CityLab
Un nuevo reporte identificó a las áreas metropolitanas más influyentes del planeta. Seis ciudades de Latinoamíérica están entre las destacadas.
La globalización y la urbanización van de la mano. Hace mucho que he argumentado que el mundo consiste en contrastes. Las 40 megaregiones más grandes producen dos tercios de la producción económica global y un 90% de la innovación global mientras que albergan sólo un 18% de la población mundial.
Pero carecemos de datos sólidos sobre ciudades globales ( mis propias investigaciones usan datos satelitales sobre el mundo cuando es de noche, los cuales tienen sus propias limitaciones). Una nueva investigación del programa de políticas metropolitanas del Brookings Institution es un aporte en este sentido. Titulado Redefining Global Cities (Redefiniendo las Ciudades Globales), el reporte provee datos detallados sobre las 123 ciudades globales más grandes basándose en sus economías metropolitanas.
El informe —editado como parte de la Iniciativa de Ciudades Globales, un proyecto conjunto de Brookings y JP Morgan Chase— desarrolla datos sobre la producción económica, la productividad, la globalización (mediante inversiones extranjeras directas), innovación (basado en patentes y en inversiones de capital de riesgo), talento (población con educación terciaria) y conectividad global (mediante medidas de pasajeros en aerolíneas y en conectividad a la internet).
A travíés de estos datos, el reporte crea una nueva tipología de los siete tipos de ciudades globales. Los primeros tres son los centros principales de poder económico.
.-Gigantes globales: estos son los centros principales financieros y económicos del mundo, sus ciudades globales líderes. Entre íéstas están Nueva York, Los íngeles, Londres, París, Tokio y Osaka-Kobe.
.-Capitales de conocimiento: estas son los centros principales de conocimiento y tecnología del mundo. Unas 19 ciudades conforman esta categoría, entre ellas San Josíé (el Silicon Valley), Boston, Seattle, San Diego, Washington DC, Chicago, Austin, Dallas, Atlanta, Portland y Denver en EEUU, y ímsterdam, Estocolmo y Zúrich en Europa.
.-Anclas asiáticas: estas son los cinco centros de poder económico establecidos y en pleno auge de Asia: Hong Kong, Singapur, Seoul-Incheon, Shanghái, Beijing… y Moscú. Su capacidad de atraer inversiones extranjeras directas los convierte en serias piezas clave a nivel global a pesar de tener niveles inferiores de producción económica que los Gigantes Globales.
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Además de las fuerzas motrices de la economía global, el reporte identifica otros cuatro tipos de ciudades globales en EEUU y alrededor del mundo que ocupan los puestos medianos de la escala de la economía mundial. Algunas están creciendo en sincronización con la globalización mientras que para otras la globalización tiende a presentarles un reto.
.-Pesos medianos estadounidenses: estas son 18 áreas metropolitanas estadounidenses de tamaño mediano, entre ellas lugares que están creciendo mediante conexiones a la economía global. En esta lista están Miami y áreas metropolitanas del Cinturón de í“xido como Cleveland, Detroit y Pittsburgh, los cuales hasta ahora han observado cómo la competencia global ha desafiado a sus industrias principales.
.-Pesos medianos internacionales: este grupo incluye a 26 áreas metropolitanas de tamaño mediano fuera de EEUU, entre ellas Toronto y Vancouver en Canadá; Bruselas, Roma, Milán, Berlín, Viena, Madrid y Barcelona en Europa; Sydney, Melbourne y Perth en Australia; y Tel Aviv en el Medio Oriente. Muchas de estas ciudades aspiran a ser centros tecnológicos y de conocimiento y tambiíén sirven de centros de talento.
.-China fabricante: este grupo incluye a 22 ciudades de segundo y tercero nivel en China que son fuerzas motrices fabricantes. Si bien estas áreas metropolitanas han experimentado crecimiento rápido basado en la fabricación con fuerte íénfasis en la exportación, siguen siendo relativamente pobres.
.-Entradas emergentes: estas son 28 grandes puertas globales para el transporte y el negocio que sirven a los mercados nacionales y regionales principales, entre ellas seis ciudades latinoamericanas: Míéxico DF, Monterrey, Santiago de Chile, Sao Pablo, Río de Janeiro y Brasilia. Además, hay otras localidades como Estambul, Mumbai y Johannesburgo.
Al detallar estos siete tipos generales, el reporte acertadamente señala que “no hay una sola manera de ser una ciudad globalâ€. Cada ciudad global o área metropolitana tiene sus propios recursos que la permiten competir mejor y prosperar en la economía global. La tarea del desarrollo económico es identificar y ejecutar basado en dichos recursos.
La globalización quizás nos haga sentirnos pequeños en un mundo creciente, pero las lecciones de la urbanización nos deben recordar cuán más poderosos podemos ser cuando nos conectamos. Juntas, estas 123 ciudades globales impulsan la competitividad global. Generan un tercio de la producción económica global, son responsables de casi dos tercios de todas las innovaciones (de acuerdo al registro de patentes) y representan más de un 80% de toda la inversión de capital de riesgo en startups de alta tecnología, mientras que sólo de un 13% de la población mundial vive en ellas.
Dicho eso, la globalización y la urbanización global sí presenta retos considerables que están surgiendo hoy día más que nunca antes. En un discurso basado en el reporte, Amy Liu —quien encabeza el programa de políticas metropolitanas de Brookings— notó los retos y las brechas que acompañan tantos altibajos concentrados de actividad económica global:
“Ahora la ironía es que toda esta energía y progreso llega dentro de un nuevo ambiente: escepticismo creciente sobre el comercio global, preocupaciones sobre inmigrantes y refugiados y pesimismo sobre una economía global de crecimiento lento… (…) ¿Cómo pueden profundizar las ciudades sus esfuerzos para estar conectadas a nivel global y ser competitivas mientras que abordan directamente las disparidades y consecuencias negativas que acompañan la mayor integración global?â€.
Esa es la pregunta que ocupa un lugar central en nuestras ciudades globales y en nuestro futuro global conectivo.