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La economía rusa rebasó la cresta de la crisis en sentido general, tras una notable recuperación de la estabilidad de los parámetros fundamentales, aseguró hoy el presidente Vladimir Putin durante la conferencia de prensa anual.
Al abordar la situación económica interna ante una pregunta de la prensa, Putin admitió que fueron proyectados los pronósticos partiendo del elevado grado de dependencia de la economía rusa de los factores externos, como el precio de los agentes energíéticos.
Dijo que ante el desplome de las cotizaciones petroleras, se hicieron correcciones en 2014 y en el año en curso de los indicadores macroeconómicos, pero mostró optimismo por las estadísticas del segundo semestre.
Se observan -puntualizó el mandatario- rasgos de estabilidad en la actividad empresarial, en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), de la producción industrial y un saldo positivo de la balanza comercial, relacionó a modo de argumento.
El PIB creció en 0,3 y 0,1 por ciento, en septiembre y octubre, respectivamente, con un ligero incremento de la producción industrial (0,2 y 0,1), indicó.
Como elementos alentadores añadió la reducción de la deuda externa en 13 por ciento respecto a 2014 y una disminución de la fuga de capitales, con una tendencia inversa en el tercer trimestre.
Dijo que la situación en esa esfera sería mejor si el país tuviera acceso a los mercados de críéditos financieros, una de las medidas contempladas en las sanciones sectoriales implementadas por la Unión Europea y Estados Unidos contra Rusia, por segundo año consecutivo.
Así todo, subrayó el gobernante, la nación euroasiática ha cumplido estrictamente con los plazos y volúmenes de los compromisos internacionales de pagos.
Igualmente aseguró que pese a las complejidades el Gobierno mantiene una alta disciplina presupuestaria y se prepara "para el escenario de desarrollo de cualquier variente de los acontecimientos".
En cuanto a los pronósticos oficiales, mencionó las estimaciones de un crecimiento del PIB en 2016 de 0,7 por ciento, 1,9 para 2017 y 2,4 en 2018 a partir de un estimado de 50 dólares el barril de petróleo en los mercados internacionales.
Reiteró ante preguntas de la prensa el respaldo del Kremlin a la política del Ejecutivo y el Banco Central para garantizar la estabilidad financiera interna, en un contexto de turbulencias globales y elevada volatilidad. La comunidad empresarial rusa sigue expectante a una rebaja de la tasa de interíés bancaria.
Putin expresó conformidad con la labor general del Gobierno y descartó remociones de los cuadros, lo cual, según íél, no significa que no exista el deseo de perfeccionar ese órgano de poder.
En general es satisfactorio el trabajo, pero se puede y es necesario trabajar mejor, sostuvo al recordar que más de un tercio de las tareas contempladas en el plan anticrisis no se han cumplido.
Numerosas intervenciones de la prensa nacional abordaron disímiles problemas en torno a la situación económica del país y recabaron una reflexión del jefe de Estado ante las expectativas ciudadanas.