INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: INCREIBLE CASO !!!!...visitó una DIMENSIí“N donde APARECIERON parientes y amigos  (Leído 509 veces)

Scientia

  • Administrador
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 37.948
  • Karma: +0/-1
  • Sexo: Femenino
http://mundodimension.blogspot.pe/2015/10/increible-caso-visito-una-dimension.html


INCREIBLE CASO !!!!...visitó una DIMENSIí“N donde APARECIERON parientes y amigos FALLECIDOS!!....


Ejecutiva que sufrí­a de cáncer terminal vivió una insólita experiencia cercana a la muerte. Tras entrar en estado de coma, la mujer visitó una dimensión donde aparecieron parientes y amigos fallecidos.




En abril del año 2002 los doctores le dieron a Anita Moorjarin, una exitosa ejecutiva empresarial de orí­gen indio que trabajaba en Hong Kong, un diagnóstico míédico que borró de una plumada su exitoso presente laboral y personal. Sufrí­a de linfoma de Hodgkin un agresivo tipo de cáncer que atacaba el sistema linfático del cuerpo.

Cuatro años despuíés, pese a los tratamientos míédicos, el cáncer de Anita, en vez de remitir, habí­a avanzado implacablemente, la mujer debí­a movilizarse en una silla de ruedas y necesitaba un tanque de oxí­geno para respirar y cada nuevo dí­a su salud empeoraba. Tanto así­, que en febrero del 2006 la mujer entró en un estado de coma.Los doctores, tras examinarla, le dijeron a sus familiares que, le quedaban unas 36 horas de vida.


En íéstas fatí­dicas horas Anita Moorjarin comenzó a experimentar lo que se conoce como ECM o experiencia cercana a la muerte, es decir, se vió asi misma acostada casi exánime en la cama del hospital, rodeada de los míédicos, su esposo Danny y su acongojada madre.

"Estaba en un umbral entre la consciencia y la inconsciencia, pero de pronto sentí­ que mi espí­ritu ya no estaba en mi cuerpo. Me sentí­ realmente bien, pero podí­a ver como la doctora le decí­a a Danny:"El corazón de su esposa puede seguir latiendo, pero ella no está allí­ realmente. Es demasiado tarde para salvarla. Sus órganos ya están dejando de funcionar y es por esto que ha caí­do en coma. Ella no va lograr pasar la noche. cualquier cosa que le administremos en íéste estado puede ser tóxica y fatal para su cuerpo, sus órganos ni siquiera están funcionando".

Anita agrega que mi madre y esposo parecí­an tan asustados que les dije:"no lloren por mí­, yo estoy bien": Pensíé que yo estaba diciendo esas palabras en voz alta, pero nada se oyó. No tení­a voz. Querí­a abrazar a mi madre y a mi esposo, consolarlos y decirles que estaba bien, que no sentí­a nada de dolor, pero no comprendí­a por que mi cuerpo fí­sico yací­a allí­, sin vida y sin energí­a. Todaví­a estaba consciente y lúcida de cada detalle que se desenvolví­a ante mi, mientras observaba al equipo míédico transportar mi cuerpo casi sin vida a la unidad de cuidados intensivos, conectándome a las máquinas e insertándome agujas y tubos. En ese momento no sentí­ ningún apego a mi cuerpo casi inerte mientras yací­a en la cama del hospital.No sentí­a que fuera mí­o. Se veí­a demasiado pequeño e insignificante. Como para contener aquello que estaba experimentando. Me sentí­ libre, liberada y magnificente. Cada dolor, tristeza y sufrimiento habí­an desaparecido.
Estaba totalmente libre de cargas y no podí­a recordar haberme sentido nunca antes así­.

