DEFENSA contra la intrusión astral.
La íšNICA protección es el CONOCIMIENTO de que hay una gran cantidad de evidencia tanto en la historia, como proporcionada por investigadores científicos del campo de la psiquiatría y la psicología, de que la intrusión astral ES una REALIDAD. SABER que EXISTE y cómo se produce es ya, de por sí un escudo protector. EL CONOCIMIENTO PROTEGE, LA IGNORANCIA NOS PONE EN PELIGRO.
Una conducta inconsistente y errática puede resultar del pase del control del individuo de una EAP a otra.
Este tipo de comportamiento es similar al cambio que se produce entre personalidades alternas en los casos de trastornos disociativos de indentidad o personalidad múltiple.
Un individuo puede detectar un cambio repentino en algún aspecto de su personalidad, en sus intereses, sus inclinaciones, sus deseos, sus ideas y emociones, y sin poder explicarse la razón de semejante cambio.
Puede que íéste se deba a la interferencia de una o varias EAPs que se han adherido a la persona. En este caso los síntomas que se manifiestan repentinamente, como salidos de la nada – pueden ser: la apremiante necesidad de consumir sustancias tóxicas, el inusual desarrollo de un acento extranjero o el conocimiento de otro idioma, patrones de conducta contradictorios, reacciones extrañas ante situaciones familiares, movimientos repetitivos de alguna parte del cuerpo tales como tics o temblores que escapan al control del individuo, síntomas físicos que no poseen una base orgánica, la píérdida del sentido de la identidad, la sensación de que un espíritu o alguna otra entidad ha tomado el control del cuerpo o la mente u ambos, cambios de personalidad desde los más sutiles a los más obvios despuíés de haberse sometido a una cirugía, sufrido un accidente, pasado por una crisis emocional o al haberse mudado de casa.
Una intrusión reciente o una posesión puede causar el deseo desmedido por la comida, las bebidas, las drogas, el sexo, la obsesión por una idea o una persona, el cambio repentino del sistema de creencias, de los intereses, de los gustos, etc. La voz y las expresiones faciales y corporales tambiíén pueden cambiar drásticamente.
La realidad de las EAPs refuta el lema tatan difundido en los últimos años por el movimiento de la Nueva Era de que tú creas tu propia realidad. Esto es una falacia peligrosa y puede desatar un verdadero caos psicológico en la mente de un individuo. A este respecto pueden leer el artículo de “Por quíé TU NO creas tu propia realidad†por Moris Tarantella.
Una persona que sufre la intrusión astral puede tener ideas suicidas que parecieran salir de la nada. Puede experimentar imágenes mentales inexplicables, oír voces, presenciar extraños fenómenos, sentir miedo repentino o tener la sensación de ser observada o perseguidas. Las EAPs tambiíén se manifiestan en sueños y pesadillas. Una EAP puede reactivar la memoria de su muerte en la mente del huíésped haciendo que íéste tenga visiones o sueños con dicha escena.
Tambiíén puede generar emociones asociadas a lugares, situaciones, ideas u otras personas. Es muy importante tener en cuenta que antes de realizar cualquier terapia de vidas pasadas, el terapeuta debe diagnosticar la posible presencia de EAPs.
Una terapia de vidas pasadas realizada sin esta precaución puede resultar en un completo fracaso para aliviar los síntomas del paciente, ya que podría estar tratando la vida de una EAP. Una persona puede creer que está recordando sus otras vidas, cuando en realidad, son las de la EAP.
Si realmente se trata de la vida del individuo, íéste deberá recordar los acontecimientos que siguieron a la muerte, es decir, la luz, la transición a la 5ta densidad conocida como el Bardo por algunos autores- su estancia allí, el proceso de la planificación de la nueva vida, la vuelta a la 3ra densidad, la entrada al cuerpo y el nacimiento.
Si por el contrario, el individuo no tiene recuerdos sobre el proceso posterior a la vida, es probable que se trate de los recuerdos de la EAP. La entidad ha quedado traumatizada por los hechos previos a la muerte por lo que los síntomas del paciente pueden ser los de la entidad. El terapeuta o la persona misma deberán cuestionar los recuerdos hasta encontrar la prueba de que estos son de la persona en cuestión y no los de una EAP.
Por ejemplo, el tiempo o la íépoca en la que transcurre la vida de la EAP pueden no ser los apropiados para los del individuo. La EAP recordará la edad que el huíésped tenía cuando íésta se le unió así como tambiíén las circunstancias de la intrusión.
