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Autor Tema: Intereses en negativo: lo pagaremos...  (Leído 343 veces)

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Intereses en negativo: lo pagaremos...
« en: Febrero 18, 2016, 12:41:32 pm »
Por...  FERNANDO Mí‰NDEZ IBISATE


La noticia ha sido que el eurí­bor ha alcanzado valores negativos, de modo que se cobra por pedir un príéstamo o se paga por otorgarlo, contrariamente a lo normal.

En realidad, hace ya tiempo que el eurí­bor y algunos tipos vienen siendo negativos. Se trata de intereses pagados por deuda pública con ciertas caracterí­sticas, como su seguridad y críédito o solvencia y liquidez, o por los príéstamos que las entidades financieras de determinados sistemas, como el dólar o el euro, se realizan entre sí­ y a perí­odos -hasta ahora- menores a un año (uno, tres o seis meses e incluso una semana o un dí­a, tambiíén denominados overnight). Son tipos interbancarios a diferentes perí­odos temporales, entre los que destacan como referencia el federal funds rate, de Estados Unidos, el Libor, del mercado de Londres, y el eurí­bor, para la zona euro. Pero ahora se trata del eurí­bor a un año que, además, sirve de referencia a la mayorí­a de príéstamos hipotecarios en la eurozona.

Puesto que estos tipos se determinan en cada mercado interbancario, aunque pueden intervenir tambiíén bancos de fuera, como por ejemplo Barclays, J. P. Morgan Chase & Co. o el Banco de Tokyo-Mitsubishi UFJ en el caso del eurí­bor, suele entenderse que los tipos interbancarios, como el eurí­bor, se establecen según criterios de mercado. Nada más lejos de la realidad. Cuando algunos (pocos) insistimos que el mercado más regulado e intervenido por las administraciones es el mercado financiero y monetario, no se trata de una obsesión. Los bancos centrales, que son parte de las autoridades o de la Administración y que siempre dependen de los Gobiernos, a pesar de su proclamada independencia, además de ser quienes determinan quiíén puede o no formar parte del sistema; además de establecer las normas y leyes que lo regulan y rigen y además de ser el guardián último de todo el sistema, incluida su supervisión y vigilancia, disponen de diversos instrumentos para ejecutar su polí­tica monetaria entre los que se encuentran el tipo de descuento o redescuento y el denominado, en la eurozona, tipo de facilidad de depósito.

El primero indica el tipo de interíés que los bancos centrales cobran al sistema financiero por pedirle prestado. ¿Por o para quíé? Entre otros motivos, aparte de problemas especí­ficos de solvencia, liquidez, necesidades de financiación ante oportunidades de inversión o de cualquier otro tipo, para cubrir los desfases de reservas requeridas por dichas autoridades monetarias al sistema bancario y financiero. El segundo supondrí­a una remuneración del banco central a los bancos y otras entidades financieras por los depósitos y excedentes de reservas que íéstos mantengan en el banco central correspondiente. Manejando estos tipos al alza o la baja, así­ como los niveles de encaje o de reservas requeridas, los bancos centrales determinan tambiíén, o al menos influyen enormemente, sobre el tipo de interíés interbancario que establece el mercado; desde luego muy intervenido, incluso por los propios participantes.

A nadie se le escapa que ha habido, tal vez todaví­a haya en menor medida, factores que son claves en la crisis de 2007 en adelante, como el hundimiento de la confianza, de críédito -de la credibilidad-, de las perspectivas y por tanto de la formulación de expectativas a corto y medio plazo. Todo ello en medio de una crisis que se ha caracterizado, precisamente por las polí­ticas monetarias previas, por unos volúmenes de endeudamiento formidables y masivos. Eso quebró, en momentos muy concretos y precisos, el mercado interbancario, cosa que no es el caso ahora. Pero los bancos centrales se empeñaron en polí­ticas de expansión brutal de la liquidez intensas, duraderas y crecientes, de corto recorrido y muy dañinas.

A la par que obligaban al sistema bancario a elevar sus reservas e incrementar sus dotaciones de fondos y capital, para atender sus obligaciones y pasivos en previsión de futuras dificultades, han inundado el mercado de liquidez y, en concreto, el BCE hace un tiempo que cobra (interíés negativo) por los depósitos que mantienen, en exceso sobre los requerimientos, las entidades financieras en las cajas del banco central. Un magma de liquidez pulula, así­, por los mercados (únanse los fondos que se mueven desde China o los mercados asiáticos o de Latinoamíérica) en busca de mayor rentabilidad. La oferta de disponibilidades para príéstamos se eleva, y mucho, mientras la demanda de fondos para príéstamos o de oportunidades de inversión, aunque ha aumentado algo, tal vez sea como respuesta en forma de movimiento a lo largo de la propia curva de demanda. El resultado es que algunos tipos están en negativo. En la eurozona lo estarán durante un tiempo, aunque no los veamos bajar cuantiosamente, sino poco a poco, y se trata de una polí­tica deliberada o expresa de nuestras autoridades. Parece ser que siete años con los tipos en mí­nimos y QE's no responden como se querí­a.


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...