EFE
íngel Gómez
Los mercados bursátiles de Nueva York han completado con alivio una semana que contrasta con las angustias que se han vivido desde agosto, con Wall Street dando tumbos desde entonces mientras aclara los siguientes pasos de la Reserva Federal (Fed).
Gracias a las ganancias de hoy, aunque en niveles moderados, el Dow Jones de Industriales, el indicador más importante, terminó con un avance semanal del 3,7 %, suficiente para que sea el segundo mejor en lo que va de año.
En tanto, el selectivo S&P 500, el preferido de muchos operadores, terminó con un resultado mejor, porque aunque la ganancia semanal fue del 3,3 %, fue la mejor en lo que va de año.
Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq tuvo una evolución más discreta, con solo una ganancia del 2,6 %, pero suficiente para dejar a todos contentos.
El mercado se ha animado en los últimos días al tener nuevas seguridades de que la Reserva Federal (Fed) no planea a corto plazo subir las tasas de interíés de referencia, próximas al 0 %, lo que puede generar que se termine la íépoca del dinero fácil.
A Wall Street ha llegado mucho de ese dinero fácil, atraído por la rentabilidad del mercado, y lleva tiempo temiendo que pronto se acabe.
Pero las minutas de la última reunión del Comitíé del Mercado Abierto de la Fed, difundidas el jueves, indican que, de momento, el banco central mantendrá las tasas en su nivel, y el mercado interpretó que no habrá cambios hasta los primeros meses del 2016.
Y ello porque la situación internacional, como viene anotando la Fed, no favorece la recuperación del empleo en Estados Unidos y las intenciones de la Fed de llegar hasta una inflación del 2 %.
"La evolución internacional en agosto y la evolución financiera han planteando algunas preguntas sobre la fortaleza de las perspectivas económicas", dijo hoy a la cadena financiera CNBC el presidente de la Reserva Federal del estado de Nueva York, William Dudley.
Son declaraciones que tampoco aportan mucho a lo que ya se sabía. "Los discursos de la Fed siguen manteniendo al mercado en el limbo", sostiene el analista de la firma Moody's Ryan Sweet. "Hay muchos mensajes mixtos sobre el futuro de la política monetaria", agregó.
Pero, aunque difuso, el mensaje reafirmó la tendencia en Wall Street, y pudo servir para que la semana acabara lo suficientemente bien para, por lo menos, respirar con alivio, a la espera de que la semana próxima comience el bombardeo de los resultados trimestrales de las principales empresas