El propósito de la identificación de EAPs es la de liberar al huíésped de los síntomas que le aquejan. No se trata aquí de resolver los problemas de la entidad al menos que sea necesario para que íésta acepte partir. De lo contrario, la entidad debe resolver sus propios problemas durante la vida y no a travíés del cuerpo y el aparato psíquico de otra persona.
La entidad debe ser liberada guiándola hacia la luz, el terapeuta o la persona que hace la liberación debe asegurarse de que la entidad caiga en buenas manos, es decir, que los guías que acuden a su encuentro provengan de la luz. Es necesario explicarle quíé es lo que va a ocurrirle de modo que se deshaga de los obstáculos que le impiden partir. Una espíritu humano descarnado puede no presentar tantos problemas como uno que tenga dentro de sí a una o varias entidades demoníacas o como una entidad demoníaca en sí misma.
Trastornos Disociativos de Indentidad o Personalidad Múltiple ¿Cuáles son las diferencias entre los síntomas de una persona víctima de una EAP y los de una persona que sufre de un trastorno disociativo (TDI)?
Un individuo que sufre de un TDI es incapaz de integrar la personalidad, siendo íésta una proliferación de personalidades diferentes entre sí. El Trastorno Disociativo de Identidad se caracteriza, de acuerdo al DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 4ta. Edición), por la presencia de dos identidades o personalidades distintas -cada una con su patrón estable de percibir, relacionarse y pensar sobre el ambiente y sobre uno mismo, que alternativamente, al menos dos de ellas, toman el control del comportamiento de la persona y que se acompaña por una incapacidad para recordar información personal importante que es demasiado amplia para ser explicada por un simple olvido.
Este trastorno se define por períodos de amnesia. Aunque la tercera edición revisada (DMS III R) del DMS eliminó el criterio de amnesia, la cuarta edición lo restableció por dos razones: En estudios sistemáticos de pacientes con este trastorno, la amnesia está presente virtualmente en todos los casos. Sin el requisito de amnesia, los criterios diagnósticos son demasiado amplios y facilitan el diagnóstico excesivo de este trastorno.
El Trastorno Disociativo de Identidad se caracteriza por fracasos crónicos en la integración de la identidad, la memoria y la consciencia. La identidad depende de la continuación de la memoria personal (James, 1890/1923).
En el caso de estos pacientes, alteraciones de la memoria y la conciencia provocan una escisión en la personalidad, que se presenta como una serie de identidades con patrones conductuales y cognitivos determinados, y con amnesia cuando menos entre algunas de estas identidades. Las investigaciones determinan que los individuos que manifiestan el TDI relatan una enorme prevalencia de abusos físicos y sexuales durante la infancia; sin embargo, no es posible concluir que el abuso es suficiente en sí mismo para la presencia de este trastorno, puesto que hay muchos más casos de abusos en la infancia que de Trastornos
Disociativos de la Identidad.
Terr (1991) concluyó que entre los niños traumatizados solo aquellos que sufren un daño crónico suelen presentar patrones disociativos. Por otro lado, Putnam (1985) declara que el 95% y 100% de los casos de
TDI tienen una historia de incesto, tortura o algún otro tipo de abuso en la infancia.
Los pacientes con trastornos disociativos presentan, por lo general, diversos síntomas psicológicos y físicos:
Ansiedad, depresión.
Abuso de sustancias psicoactivas (alcohol, drogas)
Automutilación.
Intentos de suicidio.
Síntomas de:
Somatización: consiste en la presencia de síntomas físicos Similares a los de un problema míédico, pero que no pueden explicarse por una enfermedad fisiológica, por el consumo de sustancias psicoactivas o por otro trastorno psiquiátrico. Incluye síntomas gastrointestinales, sexuales, seudoneurológicos, dolor sin una base anatómica o fisiológica permanente.
Conversión: consiste en la presencia de uno o más problemas motrices o sensoriales similares a condiciones neurológicas o míédicas. Los síntomas de conversión son eminentemente disociativos en tanto que manifiestan una falta de integración entre la experiencia sensorial o motriz del individuo y la integridad anatómica y fisiológica.
Estos síntomas, por lo general, son parte de un cuadro más complejo que incluye otros fenómenos disociativos. El diagnóstico diferencial de este trastorno incluye síntomas causados por los efectos fisiológicos de una enfermedad, particularmente, algunas formas de epilepsia, y los efectos agudos de un medicamento.
