La cirugía psíquica es uno de los fenómenos más políémicos, más investigados y más dudosos de la medicina alternativa. La base de esta práctica curativa es que una persona, llamada a sí misma cirujano, es capaz de operar el cuerpo humano solo con sus manos o con la ayuda de algún objeto rudimentario, como un cuchillo, y con la intervención de entidades espirituales que la ayudan en la tarea.
Lo más común en este tipo de operaciones es la sanación de un órgano luego de haberle extraído el daño, ya sean tumores malignos, coágulos de sangre o cualquier trozoa de piel y sangre, aunque muchas veces no puede determinarse quíé es lo que ha sido extirpado. Para el sanador o cirujano, se trata de aquello que provocaba la enfermedad. Estos curanderos dicen ser capaces tambiíén de realizar trasplantes de órganos, los cuales son generados de la nada, tal y como si se tratase de una materialización.
Los pacientes no suelen experimentar dolor, ni nada más allá de una leve manipulación de la zona en donde el cirujano psíquico remueve sus manos, las cuales se tiñen de sangre. Posteriormente los enfermos no experimentan ninguna molestia, como sería esperado tras ser intervenidos quirúrgicamente, y se recuperan tan rápidamente que pueden salir caminando del lugar en que ha sido intervenido.
Desde 1974 se ha buscado una explicación a este fenómeno que ha conducido a desenmascarar a muchos de los supuestos cirujanos, como grandes fraudes que se aprovecharon de la incredulidad o inocencia de quienes fueron sometidos a sus manipulaciones. Y aquí vale decir manipulaciones tanto físicas como mentales, al ser víctimas del engaño.
Entre los que han investigado este fenómeno, algunos lo consideran cierto, aduciendo que ha sido el descubrimiento de tantos fraudes lo que ha creado una opinión o visión negativa de quienes sí son capaces de operar con sus manos y con intervención divina. Uno de los investigadores que más tiempo ha dedicado a este fenómeno, es George Meek, de la Universidad de Michigan, quien durante más de seis años, buscó una respuesta veraz a lo que ocurría en realidad, llegando a la conclusión de que efectivamente existían bases para estudiar con mayor profundidad, y seriedad, a la cirugía psíquica.
Por otro lado, la Federal Trade Comisión (FTC) en 1974, llevó a cabo su propia investigación en la que dieron testimonio 48 testigos. De acuerdo a ellos los sanadores filipinos llevan a cabo su fraude utilizando bolsas plásticas que contienen sangre y desechos orgánicos.
En este debate surgieron dos cuestionamientos principales: uno de ellos se refería a si sería posible que durante la intervención, el cirujano abriera realmente el cuerpo del paciente o si las operaciones eran simplemente una simulación. La segunda controversia, se refería a si los tejidos y sangre que eran extraídos se correspondían o no con la del paciente. Debido a esto fueron realizados numerosos estudios en diversos países, pero no llevaron a una conclusión definitiva. Para investigadores como Henry Belk, Stanley Krippner, y Andrija Puharich, un fenómeno de características paranormales tiene lugar durante las operaciones.
En opinión del míédico Andrija Puharich los cirujanos psíquicos responden a una serie de características en su mayoría, como por ejemplo, la capacidad de diagnosticar las enfermedades, lograr una sanación por medio de la imposición de manos, anestesiar al paciente sin el uso de ningún fármaco ni nada que pueda inducirla por una vía externa, ignorar los principios de asepsia y esterilización en sus manos, la zona a operar y la habitación en que se realiza, así como trabajar con un supuesto guía espiritual que sería su auxiliar en las operaciones. Así mismo, de ser cierta la cirugía psíquica, tambiíén serían capaces de regenerar tejidos y órganos, al igual que realizar trasplantes exitosos.
Miles de enfermos que han sido sometidos a esta práctica la consideran no sólo real, sino milagrosa, ya que para ellos ha tenido excelentes resultados al devolverles la salud. Para otros, no se trata más que de un efecto placebo, más aún luego de las investigaciones publicadas por el Instituto de Ciencias Noíéticas, en el cual el mayor número de pacientes sometidos a un efecto placebo resultaron curados de su afección, que en ese caso se tratable una angina de pecho.
El interíés del público en este fenómeno se despertó a raíz de una visita realizada por un equipo míédico en 1970 a Brasil, con la intención de estudiar de cerca a Arigó, conocido cirujano psíquico de este país. Uno de los integrantes de este equipo era el anteriormente nombrado Dr. Puharich, quien dio testimonio de que Arigó era capaz de diagnosticar con solo observar al paciente. Aún cuando muchos intentaron disimular sus síntomas o fingir otros, no lograron engañar al cirujano. Los investigadores pudieron examinar fotografías y películas de intervenciones llevadas a cabo por Arigó, así como presenciar algunas operaciones sencillas. En una de ellas pudieron verlo introducir una navaja en la córnea de un paciente, cortarla en pocos segundos y extraer el cuchillo sin ninguna molestia para la enferma. En todos los casos, las heridas sanaban inmediatamente y el paciente no experimentaba molestia alguna.
Los más conocidos cirujanos psíquicos provienen de Brasil y Filipinas, aunque en otros países, como Estados Unidos, tambiíén se ha registrado el fenómeno, pero muchos de ellos no pasaron de ser un evidente fraude. Aún así, muchos consideran que operaciones realizadas por otros, como Alex Orbito, Tony Agpaoa o Ze Arigó, son reales, y demuestran que detrás de la cirugía psíquica existe algún fenómeno que valdría la pena continuar investigando.