(PL)
La pesca ilegal priva a la economía mundial de unos 23 mil millones de dólares anuales y pone en peligro la seguridad alimentaria, subrayó hoy el director general de la FAO, Josíé Graziano da Silva.
El titular de la Organización de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) caracterizó así la importancia del pacto internacional en marcha para frenar ese flagelo, que atenta tambiíén contra la biodiversidad en el planeta.
En particular, el funcionario celebró la reciente decisión de Palau de ratificar el acuerdo, para convertirse en el primer estado insular del Pacífico en ejecutar ese importante paso.
"Acojo con satisfacción la ratificación de Palau del acuerdo internacional sobre medidas del Estado rector del puerto", dijo el directivo de FAO en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en París.
"Espero -dijo- que este gesto anime a otras pequeñas islas a hacer lo mismo, ya que dependen fuertemente del sector pesquero y, por eso, son particularmente vulnerables a los efectos de la pesca ilegal".
Por su parte el presidente de Palau, Tommy Remengesau, señaló la disposición de fortalecer los lazos de colaboración con la FAO a fin de contrarrestar el fenómeno e incrementar las prácticas de su país para preservar las poblaciones de peces.
El mandatario consideró que aprobar el Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto es crucial para el íéxito del nuevo Santuario Nacional Marino de Palau, "que engloba toda nuestra zona económica exclusiva e incluye una zona de veda de más de 500 mil kilómetros cuadrados".
Según estimados de Naciones Unidas, las prácticas pesqueras ilegales, no declaradas ni reglamentadas, pueden alcanzar los 26 millones de toneladas de pescado al año, equivalentes a más del 15 por ciento del total de la producción mundial.