De acuerdo al Dr. Richard Kluft (1986), hay cuatro factores determinantes para el desarrollo del TDI:
Una predisposición biológica para la disociación.
Un historial de trauma y abuso.
Estructuras psicológicas específicas o contenidos que pueden ser usados para la creación de personalidades múltiples.
La falta de un adecuado cuidado materno u oportunidades para recuperarse del abuso.
El Doctor Bennet Brown (1986) propuso un modelo 3-P del desarrollo de este desorden: Hay dos factores hipotíéticos que predisponen a un individuo a desarrollar el TDI:
Una predisposición psicológica y biológica para la disociación.
Una exposición repetida a un ambiente de abuso.
Un evento que precipita el trauma, al cual el paciente responde disociándose.
La interacción con el abusador que continúa por un período de tiempo indefinido y cuyo control está fuera del alcance de la víctima.
Trastornos disociativos no especificados
Los trastornos disociativos no especificados se definen, según el DMS-IV, como trastornos en los que la característica predominante es un síntoma disociativo, por ejemplo, una perturbación de las funciones habitualmente integradas de la consciencia, la memoria, la identidad o la percepción del medio, que no cumple los criterios de los trastornos disociativos mencionados:
Casos similares al trastorno disociativo de identidad que no cumplen todos los criterios.
Por ejemplo, no hay dos identidades claramente diferenciadas o no hay amnesia de información personal importante:
Síntomas de desrealidad sin despersonalización.
Estados disociativos en individuos que han sido sometidos a formas crónicas e intensas de coerción (por ejemplo, lavado de cerebro).
Píérdida de consciencia, estupor o como que no son parte de un problema míédico.
El síndrome de Ganser, que consiste en dar contestaciones aproximadas a preguntas (por ejemplo, 2 + 2=5), sin estar asociado a la amnesia disociativa o a la fuga disociativa.
El trastorno disociativo por trance, se caracteriza por un estado de trance involuntario que no es aceptado por la cultura de la persona como una parte normal de un colectivo cultural o de una práctica religiosa y que provoca un malestar o deterioro funcional clínicamente significativos.
Se considera al trance por posesión como un episodio de sustitución de la identidad habitual por una nueva, atribuido a la influencia de un espíritu, poder, deidad, u otra persona, y acompañado por conductas o movimientos estereotipados y culturalmente determinados que son controlados por el agente de la posesión y/o amnesia parcial o total del acontecimiento. [Manual de Psicología y Trastornos Psiquiátricos Vol. I, Siglo veintiuno de España Editores, SA., 1995]
Conclusión: Podemos concluir que hay diversos factores que diferencian al Síndrome de Intrusión Astral del Trastorno Disociativo de Identidad.Veamos un cuadro que resume estas diferencias.
Trastornos Disociativos de Identidad (TDI) versus Síndrome de Intrusión Astral (SIA).
TDI SIA
-Los síntomas se inician en la infancia. Los síntomas visibles se dan, por lo general, entre los 20 y 40 años.
La mayoría de los pacientes fueron víctimas de abuso durante la infancia.
-Una Entidad Astral Parasitaria puede adherirse en cualquier momento de la vida del huíésped, manteniendo una consciencia clara de su identidad, del momento en el que se unió al huíésped y de las razones que la llevaron a dicha unión. Sin bien la salud mental, emocional o física del huíésped, pueden influir en la atracción de la entidad, no juegan un factor determinante en la intrusión astral.
-La meta de la terapia es la integración de las distintas personalidades o al menos, la cooperación y co-consciencia. [Braun, 1986·En el SIA, sólo la liberación de la entidad produce el alivio de los síntomas.
Por lo tanto el tratamiento de los conflictos de la entidad sólo se realiza como un medio para lograr su partida. El objetivo final es aliviar los síntomas del paciente.
-Las personas que sufren de este desorden padecen de amnesia durante el período de control de una de las personalidades. ·Por lo general, el huíésped no presenta amnesia sino que más bien, se identifica con las conductas, las emociones y los pensamientos de la entidad, como si se tratara de los suyos propios.
Sólo se produce amnesia en un caso de posesión total, lo que no es muy común. ·Dr Ralph Allison (1985, que ha investigado en detalle el tratamiento del TDI, declara que muchos de sus pacientes con TDI, han demostrado síntomas de posesión.
-Despuíés de liberada la entidad, el paciente notará el cambio en su modo de actuar, sentir o pensar. Puede incluso llegar a sentir alivio, como si un gran peso se le hubiera quitado de encima.
