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Autor Tema: Nag factor.... ¿Quíé es?...  (Leído 158 veces)

OCIN

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Nag factor.... ¿Quíé es?...
« en: Octubre 02, 2015, 07:05:47 pm »
- Nag factor


Una importante consideración a tener en cuenta cuando hablamos de alimentación infantil y más concretamente de su promoción es el "nag factor".

¿Sabes lo que es?

Publicidad dirigida a niños. Nag factor

¿Te has parado a pensar por quíé parte de la publicidad de alimentos infantiles está dirigida a niños cuando se trata de personas que no tienen poder adquisitivo? La respuesta es evidente. Los responsables de esas campañas publicitarias saben que convencer a un niño para que adquiera un producto es mucho más fácil que convencer a un adulto (el primero es mucho más críédulo y no tiene capacidad de discernir). Los publicistas saben además que con eso ya tienen el trabajo prácticamente hecho; del resto ya se encargará el niño. Y es que, por si aún no te has dado cuenta, cuando los niños quieren algo pueden insistir incansablemente y de formas, digamos, bastante efectistas (¿nunca has visto a alguno pataleando y berreando en el suelo de un supermercado para conseguir una chocolatina?). Como resultado, es fácil que los padres cedan a estas presiones y acaben por comprar el producto en cuestión. Pues bien, esto que acabamos de contar tiene un nombre: nag factor o factor de fastidio.




Las tácticas que se emplean para convencer a los niños de que adquieran los productos alimenticios que van dirigidos a ellos, o bien, para hacer que sean más atractivos a sus ojos, se basan principalmente en los aspectos que puedes leer a continuación:

Marca comercial

La denominación comercial del producto es un elemento que en ocasiones se utiliza para intentar atraer a los más pequeños: Tigretón o Danonino serí­an ejemplos de nombres claramente infantiles.


Diseño del envase

Si te detienes a observar los envases de alimentos infantiles verás que suelen presentar elementos que los hacen especialmente atractivos para niños, por ejemplo colores vistosos (básicos y saturados), formas sugerentes (por ejemplo tarrinas de helado con formas de animales) y otros detalles que veremos a continuación.


Personajes infantiles

La inclusión de personajes infantiles en los envases o en las campañas publicitarias de alimentos dirigidos a niños es otra de las tácticas que suelen emplearse para despertar el deseo de los más pequeños por esos productos. Así­ podemos encontrar desde personajes de pelí­culas hasta personas de carne y hueso cercanas al público infantil (presentadores de televisión, actores, deportistas, etc.), pasando por personajes de dibujos animados, ya sean conocidos por todos, o bien, creados expresamente para la promoción del producto.


Promociones

Otra táctica bien conocida es la inclusión de algún tipo de promoción dirigida a niños, como por ejemplo regalos (juguetes, cromos, pegatinas, etc.) o sorteos (viajes, cursos, aparatos electrónicos, etc.). De hecho no es raro ver algunas campañas centradas en publicitar prioritariamente dichas promociones, dejando a un lado el producto alimenticio que se supone deberí­a protagonizarlas (y eso a pesar de que esta práctica no está permitida por el código PAOS).
Anuncio de Cola Cao en el que se promociona casi exclusivamente el regalo que se adjunta, algo que recordemos, no está permitido por el código PAOS de autorregulación de la publicidad.


Reclamos que aluden a cualidades extraordinarias

Algunos productos incluyen en sus envases o en sus campañas publicitarias reclamos basados en supuestas cualidades del producto, como por ejemplo, el aporte de propiedades extraordinarias (fuerza, crecimiento, mayor aceptación por parte de sus compañeros, etc.) o de cualidades mágicas.
 

Reclamos que aluden a propiedades nutricionales

En algunas campañas publicitarias se promocionan especí­ficamente determinadas propiedades nutricionales, como el aporte de energí­a y nutrientes. En ciertos casos además se transmite el mensaje de que el producto en cuestión puede ser sustitutivo de un desayuno o una merienda.

Lugar en el supermercado

El hecho de que muchos de los alimentos dirigidos a niños estíén colocados a su altura en los estantes de los supermercados no es casual ni mucho menos.
¿Crees que estas chocolatinas están a pocos centí­metros del suelo por casualidad?

Publicidad en medios de comunicación y en otros soportes

Como puedes imaginar, la publicidad de alimentos dirigida a niños se intenta ubicar estratíégicamente en lugares (u horas) frecuentados por niños (a excepción de centros educativos, donde está prohibido por ley). Ya hemos hablado del código PAOS que regula dicha publicidad, aunque íéste se refiere únicamente a medios escritos, audiovisuales e Internet y no a otros soportes como por ejemplo el envase del producto. Recordemos que este código presenta otras graves carencias (como la omisión de criterios relacionados con aspectos nutricionales) y que además es incumplido sistemáticamente.
En el exterior, personajes infantiles; en el interior, juguetes, y entre medias chocolate. La mejor forma de atraer a los niños.

