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La reciíén tomada decisión de la Reserva Federal estadounidense (Fed) de mantener las tasas de interíés puede tener una fuerte influencia en los bancos centrales del mundo, señalan hoy analistas.
Esos exámenes tienen en cuenta que la Fed sostuvo las mismas tasas de referencia entre cero y 25 por ciento, idíénticas desde hace siete años.
Insisten las versiones en que esa decisión puede forzar nuevas medidas de los bancos centrales de otros países para proteger a sus propias monedas.
Este sábado, la mayoría de los medios de prensa económicos coinciden en dichas opiniones en sus comentarios sobre mercados.
La Fed aplazó para más adelante una medida que algunos esperaban para esta semana, con sus consabidos efectos sobre el dólar.
Al cierre de la última sesión de mercado, luego de tener en cuenta el criterio de la Fed (anunciado el jueves) el euro cotizó a 1,1303 dólares. Hace un año estaba a 1,2922 dólares, aunque comenzó 2015 con un cambio de 1,2003 dólares.
Estos datos frescos de fin de semana inclinan a los analistas a pensar en un desequilibrio posterior que los bancos centrales deben enfrentar.
La apreciación del dólar se intensificó desde mediados del año pasado, cuando los mercados ya asumían que la Fed estaba lista para revisar al alza unas tasas de interíés cercanas al cero por ciento y que no se mueven desde fines de 2008.
En ese caso, el dólar se fortaleció, porque las señales de la economía estadounidense eran firmes, frente a la debilidad que mostraba en Europa, primero, y las que llegaron en los recientes meses desde China.
La decisión perjudica al euro, que a mediados de marzo llegó a cotizarse a 1,05 dólares, muy cerca de la paridad, en un momento de bonanza para la divisa estadounidense, que colocó a la europea en los peores niveles desde 2003 frente al dólar.
