El críédito empieza a fluir, pero no lo suficiente para que todavía experimente el primer crecimiento interanual desde que estallara la crisis. Las entidades aún no han conseguido que su cartera de príéstamos aumente, a excepción de tres. En agosto, según los balances publicados por las patronales del sector, Banco Santander, Bankinter y Abanca son los únicos que registran repuntes en su principal negocio.
En el caso del grupo que preside Ana Botín, la inversión crediticia aumenta ligeramente, un 0,4%, con respecto al mismo mes del ejercicio anterior. La puesta en marcha de algunas iniciativas, como el plan para pymes y la rebaja de los tipos de las hipotecas, han propiciado que el Santander consiga elevar el saldo de los príéstamos que tiene concedidos a sus clientes en nuestro país. La previsión del grupo cántabro era que a lo largo de 2015 el volumen de financiación aumentara en su caso.
Bankinter y Abanca llevan meses aumentando esta rúbrica, debido tambiíén al impulso que han dado a los nuevos críéditos, que ya suman más que los vencimientos y las amortizaciones de los otorgados en el pasado.
Bankinter lidera el cambio
Bankinter fue pionero en el cambio de tendencia, gracias a su apuesta por la captación de hipotecas hace dos años, cuando lanzó una campaña para atraer clientes y equilibrar su mix de riesgo por segmentos. En el caso de Abanca, el aumento de los críéditos es uno de los compromisos adquiridos con Bruselas en plan de adquisición de la antigua Novagalicia por parte del venezolano Banesco. En agosto, la firma gallega alcanzó un incremento de esta partida del 6,1%, superior al 3,7% de Bankinter.
El resto de entidades, sin tener en cuenta las financieras de consumo, continúa reduciendo la cartera, aunque a un menor ritmo. El Popular, por ejemplo, ha mermado la caída interanual a menos de un 1%. En la entidad destacan que los críéditos productivos, es decir, sin contar aquellos que generan píérdidas por las morosidad, ya registran crecimientos año contra año.
En algunos casos, las integraciones de entidades sirven como amortiguador de la caída. Este es el caso de Caixabank, que a principios de años absorbió la banca minorista de Barclays. El grupo catalán ha reducido los príéstamos en el último ejercicio un 1,6%.
Fusiones
En otros, en cambio, las fusiones incrementan el descenso de la cartera, como en BBVA. El banco que preside Francisco González experimenta un retroceso en la financiación a la economía del 1,8%, sin tener en cuenta la toma de CatalunyaCaixa, que se produjo la pasada primavera. En íésta, el saldo cae un 8,1%debido a la reestructuración previa y a las limitaciones impuestas por las ayudas públicas recibidas.
El críédito, en el conjunto del sistema, desciende en torno al 4% y no se espera que crezca hasta 2016.
Fernando Tadeo