Luego tuve una sensación simultánea, de cruzar a otra dimensión y estar abarcada o contenida por algo que solo puedo describir como puro amor incondicional; pero inclusive la palabra amor no le hace justicia, era la más profunda forma de dar amor que nunca antes habí­a experimentado. Iba mucho más allá de cualquier forma de afecto fí­sico que podamos imaginarnos era incondicional: Era mí­o, sin importar lo que yo hubiera hecho jamás. No tení­a nada que hacer o comportarme de cierta manera para merecerlo. Este amor era para mí­, sin que nada importara. Me sentí­ completamente bañada y renovada en esta energí­a que me hací­a sentir como si yo pertenneciera allí­, como si finalmente hubiera llegado despuíés de años de lucha, dolor, ansiedad y miedo".

"No lloren por mi
En ese momento de su
ECM, ". Anita Moorjarin relató que se sintió conectada a todo, como si ella fuera el todo y el todo fuera ella. "Es algo muy dificil de explicar simplemente porque las palabras adecuadas no existen . Muchos seres que ya habí­an muerto, incluyendo mi padre y mi mejor amiga, que habí­a fallecido precisamente de cáncer el mismo año que a mí­ me diagnosticaron la enfermedad, me rodeaban.No reconocí­ a los otros seres, solo sabí­a que amaban mucho y que me protegí­an. Tambiíén experimentíé una claridad extrema del sentido de la vida, el esquema magní­fico de las cosas y por quíé tení­a el cáncer. Entendí­ tambiíén el regalo que es la vida, y las posibilidades asombrosas que nosotros, como seres humanos, somos capaces de realizar durante nuestra vida fí­sica".

"Descubrí­ que nosotros mismos, con nuestro amor, actitud y energí­a, instalamos el cielo o infierno en la tierra. Así­ que mi nuevo propósito serí­a vivir el cielo en la tierra usando esta nueva comprensión, y tambiíén de compartir este conocimiento con la gente. Me hicieron entender que no era mi tiempo, que si elegí­a quedarme aqui, no experimentarí­a muchos de los regalos que el resto de mi vida fí­sica todaví­a me guardaba. Tambiíén comprendí­ que si elegí­a volver, mi cuerpo se curarí­a rapidamente, pues entendí­ que las enfermedades comienzan en un nivel energíético antes de que lleguen a ser fí­sicas", dijo.

El cáncer desaparecerí­a

Y agregó que, "si elegí­a volver a la vida, el cáncer desaparecerí­a y mi cuerpo se recobrarí­a muy rápidamente.Entendí­ que cuando la gente tiene tratamientos míédicos para las enfermedades, cura simplemente la enfermedad de su cuerpo pero no de su energí­a, así­ que la enfermedad vuelve. Entendí­ que si yo volví­a a la vida, volví­a con una nueva energí­a, más sublime, sana y pura. Me demostraron que todo lo que sucede en nuestras vidas dependí­a de esta gran energí­a que se encuentra alrededor de nosotros y creada por nosotros. Gracias a este gran amor incondicional que sentí­a y que me rodeaba, de pronto me sentí­ muy poderosa y visualicíé un futuro donde yo regresarí­a de nuevo a la vida y vencerí­a el cáncer en cuestión de dí­as y que, al contrario de lo que decí­an los doctores, tendrí­a una vida muy larga".

Mientras que los especialistas que atendí­an a Anita y sus mismos familiares esperaban el desenlace inevitable, de repente ocurrió lo insólito, Anita despertó del coma, recuperó de a poco la consciencia y empezó a mostrar alentadores signos de recuperación. Los míédicos, consternados, ordenaron de iinmediato una serie de biopsiasdel nódulo linfático y de la míédula de la paciente, para constatar el avance de las cíélulas cancerí­genas y ordenar una inmediata quimioterapia, pero no pudieron encntrar ni el menor rastro de la enfermedad. Anita Moorjarin, según mostraron los exámenes, ya no tení­a cáncer.

"La primera vez que caminíé hacia un grupo de personas despuíés de salir del hospital, todos se asombraron.Me miraban como si hubieran visto a un fantasma. No podí­an creer como me habí­a recuperado tan rápido, pues cada uno de ellos pensíé que yo iba a morir".


Fuente:http://abrelos-ojosalmundo.blogspot.com