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Autor Tema: ABRIR LAS PUERTAS Y EXPULSAR LOS VIENTOS  (Leído 418 veces)

Scientia

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ABRIR LAS PUERTAS Y EXPULSAR LOS VIENTOS
« en: Septiembre 13, 2016, 07:15:25 pm »
ABRIR LAS PUERTAS Y EXPULSAR LOS VIENTOS

Explicaremos detalladamente como abrir las puertas y así­ eliminar los vientos que nos dañan nuestro cuerpo.

Si no está familiarizado con los conceptos taoí­stas respecto al cuerpo, la mente y el espí­ritu, entonces los tres primeros capí­tulos le habrán introducido a unas cuantas ideas novedosas y extrañas: una energí­a invisible llamada Chi que hace funcionar el cuerpo; cambios en los í“rganos que generan una variedad de emociones, y pulsos en la muñeca que revelan la condición de los í“rganos.



es necesario que crea en estos conceptos para comenzar la práctica de Chi Nei Tsang. No obstante necesitar tener claridad respecto a estas ideas y adoptar una actitud experimental. En algún momento se tornaran reales y evidentes para usted tambiíén.

Este capí­tulo presenta una observación igualmente extraña: hay vientos circulando dentro de su cuerpo, que afectan su salud y su vida emocional.

Estos vientos se originan dentro y fuera del cuerpo. La idea de que hay vientos externos que nos afectan no es tan exótica como imagina. La gente del sur de California y Los íngeles teme la llegada a fines del verano de los “vientos de
Santa Ana”, que nacen en el desierto y se cree que son la causa de muchos accidentes y problemas psicológicos. La serenidad de muchas poblaciones en los valles suizos se altera a menudo con la llegada anual de vientos extraños
que descienden sobre estos apacibles valles. Aquellos que han vivido una vida larga, o quienes viven en contacto estrecho con la naturaleza, han aprendido a reconocer que ciertos vientos y ciertos climas son más de lo que parecen.

El viento es energí­a Chi que puede ingresar en el cuerpo desde el exterior y puede originarse en el interior del cuerpo. Los vientos entran y salen a travíés del ombligo, la nuca, los antebrazos y la parte inferior de las piernas.

Un buen viento es una energí­a Chi saludable y bueno para uno. Los antiguos taoí­stas identificaban vientos malsanos, anormales y malos como vientos patológicos y perversos y los llamaban vientos del mal. Los vientos del mal quedan atrapados en forma de toxinas, bloqueos y energí­a que no puede movilizarse. La energí­a Chi es integrante de estos vientos y cuando son expulsados del cuerpo la energí­a Chi vuelve a ser saludable. La energí­a Chi en si misma es buena, pero se encuentra en una mala situaci6n. Es como tener en casa un cuarto que normalmente está lleno de aire bueno, pero si hay un pez muerto o una rata muerta en ese cuarto el aire se vuelve malsano e intolerable. Al eliminar la causa maligna y abrir las ventanas el aire volverá a ser agradable otra vez.

Los vientos de la naturaleza se originan en la diferencia de presión atmosfíérica que hace que el aire se desplace de las regiones de baja presión hacia las regiones de alta presión, y tambiíén por variaciones en la temperatura que desplazan el aire de las regiones frí­as a las regiones cálidas. quien sabe de donde vienen los vientos? a. Quien puede controlarlos? Surgen y llegan veloces y cambian fácilmente de dirección.

Dentro del cuerpo tambiíén existen diferencias de presión. Surgen en los lugares congestionados, con hiperactividad, en las obstrucciones y movimientos. Diversas temperaturas se originan en áreas de hiperactividad (alta) e hipo actividad (baja). Recuerde que las funciones de los cinco í“rganos tienen lugar a diferentes temperaturas y niveles de humedad o sequedad. Cuando el cuerpo está equilibrado, el corazón es caliente, los riñones son frí­os, los pulmones son frescos y secos, el hí­gado es tibio y húmedo y el bazo es mojado y cálido. La mezcla de los “climas” del cuerpo es agradable. Los í“rganos mantienen un estado de homeostasis en el cuerpo equilibrándose mutuamente en forma automática. Las condiciones de los í“rganos raramente son ideales, y los í“rganos están pasando todo el tiempo de una temperatura a otra. Estos cambios afectan al “clima” del cuerpo y pueden causar vientos o brisas que se desarrollan internamente.

