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Autoridades chinas buscan concentrarse en su política demográfica antes que en el PIB como próximo programa de desarrollo nacional ante el desplome de la tasa de fertilidad y sus consecuencias en la erosión de la reserva de mano de obra.
Hace 36 años, el gobierno chino consideraba que la tasa de natalidad de casi 3 hijos por mujer representaba un freno para el crecimiento. (Bloomberg)
Ante la bomba de tiempo demográfica que amenaza el avance económico de China, el presidente Xi Jinping está analizando trasladar su prioridad al crecimiento demográfico, según una persona al tanto de las discusiones.
Los planificadores económicos de Xi podrían, por primera vez, poner el acento en las “políticas demográficas†antes que en el producto interno bruto en el próximo programa de desarrollo nacional, dijo la persona, que pidió no ser identificada dado que las conversaciones son privadas. Este objetivo sienta las bases de una serie de cambios de ríégimen en relación a la salud, las pensiones, la seguridad social y posiblemente la supresión de los límites sobre la cantidad de hijos que pueden tener algunas familias, dijo la persona.
A tres decenios de iniciado el auge industrial que generó la segunda economía más grande del mundo, China lucha por enriquecerse antes de envejecer. La población activa se contrajo por primera vez en al menos dos díécadas el año pasado conforme el crecimiento se frenó, repitiendo la regresión de Japón a fines de los años 1990. Como parte del cambio, el partido podría rebajar su meta rígida de crecimiento de 7 por ciento hasta un rango entre 6.5 por ciento y 7 por ciento y convertirla en una pauta flexible, dijo la persona.
Mu Guangzong, profesor del Instituto de Investigación Demográfica en la Universidad de Pekín, dijo que evitar el mismo destino requiere una acción inmediata para flexibilizar las limitaciones de los nacimientos y fortalecer la red de seguridad social para las personas mayores.
“La reforma viene demasiado retrasada y ha sido demasiado cautaâ€, dijo Mu. “Debemos pasar de restringir los nacimientos a alentarlos lo más pronto posible. Debemos concluir un cambio completo de la política demográficaâ€.
POLíTICA DE UN SOLO HIJO
La política de “un solo hijoâ€, que limita a la mayoría de las parejas a uno o dos hijos dependiendo de los antecedentes íétnicos y el lugar donde viven, fue una piedra angular de los esfuerzos del difunto líder Deng Xiaoping para reformar la economía. Cuando se adoptó dicha política hace 36 años, la idea era que la tasa de natalidad de casi 3 hijos por mujer representaba un freno para el crecimiento.
Desde entonces, el límite se flexibilizó y las exhortaciones a eliminarlo totalmente han ganado terreno en tanto la tasa de fertilidad se desplomó y erosionó la reserva de mano de obra. En diciembre de 2013, la legislatura permitió a las parejas tener dos hijos si alguno de los padres era hijo único.
El desafío que enfrenta China está motivando a padres como Feng Yanbin, de 37 años, de Pekín, a dar a su hija un hermano o hermana. El costo de criar un segundo hijo desalentó a Feng y a su marido, pese a estar habilitados para tenerlo.
“Tener un hijo en China es una prueba de la fortaleza económica de una familiaâ€, dijo Feng. “La política cambió, pero la generación más joven en las ciudades todavía debe considerar su situación económica antes de tener un bebíéâ€.