–Las personalidades toman completo control de la conducta del individuo, resultando en personalidades diferentes entre sí sin ser conscientes de la presencia de otras personalidades.
–La entidad es consciente de que no se encuentra en su propio cuerpo. Por último, Allison (1980) describe numerosos casos de supuestas posesiones en pacientes con TDI. Ha desarrollado un esquema conceptual que distingue cinco niveles o tipos de posesión:
Compulsiva obsesiva.
Formas mentales y seres creados.
Un aspecto fragmentado de la mente del individuo.
Un espíritu descarnado que en algún momento tuvo su propio cuerpo humano.
Posesión demoníaca.
Entidades Astrales Parasitarias
Todas las referencias que descubrí en lo que respecta a los espíritus descarnados parecían corresponder con el fenómeno de la canalización en general. Y cuanto más aprendía, más me parecía que los míédiums estaban arriesgándose enormemente convirtiíéndose en los inadvertidos cómplices de cuestionables atenciones por parte de los descarnados.
Antiguas enseñanzas espirituales de una gran variedad de culturas hablan de una hueste de seres descarnados que habitan una dimensión cercana a la Tierra. Este es el plano astral inferior, un triste pozo negro de los muertos, habitado por aquellos que han vivido vidas deshonestas, ignorantes o egoístas.
Afligidos por el ansia de toda clase de placeres terrestres, su existencia decadente se enriquece gracias a su apego a ingenuos y necesitados individuos Terrestres.
Y así, se disfrazan de guías o maestros provocando el apego emocional en los seres humanos y reciclando la erudición disponible a todos los que habitan el universo inmaterial. Sus procesos mentales son tan rápidos como maquiavíélicos; sus ansias vampíricas de energía humana no tienen límites. Estos espíritus descarnados o, en tíérminos Tibetano-Budistas, los pretas o fantasmas hambrientos, son individuos cuyas mentes, en el momento de la muerte física, han sido incapaces de desembarazarse del deseo.
Esclavizados de esta forma, la personalidad queda atrapada en los planos inferiores aunque retiene, por un tiempo, su memoria y su individualidad. He aquí el tíérmino alma perdida, una entidad residual que no es más que un cuerpo astral en espera. Se condena a sí mismo a morir; ha elegido una segunda muerte.
En su libro, “El Cuerpo Astral“, el teniente coronel Arthur E. Powell asevera que las entidades que se reúnen alrededor de los míédiums o personas sensitivas son gente que ha llevado una vida maligna y que se hallan llenos de deseos por la vida terrestre que han dejado atrás, y por las delicias animales que ya no pueden saborear directamente. [The Siren Call of Hungry Ghosts, Joe Fisher, Paraview Press, 2001]
Hoy en día, mucha gente arrastrada por la curiosidad y/o por la necesidad de una confirmación sobre la existencia del más allá o por la búsqueda de soluciones a sus vidas, entra en contacto con supuestos guías o maestros ascendidos, entregando así, a seres invisibles, su independencia mental, emocional y espiritual.
A causa de la ignorancia, las personas que practican el espiritismo, la canalización o que simplemente meditan pidiendo ayuda a un guía, se convierten en presas fáciles de los fantasmas hambrientos de los que habla Joe Fisher en su libro.
Sin mencionar el hecho de que el sistema hiperdimencional de control utiliza estos medios para subyugar a aquellos con posibilidades de despertar, tenemos el problema de que las personas ingenuas e ignorantes no sólo atraen a espíritus descarnados o sea, entidades que alguna vez han ocupado un cuerpo humano sino que tambiíén atraen a otro tipo de entidades, que nunca han sido humanos y que se conocen comúnmente como entidades oscuras o demonios.
Están tambiíén quienes practican la Magia cualquiera sea su forma, nombre o color, cualquier tipo de magia es una invitación para dichas entidades. No existe tal cosa como la magia negra, blanca, íétc. Es en realidad lo mismo.
El verdadero buscador de la verdad espiritual sabe muy bien que la magia atenta contra el orden natural de las cosas y que aquellos que la practican son alimento de todo tipo de entidades, especialmente de las de la cuarta densidad servicio a sí mismo, sin mencionar que además, entregan su alma a fuerzas oscuras a cambio de favores, lo que los sumerge en un remolino que los hunde cada vez más hacia el servicio a sí mismo.
Al morir, estas personas se encuentran ante la terrible situación de verse atrapadas por las entidades oscuras que las esperan para darles la bienvenida en un verdadero infierno de esclavitud y servidumbre.