Los vientos arrastran is toxicidad del cuerpo. Cuando los vientos salen del cuerpo, a menudo lo hacen en forma de flatulencias, eructos, bostezos o el crujido de una articulación. En ocasiones los vientos quedan atrapados en el cuerpo y causan hipos, dolores dispersos, picazón, fiebres, dolores articulares, pesadez, lentitud, calambres, dolores de cabeza, víértigo y en casos extremos gota, parálisis y artritis. Los vientos pueden hacer que manos y miembros se sientan pesados e insensibilizados. Los calambres son vientos atrapados en torno a los nervios, que tiran de ellos y causan dolor. Los vientos pueden ocasionar migrañas, dolores oculares, dolores renales, musculares y funcionamiento deficiente de los í“rganos.

Las erupciones cutáneas son el sí­ntoma mas claro de problemas de vientos. Observe si existen erupciones en el pliegue del codo, en torso al cuello y la parte posterior de las rodillas. Este es un buen sí­ntoma, pues indica que los vientos están abandonando el cuerpo. Sin embargo, tienen dificultades para salir y es necesario llevar a cabo uno trabajo de desintoxicación.

A Vientos Malsanos (Gases Atrapados)

Los gases pueden formarse a causa de cierto tipo de alimentos ingeridos, climas extremados, cambios estacionales, sustancias tóxicas en el medio ambiente y otros factores. Estos gases pueden quedar atrapados en nudos, madejas y bloqueos dentro de los sistemas del cuerpo, los í“rganos vitales y los espacios intermedios, y gradualmente convertirse en vientos malsanos o vientos del mal.

El primer procedimiento del masaje Chi Nei Tsang es la apertura de las puertas del viento. Con el empleo de la tíécnica de Chi Nei Tsang para aplicar presión en ciertos puntos apropiados, el viento puede ser liberado y expulsado del cuerpo.
Debo insistir que no todos los vientos son malsanos. El viento es aire o gas. El proceso de respiración, de hacer entrar y salir aire del cuerpo, involucra al viento. Cada í“rgano posee un viento que le es intrí­nseco. El viento se torna malsano solo cuando es inapropiado para la parte del cuerpo en el que se encuentra, o cuanto ha quedado atrapado y se estanca. La energí­a atrapada en forma de nudos o bloqueos necesita ser liberada, de modo que el viento de la fuerza vital pueda fluir libremente por todo el cuerpo. El flujo de energí­a positiva impide que surjan nuevos vientos malsanos.

1. Los vientos malsanos pueden correr y ocultarse
Las tíécnicas de Chi Nei Tsang son excelentes para el mantenimiento de los vientos. Los vientos malsanos (gases malos) pueden ser eliminados antes de que puedan causar problemas. La rigidez, la tensión y la pesadez producto de energí­a que ha quedado atrapada (vientos) pueden aliviarse. Aunque el masaje a veces provee alivio temporal a estos problemas, los vientos malsanos pueden simplemente escapar y ocultarse en otra parte. Quien practique Chi Nei Tsang debe saber c6mo ahuyentar el viento malsano del cuerpo, ya que toda energí­a atrapada en el cuerpo impide que la energí­a curativa circule libremente a travíés de los principales canales y meridianos.
La mayorí­a de las personas tienen bloqueos y vientos atrapados. Los bloqueos afectan a la circulación en el sistema que se encuentre directamente afectado y tambiíén a la circulación de otros sistemas, ya que todos están Interconectados. En consecuencia, es de vital importancia limpiar el área abdominal de bloqueos y vientos atrapados de modo que la energí­a Chi pueda fluir libremente a travíés de sus varios canales y el cuerpo pueda funcionar mejor.

