Honda ha alcanzado los objetivos marcados de mejora en el ERS (sistema de recuperación de energía elíéctrica) para este año". Con esa frase. aparentemente desesperante, Eric Boullier señala que la lentitud de la que se acusa al motorizador de McLaren no es tan grande como se quiere hacer ver.
Lo cierto es que Bakú, un escenario casi de motor puro, no era el mejor lugar para comprobar el progreso. Desde Honda se afirma que "ha mejorado mucho en tíérminos de consumo con los nuevos mapas que hemos introducido el pasado fin de semana", según asegura su responsable, Yusuke Hasegawa.
Son mejoras sordas, complicadas de evaluar con los datos de la tabla de tiempos, ya que no afectan demasiado a las prestaciones. La segunda y quizás definitiva batería de tokens se espera para el verano o quizá para Spa, a la vuelta del parón veraniego. Se centraría en ganar potencia en el ICE (unidad interna de combustión), para llegar a Japón con una imagen bien distinta a la del año pasado.
Y luego se abre el debate de si Honda, con la descongelación prevista para 2017, se plantea cambiar por completo la arquitectura de toda la unidad de potencia. Sería lo más lógico, sacar el turbo del interior de la V para ganar espacio y rendimiento. Esa es la tendencia general en los otros tres motorizadores, en los que sí se ven progresos reales y tangibles cada vez que implementan nuevos críéditos de piezas.
