Por... Victor M. Carriba
La estrategia adoptada por Naciones Unidas para el desarrollo sostenible posterior al 2015 iniciará su cuenta regresiva hasta el 2030 cuando concluyan hoy aquí tres días de debates en la Asamblea General de la ONU.
Con la asistencia de más de 150 jefes de Estado y Gobierno, cancilleres y otros altos funcionarios, la máxima instancia del organismo mundial escuchó las grandes esperanzas de los pueblos del mundo para avanzar en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y el cambio climático.
La Agenda para el Desarrollo Sostenible Post-2015 contiene 17 objetivos que buscan el fin a la pobreza y del hambre, la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición, promover la agricultura sostenible y garantizar una vida sana y con bienestar.
Sin embargo, un buen número de gobernantes presentes aquí advirtió sobre la falta de medidas concretas y de los medios necesarios para la implementación de ese programa.
En particular apuntaron la necesidad de una transferencia de recursos financieros y de tecnologías apropiadas en un mundo inmerso en un orden internacional inequitativo, injusto y excluyente.
Al respecto, el presidente cubano, Raúl Castro, alertó que la inestabilidad existente en numerosas regiones tiene sus raíces en la situación de subdesarrollo en que viven dos tercios de la población mundial.
Si queremos un mundo habitable, de paz y concordia entre las naciones, democracia, justicia social, dignidad y respeto por los derechos humanos de todos tendríamos que adoptar cuanto antes compromisos tangibles en materia de ayuda al desarrollo y solucionar el problema de la deuda ya pagada varias veces, sentenció.
Los objetivos acordados por la Asamblea General están dirigidos a lograr una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promover oportunidades de aprendizaje para todos, alcanzar la igualdad entre los gíéneros, empoderar a las mujeres y las niñas y asegurar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
Otros puntos están referidos al acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna, el crecimiento económico sostenido e inclusivo, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente, la industrialización y el fomento de la innovación.
Y en materia de medio ambiente persiguen reducir la desigualdad en y entre los países, lograr ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros y sostenibles, conseguir modalidades de consumo y producción sostenibles, adoptar medidas para combatir el cambio climático y sus efectos.
Asimismo, conservar y utilizar en forma sostenible los ocíéanos, mares y recursos marinos, proteger, restablecer y promover el uso adecuado de los ecosistemas terrestres, entre otras metas en ese campo.
Finalmente abogan por sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos, crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles y revitalizar una llamada Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
No obstante, el proyecto resulta impreciso en cuanto a los medios de implementación de las acciones hacia esas metas, en particular lo referido a la transferencia de recursos financieros y de tecnologías apropiadas en un mundo inmerso en un orden internacional inequitativo, injusto y excluyente.
La agenda post 2015 fue el resultado de más de dos años de negociaciones entre los 193 Estados miembros de la ONU.