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Autor Tema: UNA RAIZ QUE PROLONGA LA-VIDA MAS ALLA DE LOS CIEN Aí‘OS  (Leído 598 veces)

Scientia

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UNA RAIZ QUE PROLONGA LA-VIDA MAS ALLA DE LOS CIEN Aí‘OS
« en: Agosto 15, 2016, 07:44:00 pm »
http://www.ay-va.pareymedia.com/news/health/noticia-una-raiz-que-prolonga-la-vida-mas-alla-de-los-cien-anos.html


UNA RAIZ QUE PROLONGA LA-VIDA MAS ALLA DE LOS CIEN Aí‘OS
Una planta milenaria que se desarrolla en las zonas húmedas de los Andes de Bolivia y Perú

El kuchucho (cuchucho) es el nombre de una raí­z silvestre procedente de una planta milenaria que se desarrolla en el altiplano de Perú y Bolivia, en alturas superiores a los 3.000 metros.

Altamente nutritiva y, según se dice, es capaz de prolongar las vidas de las personas que la consumen. Y, es que al parecer hay evidencias de ello. Lo que sí­ es bastante cierto, es que los pobladores de esas altas regiones de los Andes, son efectivamente bastante longevos y gozan de una salud fí­sica y mental excelente y una actividad de tipo sexual prolongada y activa, incluso durante la vejez.

La raí­z del kuchucho, ha sido utilizada profusamente por todos los habitantes de la región, debido a sus excelentes propiedades nutritivas, medicinales y afrodisí­acas. Un hecho que le llevó a estar al borde de la extinción.

El kuchucho, ha permanecido casi en el anonimato y olvido de los cientí­ficos e investigadores de todo el planeta y, particularmente, los de los paí­ses en los que crece, que por falta de interíés en lo natural o en lo propio, descartan estos recursos, de gran poder nutritivo, y capaces de resolver los numerosos problemas de salud de su población.

En los últimos años, se está volviendo la mirada a este tipo de productos, como importantes fuente de salud y se están difundiendo profusamente sus beneficios entre los pobladores, ya no solo del altiplano, sino de toda Bolivia y Perú.

Todo ello, avalado por los estudios de prestigiosas universidades, entre los que destaca uno llevado a cabo por los investigadores de la Universidad Nacional Agraria de La Molina (Unalm), que han comprobado la existencia de una ingente cantidad de propiedades nutritivas y medicinales, en esta raí­z oriunda de Perú, que aunque silvestre es comestible, y capaz de lograr que quien la consuma pueda vivir más allá de los 100 años.

Vidal Villagómez, jefe del Programa de Tubíérculos y Raí­ces Reservantes de la Unalm, explicó que la planta crece en las riberas de lagos y lagunas de la Sierra, en zonas de gran altitud. La especie ha sido localizada en distintas áreas de los lagos Titicaca (Puno), Parinacochas (Ayacucho) y Chinchaycocha (Juní­n), entre otras, anotó. Tambiíén se le encuentra en humedales alto andinos y, primordialmente, donde brotan manantiales.

El agrónomo destacó que esta raí­z pertenece al grupo de las “reservantes”, porque contiene una elevada reserva o concentración de almidón de alta calidad y mayor cantidad de proteí­nas que los cereales, el doble de calcio que la leche y cuatro veces más cantidad de fósforo que otros alimentos. Estas propiedades nutricionales vigorizan el organismo al punto de prolongar la existencia más allá de los 100 años de edad, sostuvo.

“Numerosos casos de larga longevidad, superiores al centenario de vida, se han encontrado en los pobladores de las pampas de Llave, en el distrito de Pilcuyo, de la provincia del Collao, departamento de Puno. Ellos afirman que consumen kuchucho como parte de su alimentación diaria”, asevera Vidal.

Agregó que, incluso, se le han atribuido propiedades revitalizadoras de la actividad sexual, superiores a las de la cíélebre maca, sobre todo en la etapa de senectud.

Vidal señaló que esta raí­z, de unos tres a seis centí­metros de largo en promedio, con una consistencia similar a la nuez, tiene un sabor dulce y puede consumirse fresca o seca, es de fácil digestión y, por lo tanto, rápidamente asimilada por el organismo.

Es una raí­z de color blanco cremoso, de consistencia tierna, lisa, abultada, carnosa y de tamaño reducido, de 1 a 2 cm de longitud y 0.5 cm de diámetro. Tiene un sabor dulce, lo que la hace además de saludable, sabrosa. Crecen en grupos de tres a cuatro raí­ces unidas lateralmente por el costado que asemejan a pequeños dedos cortos sujetados por una corona de la cual nacen dos hojas pequeñas y cortas, como las hojas de la cebolla tierna. Su sabor es similar al de la nuez o al de los cacahuetes o maní­, o a y es un alimento de muy fácil digestión.

La raí­z del kuchucho se puede consumir cruda, desecada o tierna. Recibe la denominación de cuchucho (kuchucho), tanto en el idioma quechua como en el aimara.

Refirió que en la tradición de los pueblos andinos el kuchucho es recolectado, junto con otras plantas alimenticias y medicinales, en abril. Con la raí­z molida, se preparan deliciosos ponches, con sabor dulce y agradable, parecido al ponche de almendras o al ponche de maní­.

Vidal trabaja junto a un equipo de ingenieros agrónomos, especialistas en semillas y riego, para lograr que esta raí­z silvestre pueda cultivarse en los campos agrí­colas de Perú, de manera tecnificada y con gran rendimiento por hectárea.

De momento, ellos han logrado que esta raí­z germine y crezca con íéxito en los invernaderos y campos experimentales de la Unalm. “El reto ahora es obtener un rendimiento que permita su cultivo masivo, para beneficio de la agricultura peruana”, concluyó.

El kuchucho está considerado como un nutracíéutico, debido a que es un alimento con propiedades farmacíéuticas. Sus propiedades medicinales son tan sorprendentes como las de la maca andina, y aunque su importancia, por el momento, se circunscribe sólo a las poblaciones del Altiplano de Puno, en Perú, lo cierto es que las bondades del cuchucho prometen convertirse en una fuente de vitalidad y longevidad para todos los habitantes del mundo.

El kuchucho o cuchucho, no solamente es buscado por sus cualidades medicinales, sino, porque además se le atribuyen propiedades altamente afrodisí­acas. Antúnez de Moyolo sostiene en su libro “La alimentación en el antiguo Perú” (1981) que, debido a la fama de este tónico concentrado natural como afrodisí­aco, la planta estuvo a punto de extinguirse entre los siglos XVI y XVII, a consecuencia del excesivo consumo que de ella se hizo.

“Tanto entre los hispanos como entre los mestizos, se llegó a popularizar tanto la eficacia de sus propiedades revitalizadoras de la actividad sexual, especialmente en la senectud, que fue consumida con mucha avidez para dichos fines”, explicaba.

Para los campesinos y mestizos de la región altiplánica, es tal el poder de vigorización de esta planta, que se ha hecho muy popular, entre los pobladores que la consumen, la frase aimara: “Kuchucho q'acha saytayiriwa anisiñataki” (el cuchucho sirve para despertar la lujuria y luego hacer el amor).