Los vientos malsanos pueden causar enfermedades
En el sistema chino, tradicionalmente, los vientos malsanos pueden causar enfermedades. Cuando existe energí­a Chi enferma, las toxinas se a cumulan en el cuerpo. El cuerpo trata de eliminarlas a travíés del sistema linfático. Cuando se presenta un estado crónico de energí­a Chi enferma, los nódulos linfáticos en el ombligo, el cuello y las axilas se agrandan y endurecen. El masaje suave de estas áreas libera las toxinas en ellas y permite a los nódulos linfáticos funcionar con mayor libertad. En ocasiones la energí­a Chi enferma queda atrapada en la sangre y se transporta en una burbuja.
Cada órgano tiene un tipo particular de viento o energí­a con la que está asociado cuando enferma. Mediante la práctica de Chi Nei Tsang y de la meditación del Sistema del Tao Sanador, se puede eliminar la energí­a enferma del cuerpo.

La sensación que produce la energí­a enferma

Algunas personas pueden ver los vientos malsanos, pero hay otras que perciben la energí­a de maneras diferentes. Aprenderá aquí­ cinco de las energí­as malsanas que se encuentran en los í“rganos del cuerpo, junto con la sensación que cada una de ellas produce.
Los pulmones pueden producir una energí­a con sensación de hormigueo o comezón que puede acumularse en la piel del practicante y llegar a penetrar en su cuerpo. En la piel del discí­pulo puede presentarse como una zona irritativa que puede transferirse fácilmente al practicante. Aunque esta energí­a no se perciba inmediatamente, puede llegar a producir una terrible sensación de comezón.
Los riñones, la vejiga y otros í“rganos Yin producen una energí­a frí­a, helada, cuando no se encuentran bien. Este escalofrí­o puede desplazarse a los huesos y es muy difí­cil eliminarlo de allí­.
El hí­gado produce una energí­a malsana mordiente, con cierto parecido a la comezón de la energí­a malsana, pero más picante. Da la sensación de que hay hormigas picando la piel.
El corazón produce una forma de energí­a malsana con ardor caliente que emerge en forma de erupción rojiza.
El bazo, el estomago y el páncreas producen una energí­a húmeda. Cuando penetra en la mano se siente mojada y pegajosa.

 

4. La combinación de energí­as penetrantes, calientes, hormigueantes y heladas

Como mencionara anteriormente, la combinación de energí­a frí­a y penetrante es la peor que podemos experimentar. Es muy importante que usted, como practicante, no permita que esta energí­a penetre en su cuerpo y se aloje en alguno de sus 6rganos internos.

El practicante puede encontrar la piel cálida o caliente al tacto porque las leyes de corrientes de convección hacen que el calor se eleve. Notar que este calor, generado en los í“rganos internos y otros tejidos y espacios del cuerpo, se elevara a la parte superior del torso, la cabeza, el cuello y los í“rganos superiores. Esto origina una cubierta termal dentro del cuerpo. La energí­a malsana frí­a queda atrapada por debajo de la capa de energí­a caliente que se ha movido hacia la superficie. Por esta razón las personas que tienen energí­as malsanas penetrantes u hormigueantes tienden a presentar erupcio­nes en la parte superior del cuerpo.

Es posible tambiíén que se encuentre con múltiples capas de energí­as calientes y frí­as alternándose en el cuerpo. A causa de estas capas de energí­a atrapada, las irritaciones resultantes provocan erupciones asimismo en otras partes del cuerpo, como por ejemplo detrás de las rodillas o en el pliegue del codo. Es importante eliminar estas capas una cada vez hasta alcanzar la fuente del problema.

