que va a ser peor que este. La cifra total de parados ya es de 2.600.000, con un crecimiento anual del 45%.
En consecuencia, el problema no está sólo en el mercado de trabajo, sino tambiíén en la crisis social que puede generarse con el crecimiento del paro y en la capacidad financiera que pueda tener el sistema de protección para responder a la situación. Todo lleva a pensar que los presupuestos de 2009 están obsoletos antes de que entren en vigor