Todo se torció la primera semana de agosto. Fue en esas fechas cuando Corporación Financiera Alba decidió levantarse de la mesa de negociaciones por Torre Espacio, el emblemático rascacielos que Grupo Villar Mir puso en venta a principios de junio, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo en la letra pequeña del contrato.
La decisión de la familia March de retirarse del proceso ha obligado al hólding dueño de gigantes como OHL, Fertiberia y Ferroatlántica a tener que rehacer sus planes, ya que estos pasaban inicialmente por una venta rápida, muy rápida, con septiembre como fecha límite, y un precio objetivo de 650 millones de euros.
El propio Juan Miguel Villar Mir quiso destapar ayer sus cartas al afirmar públicamente, aprovechando una rueda de prensa relacionada con la ampliación de capital de OHL, que no tenía prisa por deshacerse del rascacielos. Esto es, lo que parece es que ya no tiene tanta prisa.
En este sentido, el empresario, que está siendo asesorado en este proceso por Aguirre Newman, ha ampliado el plazo hasta final de año y ha puesto en marcha una segunda ronda de ofertas, dirigida a tratar de alcanzar el importe que se ha marcado como reto.
Según ha podido confirmar El Confidencial con fuentes del mercado, entre los interesados en esta nueva fase figuran algunos de los invitados en la primera, como Pontagadea -el brazo inversor de Amancio Ortega- y los fondos alemanes Deka y Patrizia; junto a nuevos actores, como Invesco, uno de los mayores vehículos de inversión de la bolsa española.
Aunque Villar Mir insistió ayer en que su grupo no necesita el dinero de la venta de Torre Espacio para suscribir su parte de la ampliación de OHL, el nuevo calendario le sigue permitiendo destinar a este fin la inyección que obtenga del rascacielos, ya que se prevíé que la liquidación de la ampliación de capital de la constructora será a finales de año.
Para mantenerse por encima del 50% del capital, como se ha comprometido, Grupo Villar Mir necesitará un desembolso de entre 400 y 500 millones de euros en la ampliación de mil millones de euros que ultima llevar a cabo OHL. Para afrontar esta cuantiosa cifra, el hólding ha tenido desde el principio en la recámara la venta de Torre Espacio, un rascacielos que aspira a vender muy por encima de los 500 millones en que, de media, lo valora el mercado.
La clave para elevar la puja está en el alquiler que se garantiza a firmar el propio Grupo Villar Mir, principal inquilino, con más del 50%. Entre los caramelos que ha ofrecido está una renta de 35 euros el metro cuadrado de oficina y 150 euros por plaza de aparcamiento. Sin embargo, este diseño de operación, claramente financiera, puede modificarse con la segunda ronda que acaba de abrirse.
Ruth Ugalde