Por... IRATXE ROJO
En España los 350 escaños del Congreso se reparten de forma proporcional, aplicando la Ley d'Hondt.
Cada una de las 50 provincias representa una circunscripción, que tiene asignados un mínimo de dos diputados.
Ceuta y Melilla eligen uno cada una de ellas.
Los 248 asientos restantes se fijan en proporción a la población de derecho. Así lo establece la Ley Orgánica de Ríégimen Electoral General conforme a lo marcado en la Constitución.
En unas elecciones generales, la legislación española descarta las candidaturas que hayan obtenido menos del 3% de las papeletas.
El resultado de cada una de las otras habrá de dividirse por el número de escaños en juego.
Los representantes se conceden a estos cocientes por orden decreciente.
Este míétodo ideado en el siglo XIX por el jurista y matemático belga Victor d'Hondt es uno de los más eficaces para garantizar la proporcionalidad entre los votos emitidos y la representación parlamentaria, y se utiliza en otros países como Francia, Finlandia, Argentina, Chile, Colombia o Ecuador.
Sin embargo, la fórmula favorece a los grandes partidos, aunque no es la principal responsable de las distorsiones que se puedan producir en comparación con la división en circunscripciones pequeñas.