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Autor Tema: El míétodo de loci, casi infalible para recordar cualquier cosa  (Leído 500 veces)

Scientia

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El míétodo de loci, casi infalible para recordar cualquier cosa
Una tíécnica mnemotíécnica que te permitirá llevar tu capacidad memorí­stica a un nivel superior.


¿Existen tíécnicas mnemotíécnicas que nos permitan memorizarlo todo? Desde luego, la capacidad para procesar datos del cerebro humano es limitada, pero eso no significa que, siguiendo la metodologí­a adecuada y con un poco de paciencia, no se puedan utilizar trucos para expandir nuestra memoria hasta lí­mites impresionantes.

En este sentido, el míétodo de loci es una de las herramientas más útiles.

Artí­culo recomendado: "13 estrategias prácticas para mejorar la memoria"
Memoria basada en la narración
La educación tradicional que se basa en las clases magistrales (los profesores hablan, los alumnos callan) se ha basado durante años en la idea de que los seres humanos almacenamos los recuerdos como piezas de información que "entran" en nuestro cerebro una a una, por separado. Así­, en las clases de educación obligatoria ha sido muy frecuente ver lecciones en las que el maestro o maestra recita los nombres de una serie de rí­os, nombres de reyes o de partes del cuerpo, en el mejor de los casos añadiíéndole a este bombardeo de datos un elemento de musicalidad para facilitar la memorización.

Sin embargo, actualmente son muchos los investigadores de la memoria y de las ciencias cognitivas en general que sostienen una idea radicalmente opuesta: que nos es mucho más fácil memorizar las cosas cuando las integramos en una narración, algo que ocurre en un espacio y un tiempo determinados. Una manera de entender la memoria que se basa en el modo en el que se tendí­a a recordar las cosas hace miles de años.

La memoria de la tradición oral
Hoy en dí­a la escritura y la facilidad de imprimir textos hacen que prácticamente todo el mundo disponga de una "expansión" artificial de su capacidad de recordar cosas. La escritura es, a la práctica, la posibilidad de crear depósitos de recuerdos a los que podemos acceder con relativa facilidad cada vez que necesitemos consultar ciertos datos. Sin embargo, el hecho de que esta herramienta se fundamente en la existencia de un cierto grado de tecnologí­a (escritura, imprenta y ordenadores) significa que la humanidad no siempre ha podido disfrutar de esta segunda memoria compuesta por hojas de papel y sistemas informáticos.

Sin embargo, muchas civilizaciones llegaron a prosperar y alcanzaron a tener un conocimiento muy detallado sobre el entorno en el que viví­an, e incluso consiguieron crear leyes, normas y sistemas de valores y de creencias muy complejos que actuaban como cohesionador social. ¿Cómo era posible que los miembros de estas culturas memorizasen este tipo de información sin tener un acceso constante a las escrituras? Posiblemente, esto fue posible a la tradición oral y la mitologí­a. Lo que debí­a ser memorizado se explicaba en forma de narración, algo que puede ser visualizado y relacionado con un entorno fácil de recordar ví­vidamente.


 
¿Quíé es el míétodo de loci?
El míétodo de loci es una tíécnica para facilitar la memorización cuya creación es atribuida al poeta griego Simónides de Ceos.

El tíérmino "loci", que en latí­n significa "lugar", da una pista sobre lo que es este míétodo; en íél se relacionan los trozos de información que se quieren memorizar con un entorno tridimensional que podamos recordar y evocar ví­vidamente. De este modo, el míétodo de loci aprovecha la memoria espacial para "expandir" toda nuestra capacidad para recordar cosas en general. Su uso habitual no hace que nuestra memorización espontánea mejore ni que recordemos muchas cosas que ni siquiera nos hemos propuesto evocar más tarde, sino que es una herramienta que podemos usar deliberadamente en momentos puntuales para acumular mucha información y no olvidarla (sin la ayuda de la escritura).

Ubicando recuerdos en una trama narrativa cualquiera
El hecho de que siguiendo el míétodo de loci introduzcamos una noción de espacio a nuestros recuerdos hace posible crear narraciones que nos permitan memorizar fácilmente lo que queremos recordar. Por ejemplo, si queremos memorizar las principales tareas que hemos de hacer a lo largo de la semana podemos crear una narración ví­vida en la que todos estos elementos estíén presentes. Da igual que sea totalmente surrealista y, de hecho, cuanto más divertida sea más gancho tendrá y más fácil nos será de recordar. La clave es evocar muchos detalles del espacio o espacios en los que transcurre la acción, teniendo en cuenta todas las sensaciones que transmite cada momento: tacto, olor, colores, etc.

De este modo, cada trozo de información que debamos recordar nos llevará espontáneamente al siguiente: una turba de gente (representando la reunión a la que debemos asistir el lunes) nos persigue por la plaza de nuestra ciudad, y nos escondemos de ella en un cajero (representando los trámites bancarios que hemos de realizar el miíércoles). En definitiva, puede que el míétodo de loci no nos permita gozar de un cerebro sobrenatural, pero desde luego resulta útil en multitud de contextos. Quizás por eso es utilizado tanto por personas que quieren mejorar su rendimiento de trabajo como por campeones mundiales de la memorización.