Aquellos que practican la canalización deberían leer todo el material posible al respecto antes de siquiera empezar a experimentar, además de estudiar muy bien sobre la variedad de seres que habitan en los reinos invisibles.
Invocar a verdaderas entidades espirituales de altas esferas de conciencia no es tarea para cualquiera, ya que se requiere de mucha preparación, es decir, de una verdadera voluntad por conocer el universo o sea, al Creador y de llegar a la verdad.
A este respecto hay muchísima información en el Material de los Casiopeos, que aunque se trata de un proyecto que incluye la comunicación superluminal, íésta NO es de ningún modo la actividad principal, sino que la autora del experimento Casiopeo ha dedicado años de estudio e investigación en TODAS las áreas del conocimiento humano.
El estudio y la Investigación son la base de dicho experimento, no la canalización que es más bien, una herramienta y no la meta final. Laura Knight Jadczyk ha experimentado en el campo de la liberación de entidades, como hipnoterapeuta profesional, y además ha creado su propia teoría en cuanto a la canalización de entidades de una conciencia superior.
Pero volviendo al tema de las entidades parasitarias, en la primera parte de este trabajo hemos dicho que íéstas succionan la energía de sus huíéspedes. Esto no significa que una EAP sea la causa de una permanente falta de energía.
Puede ser una de las tantas razones, por lo cual es necesario que el individuo se asegure primero que no son otras las causas (Ej.: Yendo al míédico para un chequeo completo, cambiando los hábitos alimenticios, desarrollando una actividad física o intelectual de agrado, etc.).
Claro está que, el que haya una manifestación física de los síntomas, no significa que se deba descartar la posibilidad de que se trate de una entidad, sino que por el contrario, puede que sea una entidad la causante del problema físico. Pero cada caso es diferente y requiere de un seguimiento individual.
Es interesante recalcar que, de acuerdo a la lectura seria disponible sobre el tema, los míédiums experimentan grandes píérdidas de energía e incluso su salud física, claridad mental y emocional se ven deterioradas como resultado del contacto con entidades del más allá lo que es una clara muestra de que íéstas se alimentan de la energía vital de los seres vivos.
Hay que recordar que, no importa quiíén sea la entidad si un amigo, familiar, amante, etc. o cuáles sean sus intenciones si lo hacen por amor o por el bienestar del otro, o por brindarle compañía, apoyo, etc. Las EAPs son parásitos que impiden la realización del individuo, absorben su energía, llegando incluso a producir la enfermedad física o mental y hasta en algunos casos- la muerte prematura.
Las EAPs influyen en la vida de una persona pudiendo llegar a impedirle que cumpla con el plan realizado durante la etapa entre vidas. Esto genera enormes deudas Kármicas.
Sin embargo, las EAPs, más exclusivamente, los espíritus de seres humanos difuntos, son almas confundidas que necesitan ayuda para poder ver su situación. El rol del terapeuta es ayudarlas a encontrar su camino, tratando en la medida de lo posible, de resolver lo que los aqueja para poder desbloquear la energía que los mantiene atados al plano terrestre.
Por lo tanto, los viejos míétodos de exorcismo no producen más que daño y en muchos casos, más confusión y dolor. “Liberando a los Cautivos – Louise Ireland-Frey†en su libro “Freeing the Captives“, explica que un acercamiento más suave, persuasivo, incluso con entidades fuertes y del tipo demoníacas, ha dado resultados positivos.
Ella dice: Entre los dos extremos [el de un acercamiento al estilo el exorcista y el estilo más terapíéutico] se halla el del desafío, en donde el terapeuta es el que desafía, manteniendo a la entidad obsesiva en un modo defensivo, mediante el uso de preguntas y palabras fuertes, a la vez que mantiene un marco mental firmemente compasivo.
Estos míétodos son útiles en muchos casos pero no cuando se trata de fuertes entidades oscuras, cuyo propio empuje verbal puede ser devastador para un terapeuta meramente humano haciíéndole perder el equilibrio y permitiendo a la entidad oscura tomar la iniciativa.
Sin embargo en el caso de estas entidades oscuras, se necesita más de una persona para tratarlas, y muchas veces requiere tiempo. De acuerdo a Laura Knight Jadczyk, el hecho es que la víctima es, generalmente, incapaz de funcionar sin ellas si han estado presentes por un largo tiempo. La tasa de recaída con entidades de este tipo es alta, no importa lo que hagas.