Comprar y vender acciones en bolsa podría tener un coste cero para el inversor minorista. Es lo que pretende el bróker holandíés DeGiro, que abre una nueva guerra en la industria con la creación de una plataforma de trading gratuita, despuíés de aterrizar en el mercado español el año pasado con unas tarifas muy inferiores respecto a las que mantienen otras entidades. La intención de la firma es poner en marcha, dentro de los próximos 12 meses, un sistema online en el que los inversores podrán operar con acciones sin ningún tipo de comisión.
La nueva plataforma se lanzará en 20 países diferentes, entre los que se incluye España, donde podría entrar en funcionamiento en un periodo inferior a un año. El inversor particular ya podrá registrarse a travíés de una invitación y, una vez puesta en marcha, los suscriptores podrán comprar y vender acciones, sin coste alguno, de las 1.500 mayores empresas del mundo. No habrá ningún límite para el número diario de operaciones.
La operativa gratuita, eso sí, se restringirá en un principio a las acciones de compañías. Pero la firma aspira a ir más allá en los próximos años, ya que su objetivo es ampliar el trading gratuito a otro tipo de activos. El director de DeGiro, Gijs Nagel, asegura que "para ciertos tipos de operativa puede y debe no haber coste alguno". "Si la industria echa la vista para atrás en 10 años, la idea de haber pagado jamás por el trading online será absurda", sentencia Nagel.
¿Cómo puede ser viable para una entidad no cobrar al cliente ni un solo cíéntimo por estas transacciones? La clave para que surja una plataforma hasta ahora nunca vista en España, en la que no se cobrarán ni comisiones de custodia, ni de compra, ni de mantenimiento, radica en la publicidad. El bróker holandíés pretende sostener este nuevo modelo únicamente a travíés de los ingresos publicitarios.
Además de la compra y venta de acciones de grandes compañías, la nueva plataforma -bautizada como DeZiro- ofrecerá productos cotizados como ETF's (fondos cotizados), títulos de small caps y derivados a unas tarifas "minúsculas", según señala la propia firma.
La entidad permitirá al inversor establecer niveles de stop en sus posiciones, algo relativamente novedoso en la firma, que hasta hace poco tiempo no daba esta posibilidad con los títulos españoles mientras que sí lo estaba ofreciendo el resto de brókeres. DeGiro decidió introducir en julio esta opción, a demanda de los inversores, para el mercado español. Hasta ese momento únicamente lo permitía en los valores cotizados en Euronext y en los próximos meses su intención es ampliar la posibilidad de fijar niveles de stop para el mercado estadounidense.
Se abre la veda
Desde que DeGiro entrase en España con el propósito de dinamizar este mercado, en septiembre de 2014, entidades como ING Direct han intentado seguir sus pasos y reducir tambiíén el coste de sus operativas. Así, al calor de la competencia que su movimiento supuso para el resto del sector, el Bróker Naranja es el único que de momento optó por reducir en abril sus tarifas de compraventa de acciones y ETF's, que pese a todo continúan siendo más elevadas de las que pretende aplicar DeGiro.
A día de hoy, operar en bolsa española a travíés de la plataforma de ING implica un coste de 8 euros para operaciones de hasta 30.000 euros y del 0,2 por ciento para las que superen dicha cifra. Eso sí, no aplica tampoco comisión de custodia ni de mantenimiento a diferencia de otros brókers.
Sea más elevado o menos, todos establecen un peaje por comprar o vender en bolsa. Desde brókeres como Self Bank, que requieren 3,95 euros para órdenes en mercados nacionales de hasta 1.500 euros y de 8,98 euros para importes entre 6.000 y 60.000 euros; hasta el que imponen los bancos tradicionales. Entre estos últimos, por ejemplo, BBVA cobra 10 euros para cantidades de entre 2.000 y 20.000 euros -y todo lo que exceda dicha cantidad, aplica otro 0,25 por ciento adicional-. A ello, hay que sumar los gastos de administración y custodia: 0,20 por ciento al año en mercados nacionales, con un mínimo de 9,02 euros.
Pero la nueva apuesta de DeGiro rompe con el modelo actual tambiíén por no establecer diferencias entre mercados. Es decir, que el inversor pagará lo mismo por comprar un título nacional que uno estadounidense. Algo impensable en la actualidad
Lo normal entre los brókeres actuales es que establezcan un coste diferente en función del mercado al que pertenezcan los títulos con los que el inversor quiera operar, siendo siempre el coste de las acciones extranjeras más caro. Así, por ejemplo, en Self Bank se precisan 14,95 euros por operación para importes de hasta 50.000 dólares en valores del Nasdaq y del mismo importe para operaciones de hasta 10.000 euros para acciones de Alemania, Francia, Holanda o Reino Unido. Casi el doble de lo que pide para mercados nacionales.
Isabel Blanco / Cristina García
