Que este mercado está dificilísimo es algo que todo el mundo tiene bastante claro a estas alturas, pero ayer tuvimos un ejemplo palmario con la reacción de Wall Street a la más que esperada bajada de tipos de medio punto por parte de la Fed: primero una fuerte subida, corrección, nueva subirá a máximos del día y desplome vertical en los últimos minutos hasta cerrar claramente en negativo. Una volatilidad salvaje que convierte cualquier toma de posiciones en una apuesta a la ruleta. Esto podría indicar más bajadas en Europa, pero en Asia esta mañana el Nikkei ha conseguido un rebote del 9,96%.
Finalmente, el Dow Jones (DJI.NYDOW JONES
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Otra jornada de furiosa volatilidad
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resumen noticias gráficos histórico ) perdió el 0,82% y los 9.000 puntos reconquistados el martes, y el S&P 500, el 1,11%. El Nasdaq se salvó con un alza del 0,47%. En cualquier caso, este cierre dificulta notablemente la continuidad a corto plazo del rebote que por fin tuvimos ayer en Europa y que fue tan contundente como se merecía el descalabro precedente. Parece que hoy tocará recoger beneficios, como mínimo. Porque en este mercado podemos asistir a ventas masivas aprovechando los mejores precios que provoquen otro desplome en cuestión de horas.
Hay quien se empeña en buscar explicaciones a esta volatilidad. Dicen que la reacción inicial alcista a la bajada de tipos obedecía a que Bernanke dejaba la puerta abierta a nuevos descensos. Y que la caída final responde a una segunda lectura del comunicado por parte del mercado, que se da cuenta de que la Fed es tremendamente pesimista sobre el escenario actual. Quíédense con ello si les satisface y si necesitan una explicación; es coherente.
Lo cierto es que el mercado sigue muy tocado y que desconfía de la capacidad de las bajadas de tipos para arreglar el desastre a estas alturas e incluso de su misma traslación a la economía real dado que los bancos han dejado de ejercer de intermediarios de la política monetaria. Todo ayuda, pero hasta que no pase el tiempo y se purguen los excesos crediticios del pasado parece difícil ver una subida sostenible de las bolsas. Aunque al menos deberíamos tener cierta estabilización de los precios y una disminución de la salvaje volatilidad actual.
En el lado positivo, tuvimos ayer un dato de pedidos duraderos inesperadamente fuerte, así como las informaciones sobre avances en la fusión General Motors-Chrysler, que permitieron que la primera subiera ayer el 8,2% pese a la fuerte caída de sus ventas. En el lado negativo, el subidón del petróleo, el mayor desde junio: del 8,96% hasta superar los 68 dólares.
Para hoy tendremos el esperadísimo dato del PIB del tercer trimestre, que se espera que anuncie el inicio de la recesión con un crecimiento negativo del 0,5%. Además, tendremos resultados de varios pesos pesados: Exxon, Alcatel-Lucent, Motorola, Sun Microsystems y Electronic Arts.