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Autor Tema: ¿Existen los demonios? Investigación sobre su origen.  (Leído 537 veces)

Scientia

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¿Existen los demonios? Investigación sobre su origen.
« en: Diciembre 15, 2015, 09:17:15 pm »
http://granmisterio.org/2015/12/09/existen-los-demonios-investigacion-sobre-su-origen/minia_demon/

¿Existen los demonios? Investigación sobre su origen.

Difí­cilmente se puede encontrar a una persona que no relacione la palabra demonio con cuestiones negativas, ya que es la interpretación que generalmente se le da y ya es parte del inconsciente colectivo, pero en este escrito se verá que tanto hay de verdad y mentira en su interpretación general.

La palabra demonio proviene del griego daimon que significa “genio”. En la Biblia, cuando San Jerónimo tradujo la Vulgata, usó la palabra daemonium. De ahí­ se castellanizó como demonio. Homero ya utilizaba esta palabra en la Ilí­ada, para referirse a cierta “divinidad menor”, buena o mala, que no está en el panteón de los grandes dioses. Platón nombra este concepto en muchos de sus diálogos como un intermediario entre dioses y hombres, considerándolos como seres encargados de otorgar el saber y guiar al humano. Sócrates llamaba “Daemon” a la parte incorruptible del hombre, al verdadero hombre interno, el racional Ego divino. Fue hasta la llegada del cristianismo que “demonio” adoptó una significación malíéfica o diabólica.



Tambiíén la palabra daimon se forma sobre una raí­z indoeuropea da que significa “distribuir”, ya que se consideran divinidades mediadoras fundamentales en el desarrollo de la vida y de las funciones de la naturaleza.

Grupos de daimones:

Ninfas: facilitan el principio femenino de fertilidad en la naturaleza, se dividen en Nayades (protectoras de las aguas y fuentes), Nereidas (de las aguas del mar), Oríéades (protectoras de las montañas), Drí­ades (protectoras de lo árboles), etc.

Sátiros o Faunos: aspectos masculinos del desarrollo de la fertilidad natural y la vida, a los que los campesinos rendí­an culto como protectores del ganado. Se les representaba con patas y pezuñas de cabra, rabo y cuernos.



Los daimones como origen de la representación de los ángeles cristianos:

La mitologí­a griega consideraba a los demonios como seres humanos utilizados por los dioses para llevar las malas noticias al pueblo (de ahí­ la asociación con “mensajeros del mal”). A los que llevaban el mensaje entre los dioses les llamaban ángelos (mensajeros) o daimones ángeloi (demones mensajeros) que eran representados con grandes alas de pluma, seres excelsos. Como ejemplos tenemos al daimon mensajero del amor Eros (llamado Cupido por los romanos) y los gemelos hijos de la noche Hipno y Thanatos (el Sueño y la Muerte)



Hypno y Thahatos

¿Por quíé se satanizó el concepto del Daimon?

Debido a que a pesar de que el cristianismo persiguió el culto a los daimones no podí­a erradicarlo, así­ que lo que hicieron fue cargar de connotaciones negativas el concepto, representándolos tambiíén como espí­ritus del mal, convirtiíéndose en los demonios cristianos, de manera que el que los adorara pudiera ser acusado de adorador del mal. Como ya se vió, el tíérmino griego no tiene connotaciones de maldad, de hecho Eudaimonia significa “buen espí­ritu” y “felicidad”. Pero en la traducción al griego de la Biblia Hebrea, la septuaginta, ordenada por Ptolomeo II° para la Biblioteca de Alejandrí­a, adquirió su actual connotación malíévola. Se debe entender que el tíérmino daimon  se refiere solamente a una fuerza espiritual, no a un ser malíévolo.

El demonio como sinónimo del diablo:

La palabra diablo proviene del griego diabal ló que significa “mentir, calumniar, falsear”, por lo que se entiende que no es más que una representación de esas cualidades negativas de la gente. El tíérmino demonio se ha utilizado tambiíén para indicar miedos o aspectos malignos del ser humano, que lo dañan a el y a los demás.



Pero ahora hay que enfocarse en el tema principal de este artí­culo, de acuerdo a todo lo anterior ¿existen los demonios?