Los í“rganos generan diferentes tipos de energí­as debido a las toxinas acumuladas. Estas toxinas quedan atrapadas en el hí­gado o el corazón, y a menudo tambiíén en la sangre. Cuando hay exceso de toxinas en estos sistemas, tambiíén existe excesiva producción de calor.

 

5. Una consideración más detallada de la energí­a malsana frí­a

La energí­a malsana /Ha hiela los huesos

Las personas que tienen una energí­a malsana frí­a exudan un escalofrí­o helado cuando se las toca con las manos. Esta condición está provocada por el viento frio que ha quedado atrapado en alguno de los í“rganos del cuerpo. Un desorden renal o en la vejiga puede tambiíén ser la causa de este problema. Este escalofrí­o puede trasladarse hasta los huesos y es muy difí­cil eliminarlo de allí­.

La energí­a malsana frí­a, asimismo, se mueve lentamente, pero de todos modos buscará otro lugar para ocultarse en el cuerpo.

La energí­a malsana frí­a produce sensación de pesadez

La energí­a malsana frí­a tiene una naturaleza mojada y frí­a yes tambiíén muy pesada. Busca las profundidades del cuerpo, en particular los miembros inferiores y los í“rganos internos más bajos a causa de la fuerza de gravedad y las corrientes de convección.

Esta energí­a malsana frí­a y pesada se mezcla con las toxinas acumuladas que están a su vez atrapadas por la gravedad en los tejidos inferiores del cuerpo y los í“rganos internos, tornándose difí­cil de eliminar.

c. La identificación de la energí­a malsana frí­a

Cuando este examinando una persona, podrá identificar fácilmente la energí­a malsana frí­a. Notara una tonalidad azulada o gris pálida en la piel, especialmente en la cara en torno a las mejillas, bajo los ojos, a los lados de la nariz, en las orejas, en los labios, en las encí­as y la lengua.

Las &las de manos y pies pueden estar azuladas o empalidecidas y los dedos de manos y pies estarán frí­os. El pulso generalmente es lento, comprimido, díébil y produce sensación de frio, especialmente cuando lo tome en la aorta, la vena cava u otros vasos sanguí­neos importantes. Tambiíén se encontrara con venas varicosas y a veces con manchas díérmicas. Despuíés de practicar por un tiempo las meditaciones taoí­stas y la energí­a Chi Nei Tsang, desarrollara usted una buena sensibilidad hacia la energí­a malsana frí­a.

Apertura de las puertas del viento

Es importante dominar y ahuyentar los vientos al comienzo de cada sesión. Esto contribuirá a activar la energí­a abdominal y aflojar las tensiones en esa zona. Algunas personas presentaran un abdomen demasiado dolorido como para tolerar la presión de este procedimiento. En estos casos, se debe realizar primero una desintoxicación suave de la piel.

Tíécnicas para abrir las puertas del viento

Los vientos malsanos pueden salir por el ombligo si es que encuentran salida. Abriendo los puntos alrededor del ombligo se pueden extraer estos vientos de los órganos u otras partes del cuerpo. Los números del uno al ocho en la ilustración de los Puntos de
Presi6n del Ombligo (Figura 4.1) ordenan la secuencia que debe seguirse, indican tambiíén a que í“rganos se afectara. El Cuadro de las Puertas de Vientos (Figura 4.2) es más detallado que la Figura 4.1 y sirve como una guí­a práctica diaria para trabajar sobre las Puertas de Vientos.

1. Cuadro de las Puertas del Viento

a. Abra las puertas de vientos en el orden indicado. (Figura 4.2). Visualice el signo del Tai Chi como el ombligo.




Trabajo con un discipulo: Ejemplo para el lunes

Presione las dos zonas inguinales con el canto de las manos de 36 a 72 pulsaciones, o contando con su propio pulso.
Presione con el pulgar o el codo el Tan Tien (7,5 centí­metros por debajo del ombligo) el número de pulsaciones indicado (15 veces). No va a sentir el pulso.
Presione los puntos del Centro Umbilical 1 a 8 durante el conteo indicado.
Hacia la izquierda esta la aorta, donde podrá tomar el pulso; sobre la derecha está la vena cava, que tiene un pulso más fuerte.

