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El financiamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) será un reto para los gobiernos de Amíérica Latina, teniendo en cuenta el panorama económico que enfrenta la región actualmente, advirtió una economista cubana.
En un taller con la prensa, la investigadora del Centro de Estudios de la Economía Mundial (CIEM), Blanca Munster, comentó las estrategias de financiamiento para los ODS acordados por los miembros de las Naciones Unidas el pasado septiembre.
La especialista explicó que la subvención de la agenda de desarrollo se alcanzará con estrategias de ingresos tributarios por cada nación y mecanismos innovadores en forma de impuestos.
En declaraciones a Prensa Latina, Munster señaló que para cumplir las metas Amíérica Latina tiene un contexto más desfavorecedor que en años anteriores debido a la desaceleración de su economía y la caída de los precios de las materias primas.
Ese panorama pone en peligro las políticas de beneficios sociales y redistribución de ingresos a favor de los segmentos poblacionales más vulnerables a problemas como el hambre y la pobreza, que se hicieron extensivos en la región en las últimas díécadas, agregó.
Munster en su conferencia reconoció la asimetría económica entre los países industrializados y en desarrollo.
Al respecto, señaló las desventajas de las naciones emergentes en organismos internacionales como en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, importantes entidades de financiamiento que pudieran marcar la diferencia en el panorama global, sin embargo defienden políticas neoliberales en detrimento de los beneficios sociales.
Datos proporcionados por entidades especializadas estiman que solo para eliminar el hambre hasta 2025 serán necesarios anualmente 50 mil millones de dólares.
Mientras, para la atención a la salud se precisarán 37 mil millones de dólares y 42 mil millones a fin de garantizar el acceso a educación primaria y secundaria.