CaixaBank ha alcanzado en los nueve primeros meses de este año un beneficio neto de 996 millones de euros, un 57,3% más que en el mismo período de 2014, gracias al impulso de los ingresos bancarios y a la reducción de las dotaciones para insolvencias. El resultado, con todo, se ha quedado algo por detrás de lo esperado por los analistas en el tercer trimestre, en el que la entidad ganó 288 millones.
La entidad mejora todos sus márgenes en este período y reduce nuevamente la ratio de morosidad, que se sitúa en el 8,7%, despuíés de disminuir los saldos dudosos en 3.191 millones, de los que 964 millones corresponden al tercer trimestre.
En el ejercicio destaca tambiíén la reducción del nivel de dotaciones para insolvencias, que cae un 17,3% interanual, hasta 1.375 millones.
EFE