Riñón derecho: 8 veces o pulsaciones
Corazon; 17 veces o pulsaciones
Riñón derecho; 19 veces. No sentirá las pulsaciones debido a la vena cava
Vejiga y Organo sexual; 21 veces o pulsaciones
Intestino grueso y delgado; 10 veces o pulsaciones
Bazo, pulmón derecho, estomago; 12 veces o pulsaciones
Hí­gado, pulmón izquierdo; 6 veces o pulsaciones
Intestino grueso y delgado, ovario derecho; 15 veces o pulsaciones.

Siga las guí­as del centro umbilical I-VIII y use el pulgar o el codo para presionar el punto indicado (Figuras 4.3 y 4.4).




ejemplo, despuíés de trabajar la puerta de las ingles y la Puerta al Mar de los Vientos (Tan Tien), vaya al punto I y este atento a que el lunes el pulso se sostiene durante ocho latidos del pulso. Si fuera martes, deberí­a sostener el pulso durante 17 latidos, el miíércoles deberí­a contar hasta 19, el jueves hasta 21, y así­ seguido hasta el fin de la semana.

Vaya entonces al punto II. El punto en esta zona debe sostenerse contando hasta 17 el lunes, 19 el martes, etc.

Muíévase alrededor del ombligo abriendo las puertas. Despuíés de cada punto, haga una pausa para que el efecto pueda tener lugar y se asiente la energia. La guí­a para el numero de cada dia es la practica numerológica taoista tradicional para la apertura de las

 

Puertas de Vientos.

2. Desatascar la sangre en las ingles

Párese o arrodí­llese al costado del discí­pulo (a menos que se trate de una persona muy grande, en cuyo caso es mejor arrodillarse entre sus piernas). Presione el canto de cada mano sobre el pulso de la arteria femoral en el pliegue inguinal de cada pierna (Figura 4.5).
Uno de los pulsos parecerá generalmente más fuerte que el otro. En ese caso, presione más en el pulso más potente. Esto contribuirá atraer más sangre y Chi al pulso mas díébil. Deberí­a percibir que los pulsos se ecualizan.

FIGURA 4.5. A. Puntos de presión para abrir las ingles. B. Abrir las Puertas del Viento de las ingles.



Sostenga el pulso entre 36 y 72 latidos para estimular la circulación en el abdomen inferior y las piernas y para quebrar obstrucciones. Algunos vientos saldrán por las piernas. Este procedimiento les abrirá el Paso.

NOTA: No practique esta tíécnica con alguien en peligro de sufrir, o que hay sufrido, una trombosis, ni con casos severos de varices.

 

3. Apertura de la Puerta al Mar de los Vientos

Puede permanecer entre las piernas de su discí­pulo o moverse a un costado del cuerpo.

Localice el pulso de Tan Tien (la Puerta al Mar de los Vientos) en una depresión aproximadamente cuatro centí­metros por debajo del ombligo a las 6 en punto (Figura 4.6).




primer pulso que sentirá es el pulso de la aorta que se percibe más bien como una sensación de energí­a. Puede ser necesario que practique este procedimiento durante varios meses antes de que lo distinga bien. En todas las otras posiciones, trate de sentir el pulso de la aorta.

Presione hasta que sienta el pulso. Generalmente se usa el pulgar; si está trabajando con alguien muy obeso o musculoso, tal vez necesite emplear el codo para encontrar el pulso (Figura 4.4). Ya use el dedo o el codo, actúe con suavidad y no se deslice. A veces no se puede hallar el pulso; en ese caso, todo lo que debe hacer es contar lentamente el número para ese dia en particular (mil, mil uno, mil dos, etc.).





FIGURA 4.6. Abrir la Puerta al Mar de los Vientos.

