Por... Valente Villamil
La planta paraguaya stevia gana terreno en el mercado de las bebidas sin alcohol, ya que tiene la propiedad de endulzar sin calorías.
La stevia, una planta cuyo poder endulzante puede ser hasta 300 veces mayor al del azúcar, poco a poco se abre brecha en la industria de bebidas sin alcohol mundial, pues en 2015 se usó en 5.2 por ciento de todas estas bebidas, 2.4 puntos más que en 2012, de acuerdo con Innova Markets Insights, una agencia de investigación de mercados.
Incluso, la stevia es el edulcorante no calórico que mayor demanda ha tenido, pues su tasa de crecimiento anual compuesto en nuevos lanzamientos de bebidas entre 2012 y 2015 fue 33 por ciento, según la misma agencia, mientras que el aspartamo se redujo seis por ciento en el mismo periodo.
El principal factor detrás del crecimiento del uso de la stevia es su origen natural, ya que el aspartamo, un endulzante químico que tampoco tiene calorías, disminuyó su participación de mercado 2.8 puntos al pasar de 8.2 a 5.4 por ciento en el mismo periodo.
“El consumidor lo identifica (a la stevia) como un edulcorante de origen natural y ahorita tenemos mucho la tendencia de etiqueta limpia y clara, mientras más natural, más algo que yo entienda y que pueda conseguir en la naturaleza, pero que tenga mejor percepción en el consumidor, van a tener más confianzaâ€, dijo Florencia Moreno, analista de Market Insight, durante su participación en la Food Tech Summit.
La popularidad de esta planta de origen paraguayo se debe tambiíén a que puede endulzar sin calorías, contrario lo que pasa con el azúcar de caña.
“El aspartamo no tiene una reputación tan buena, es digamos sintíético, se hace en el laboratorio y la stevia tiene un historia bonita de una planta de Latinoamíéricaâ€, agregó la analista.
Aún así, el azúcar de caña sigue siendo el endulzante más utilizado, ha disminuido en esta industria, aunque pasó de ser utilizado en 52.4 por ciento de las bebidas sin alcohol en 2012, a 49.8 por ciento el año pasado, según la misma fuente.
La disminución del uso de azúcar se da al mismo tiempo en que las investigaciones científicas sobre su consumo aumentan, agregó Moreno, pues mientras en el 2006 se editaron poco más de 400 estudios, el año pasado este número creció a casi mil 300 investigaciones.