El ocultismo occidental considera al demonio como una metáfora para denominar ciertos procesos psicológicos (demonios internos), aunque tambiíén llega a considerarlo como un fenómeno objetivo y real. El Glosario Teosófico define esto:

Demonios.- Segun la Cábala, los demonios residen en el mundo de Assiah, el mundo de materia y de las envolturas” de los muertos. Son los Klippoth. Hay siete Infiernos, cuyos demoní­acos habitantes representan los vicios personificados. Su prí­ncipe es Samael, y su femenina compañera es Isheth Zenunim –la mujer de prostitución; unidos en aspecto, se les denomina “la Bestia”, Chiva. (W.W.W.) -[Demonio (del griego Daimón, Daimonos, dios, genio, tutelar, destino). Según su etimologí­a, es un genio o ser sobrenatural que las religiones ponen como intermedio entre la Divinidad y el hombre. –

* Demonios elementarios.- Platón alude a ellos en el Timoeus, al hablar de los Elementos irracionales y turbulentos, “compuestos de fuego, aire, agua y tierra”. (Doctrina Secreta, I, 619)



Esos personajes que se nombran en la definición, como Samael e Isheth podrí­an ser metafóricos, lo que podemos considerar es que en realidad, dado que el significado de la palabra demonio no se refiere a algo negativo, a las verdaderas energí­as negativas se les han asignado otros nombres más adecuados en el ocultismo, y que generalmente son creaciones de la misma humanidad. Veamos ejemplos:

Criaturas del Inframundo: son los encargados de concebir y mantener la materia, sin ellos no podrí­a existir el mundo fí­sico que conocemos. Por lo mismo que están tan sumidos en la materia, su entendimiento es muy denso y oscuro, son más materialistas que el más materialista de los humanos. No hay que relacionarse con ellos, ya que están ávidos de energí­a, una especie de vampiros de energí­a. Se encuentran en lugares donde la energí­a es muy pesada y se alimentan de energí­as bajas. Tambiíén la gente que está demasiado tiempo con un estado de ánimo negativo puede llegar a contactarlos ya que astralmente se va a esa zona vibratoria.



Los desalmados: son las personas que por su exceso de maldad y depravación terminan por separarse de su alma (o triada superior, ya que el ser humano cuenta con 7 cuerpos, 4 inferiores y 3 superiores, siendo los últimos a lo que se le puede llamar alma, los más “divinos”). Seguirán reencarnado hasta que el impulso de vida se agote.

Personas malvadas que mueren antes de tiempo: estas por haber muerto cuando no les correspondí­a, vagan a nivel sutil en las mediaciones de la Tierra. Como aún continúan con un gran deseo de satisfacer sus pasiones terrenales, van a tratar de satisfacerse a travíés de personas vivas, a las que van a vampirizar (un ejemplo son los Incubos).



Incubos y Súcubos: son gules, vampiros y elementales sin alma, en la India se les conoce como Pizachas. Son parásitos machos y hembras que se desarrollan en los elementos astrales del hombre o de la mujer, como consecuencia de una imaginación lasciva. Son formas astrales de elementarios (personas difuntas), que ya sea conscientemente o intuitivamente son atraí­das a los lujuriosos, manifestándose incluso de forma tangible pero invisible. El incubo es macho, el súcubo es hembra.



Los cascarones elementarios: es el desecho sutil que queda de una persona cuando fallece (esto quiere decir, lo que queda de los 4 cuerpos inferiores, ya que como se dijo antes, los 3 superiores son divinos). Lo normal es que se vaya desintegrando para que el ser se una a la triada superior, pero en ocasiones es revivificado ya sea por magia, mediumnidad u otras circunstancias, y va a buscar vampirizar energíéticamente a los vivos para sobrevivir. Será atraí­do a lugares que tengan afinidad con sus impulsos, por ejemplo, el de un borracho irá a tabernas, el de un fanático dogmático irá a iglesias, etc. Se les llega a confundir con fantasmas, pero es un error.



Fantasmas: se dan en lugares donde se concentra la energí­a, como en las construcciones antiguas y viejos castillos, ya que los espesos muros de piedra acumulan energí­a, por lo mismo el cuerpo astral del difunto no se desvanece. Sigue repitiendo automáticamente la misma conducta de la última gran impresión que tuvo antes de fallecer. Generalmente es invisible, pero cuando las condiciones del aire y íéter son adecuadas, alteran las molíéculas astrales, haciíéndolos visibles para los vivos. A diferencia de los anteriores no muestran signos de inteligencia, esto se debe a que solo es un cascarón astral.



Hechiceros o Magos negros: estos son hombres que han alcanzado la cúspide del conocimiento en el arte prohibido, por lo mismo, vivos o muertos pueden “engañar a la naturaleza”. Tienen bastante poder en el plano astral. Pero esto es temporal, ya que cuando la Tierra entre en el oscurecimiento o Pralaya, serán aniquilados (el Pralaya se refiere a cuando un planeta termina su ciclo de vida, “muere” y entra en un periodo de reposo, para posteriormente “reencarnar” en un nuevo planeta más perfeccionado.)



Estos fueron algunos ejemplos de cómo aborda el esoterismo y el ocultismo este tema, no hay que alarmarse con este tipo de información, al contrario, entender la importancia de mantener el equilibrio emocional, y para eso existe mucha literatura e información a la cual se puede recurrir.

Amor y propósito ante todo…saludos.