Calcule el número de pulsos que debe sostener para ese dí­a. Consulte el cuadro en la columna del Tan Tien. Para un lunes, deberí­a sostenerlo quince pulsaciones para un martes, ocho; para el miíércoles, diecisiete, etc.
Afloje la presi6n despuíés del número requerido de pulsaciones. El discí­pulo deberí­a sentir la energí­a fluyendo hacia la parte inferior del cuerpo.
Para adquirir experiencia, deberí­a practicar todos los puntos o puertas tambiíén sobre usted mismo (Figura 4.7).

FIGURA 4.7. Trabajando sobre si mismo
Presionar los Puntos Umbilicales.
4.8_4.9_abrir_puerta


Apertura de la Puerta del Viento al riñón izquierdo ‑

La Puerta del Oeste
Verifique el punto 1 en el cuadro para determinar el conteo para ese dia.
Oprima el punto exactamente a la izquierda del ombligo, a las tres en punto, hasta que sienta el pulso (Figura 4.8).
Sostenga mientras cuenta.
Antes de aflojar la presi6n, dirija la energí­a hacia el riñón izquierdo mediante su mente e intención. El discí­pulo tal vez sienta calor y sensación confortable que se extiende en esa zona.

FIGURA 4.8. Abrir la Puerta del Viento al riñón izquierdo.

FIGURA 4.9. Abrir la Puerta del Viento al corazón.

 

5. Apertura de la Puerta del Viento al corazón ‑
La Puerta del Sur

Verifique el punto 2 y determine el conteo para ese dí­a.
Oprima el punto exactamente encima del ombligo, a las doce en punto (Figura 4.9).
Sostenga mientras cuenta oprimiendo moderadamente.
Antes de aflojar la presión, dirija la energí­a hacia el esternón. El discí­pulo tal vez sienta calor y sensación confortable que se extiende en la zona del pecho y el corazón.

 

6. Apertura de la Puerta del Viento al riñón derecho- La Puerta del Este

Verifique en el cuadro el número de pulsos para el punto 3 y presione a las nueve en punto (Figura 4.10).
Enví­e la energí­a al riñón derecho antes de aflojar la presión.

4.10_rinon

7. Apertura de la Puerta del Viento a la vejiga y los órganos sexuales- La Puerta del Norte

Ahora deberí­a dedicarse al punto 4. Controle el número de la cuenta para ese dia.
Presione a las seis en punto justo por debajo del ombligo (Figura 4.11).
Enví­e la energí­a al centro sexual y a la vejiga antes de aflojar.

FIGURA 4.10. Abrir la Puerta del Viento al riñon derecho.
FIGURA 4.11. Abrir la Puerta del Viento a la vejiga y los organos sexuales.



FIGURA 4.12. Abrir la Puerta del Viento al intestino y el ovario izquierdo.

8. Apertura de la Puerta del Viento a los intestinos delgado y grueso y al ovario izquierdo – La Puerta del Noroeste

Lea el número de pulsaciones para el punto 5.
Tenga presente que el punto que va a oprimir está entre las cuatro y las cinco en punto (Figura 4.12).
Oprima cerca del ombligo hasta sentir el pulso.
Dirija la energí­a a ambos intestinos y al ovario izquierdo.

 

9. Apertura de la Puerta del Viento al bazo, el estomago, el páncreas, el Triple Calentador y el pulmón izquierdo – Li Puerta Sudoeste

Fí­jese en el punto 6 del cuadro. Verifique el número de pulsos para ese dí­a.

Encuentre el pulso entre la una y las dos en punto (Figura 4.13).

Presione contando el número correspondiente.

Hay cinco lugares a los que dirigir la energí­a, de modo que apríéstese. El discí­pulo deberí­a sentir el flujo de sangre y energí­a Chi hacia el bazo, el estomago, el páncreas, el Triple Calentador y el pulmón izquierdo.


FIGURA 4.13. Abrir la Puerta al estomago y el bazo.

FIGURA 4.14. Abrir la Puerta al hí­gado y la vesí­cula biliar.