- Patrocinio de eventos deportivos y equipaciones

Un buen número de niños tienen como í­dolos a los deportistas profesionales que practican los deportes más populares, como fútbol, baloncesto o motociclismo. Por eso muchas empresas invierten recursos económicos en su patrocinio.


Publicidad dirigida a los responsables de la compra

Acabamos de ver algunas de las tácticas publicitarias que se emplean para intentar que los niños deseen adquirir determinados productos alimenticios, pero ¿quíé ocurre cuando esa publicidad está dirigida a sus padres? En general, el aspecto más importante que busca un adulto a la hora de adquirir un alimento destinado a los menores que están a su cargo es la salud, es decir, se pretende que el producto en cuestión cubra sus necesidades nutricionales, y si aporta algún beneficio extra, pues mejor que mejor. Por eso, entre las estrategias que se emplean en la publicidad de alimentos infantiles dirigida a adultos, hay una que destaca por encima del resto: la de tratar de hacer pasar el producto en cuestión por alimento saludable.


Promoción de los bollos Vap's, en el que se da a entender que son sanos por estar compuestos por leche, por aportar un 50% de la cantidad diaria recomendada de hierro y por estar horneados al vapor (¿?). Por si fuera poco, se muestra el patrocinio de una sociedad de dietíética y nutrición.

Marca comercial

Una de las tácticas menos sutiles que se emplean con este fin es la de vender el producto bajo una denominación comercial que díé a entender que el producto es saludable. Ejemplos de ello son Kinder Bueno o Pascual Funciona.


Destacar ciertos ingredientes con buena imagen

Otra estrategia que se emplea con la intención de disfrazar de alimento saludable el producto que se promociona es la de destacar ciertos ingredientes que tienen buena imagen para la mayorí­a de los consumidores, como por ejemplo leche, cereales, miel o huevos, obviando otros que suelen estar en mayor proporción y que son menos recomendables (como azúcar o grasa). Uno de los casos más representativos lo podemos encontrar en el ya mí­tico anuncio de Nocilla, en el que se entonaba la famosa canción de: "leche, cacao, avellanas y azúcar".


Puedes ver la composición de este producto:
Si nos fijamos en el etiquetado de este producto, en realidad la letra de la canción deberí­a ser más bien: "azúcar (56%), aceite, cacao (8,5%), leche (4,5%) y avellanas (4%)", aunque hay que reconocer que ponerle música serí­a más complicado.

Algo parecido sucede con la "crema de avellanas" Nutella:
Este producto, que se promociona como "crema de avellanas" en realidad está compuesto mayoritariamente por azúcar (en torno al 56%), mientras que su contenido en avellanas es del 16%.

Otro ejemplo bien conocido es el de las galletas Chiquilí­n, en cuya promoción se destaca el contenido de cereales, miel y huevos, además del aporte de energí­a.

En el etiquetado de las famosas galletas podemos ver que el contenido de cereales (67%) está representado únicamente por harina de trigo refinada, que como ya vimos en su dí­a, es poco recomendable (mejor elegir cereales integrales). Podemos observar además que el contenido de huevos es tan sólo del 2,4%, mientras que el de miel es del 0,7%. Nada se dice del contenido en azúcar, que es el segundo ingrediente en importancia cuantitativa, representando alrededor del 21% del peso total del producto. (Por cierto, debes saber que, a pesar de las propiedades casi milagrosas que algunos atribuyen a la miel, se trata de un alimento con alrededor de un 83% de azúcares simples).


Otro ejemplo clásico es el de algunas bebidas azucaradas, como por ejemplo la Fanta de Naranja, en cuyo envase se destaca el contenido en zumo de naranja (8%), mientras que su elevado contenido en azúcar (12,9%, es decir, 43 gramos en una lata de 33 cl.) pasa inadvertido para la mayorí­a de los consumidores.

Como ves, esta táctica de venta no es nueva ni mucho menos, aunque quizá en los últimos años se haya hecho cada vez más frecuente. Podemos encontrar infinidad de ejemplos como estos en las estanterí­as de los supermercados. Uno de los que llama especialmente la atención es el siguiente, en el que se juega con el tamaño de las letras para dar a entender que contiene leche, cuando lo que en realidad se indica es "sabor leche" (hay que aclarar, eso sí­, que el producto contiene suero de leche en polvo y proteí­na de leche).


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...