10. Apertura de la Puerta del Viento al hí­gado, la vesí­cula biliar y el pulmón derecho

El punto 7 está entre las 10 y las 11 en punto (Figura 4.14).
Presione el número de pulsos para ese dí­a. Asegúrese de sentir el pulso.
Cuando termine, dirija la energí­a al hí­gado, la vesí­cula biliar y el pulmón derecho.
11. Apertura de la Puerta del Viento a los intestinos delgado y grueso y al ovario derecho.

Verifique el cuadro por última vez para el numero de pulsos. El punto figura 4.14

Sostenga el punto con una presión moderada, tal Como hizo en todos los puntos precedentes. Antes de aflojar el punto, dirija la energí­a a los intestinos y al ovario derecho. El discí­pulo deberí­a sentir tibieza y confort en esas zonas.

C. Horneado de los Vientos Malsanos

Use la tíécnica de horneo para “cocinar” u “hornear” los vientos malsanos, que son calientes y expansivos, o frí­os y contractivos.

FIGURA 4.15. Abrir la Puerta a los intestinos y el ovario derecho.

1. Hornear el viento caliente

El mejor lugar para cocinar viento es el intestino delgado. Ubique las dos manos sobre el intestino delgado y emita el Sonido del Corazón junto con su discí­pulo. Esto atraerá la energí­a caliente. De este modo estará llamando al viento caliente al intestino delgado.

Sienta la presión y el calor del viento caliente a medida que entra al intestino delgado. Deje la mano derecha sobre el abdomen sobre las zonas donde los vientos están atrapados (Figura 4.1.3).

Ubique la mano izquierda en la espalda, en el lugar opuesto a la mano derecha

Emitan el Sonido del Corazón juntos para elevar la temperatura de la zona lo suficiente como para moverlo o cocinarlo.

2. Hornear el viento frio



los vientos frí­os se les puede atraer y dirigir ubicando la mano derecha sobre el viento frio y la mano izquierda sobre el intestino delgado.
Hay que atraer el viento frio y generar una bola frí­a en el intestino delgado emitiendo el Sonido de los Riñones junto con el discí­pulo (Figura 4.17).

FIGURA 4.16. Hornear el Intestino Delgado.

FIGURA 4.18. El discí­pulo se concentra en el viento
mientras se quema al salir por el ombligo.

FIGURA 4.19. Quema de un viento malsano.

FIGURA 4.17. Moviendo el Viento Frí­o del pecho al Ombligo y Honeándolos.

Despuíés de que el viento frí­o haya entrado en el intestino delgado, se debe hornearlo manteniendo una mano sobre el abdomen y ubicando la otra mano por debajo del mismo, a la espalda. Hay que hacer el Sonido del Corazón junto con el discí­pulo y hornear el viento. Asegúrese de hornear completamente el viento frio para evitar calambres en el intestino delgado.

Haciendo vibrar o temblar la palma de la mano acelera el proceso. Una presión firme en torno al ombligo con las puntas de los dedos tambiíén ayudara purgar estos vientos.

Si el viento frí­o no se cocina, puede usar las uñas para arañar ligeramente la piel por sobre el área afectada. Esto creara una puerta a travíés de la cual podrán escapar los vientos.

3. Quema de un viento malsano

Para la energí­a del viento malsano en el área abdominal utilice la tíécnica del movimiento de arrastre con las manos en forma de cuchara para recolectar la energí­a malsana en el área del Tan Tien, entre tres y cuatro centí­metros por debajo del ombligo.

Gradualmente sentirá una bola de energí­a frí­a o helada que se forma en ese punto.


Utilice los dedos índice y medio para presionar el área, en tanto su discí­pulo se concentra en este punto (Figuras 4.18 y 4.19).

Concíéntrese en el área y mueva los dedos en espiral. Sienta un calor “soleado” en ese punto mientras gradualmente siente cómo el calor desplaza el viento malsano y helado.



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