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Autor Tema: ¿Que edad tiene tu alma?  (Leído 526 veces)

Scientia

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¿Que edad tiene tu alma?
« en: Noviembre 16, 2016, 06:53:36 pm »
http://consejosdelconejo.com/2016/07/18/las-siete-edades-del-alma/

¿Que edad tiene tu alma?

El objetivo de esta información es hacer un análisis de la edad del alma en la que cada quien estamos para una mayor comprensión de nuestro desarrollo.

Como una chispita de luz el alma abandona el Tao con el objeto de obtener nuevas experiencias. Es así­ como con su nacimiento y separación inicia el camino de regreso a casa. (El mismo Tao). Cada fragmento progresa a travíés de 5 edades del alma en el plano fí­sico. Cada edad involucra más y más altos niveles de percepción. En resumen, un ciclo entero, desde abandonar el Tao hasta el regreso a í‰l, comprende siete edades (cinco sobre la tierra) y dos en planos superiores, siete niveles en cada edad.


Entonces, un ciclo entero, desde abandonar el Tao hasta el regreso a í‰l, comprende siete edades (cinco sobre la tierra) y dos en planos superiores, siete niveles en cada edad.

REVISIí“N DE LAS SIETE EDADES DEL ALMA

Alma reciíén nacida. (Espí­ritus tribarios)

El fragmento reciíén nacido del Tao es grosero, sin experiencia y lucha por sobrevivir en el plano fí­sico. Sus necesidades son por vivir experiencias crudas e intensas. (hambruna, plagas, batallas, ser oprimidos, inundaciones, etc.). Su experiencia de la sexualidad es animalesca, debe enseñársele lo que es correcto y lo que no lo es. (carece de esa conciencia). Generalmente son supersticiosos, tienden a agruparse alrededor del ecuador ya que la sobrevivencia es más fácil ahí­. Este nivel de almas no se vuelve famoso ni reconocido, pues carece de la experiencia y la sofisticación necesaria. El nivel evolutivo del planeta ya no aceptará almas reciíén nacidas, ni habrá experiencias para ellas.

Alma bebíé.

Un ejemplo tí­pico de sociedad bebíé funciona como relojito: El domingo vamos a misa, los hombres al futbol, las mujeres a tejer y bordar, el hombre trabaja largas horas y la mujer cuida a los niños, etc. Halla peligroso el ambiente y busca protección de las almas más avanzadas. Busca autoridades que le indiquen quíé hacer y cómo proceder, que le
pongan reglas claras. Como los niños pequeños, requieren de estructura. La tradición los rituales y la ley les proveen de un sentido subyacente de seguridad.

Las almas bebíé tienden a ser muy firmes en sus creencias y si los confrontan, se confunden y reaccionan hostilmente. Pueden pelear y matar por sus creencias (las cruzadas, la inquisición, las misiones). Son ciudadanos responsables y lí­deres de la comunidad. Protegen la civilización, se resisten al cambio. Desean ser buenos. Como le otorgan a la autoridad la última palabra, carecen de pensamiento original (juicio propio) creen en la dicotomí­a (el bien contra el mal).

Piensan: hazlo bien o mejor no lo hagas, sigue las reglas inflexiblemente. Para ellos sólo hay una manera correcta de ser y hacer. Su sexualidad les incomoda, sienten culpa y vergí¼enza. Tienen poca visión de sus propias vidas, no perciben que sus pensamientos, sentimientos y actitudes les causan problemas psicológicos. Si experimentan dificultades emocionales tienden a somatizar. Prefieren operarse y que les quiten el problema en vez de verlo de manera alternativa. Tienden a ser obsesivos con los gíérmenes y la limpieza. Ven el medio ambiente como “fuera de mí­â€ y potencialmente peligroso.

A veces demuestran mentalidad brutalí­stica y pueden golpear, abusar fí­sicamente y violentarse. Este mal comportamiento es una manera cruda de aprender cómo sobrevivir en este mundo y es su vehí­culo para crear karma.

Alma joven.

Habiendo dominado los asuntos de supervivencia del alma bebíé, el alma joven está lista para descubrir quíé tan poderosa puede ser. La independencia es un asunto importante, y su habilidad para tomar lo que quieren el la vida. Motivados por el poder, las almas jóvenes luchan por posiciones de prominencia y riqueza: Polí­ticos, estrellas de cine, lí­deres religiosos, etc. En realidad ellos buscan lo que creen que les dará íéxito. (Aunque en realidad no les guste eso).

Su percepción es: Estás tú y estoy yo, y yo te voy a ganar. Tienden a buscar la fama, la riqueza y el poder a cualquier costo. El alma joven es su cuerpo. Están fuertemente identificados con su fí­sico y no están muy seguros de que su conciencia vaya a sobrevivir. Bloquean el tema la muerte, que les horroriza. El hecho de creer que no regresarán les da el empuje y la motivación para volverse ricos y famosos. (La vida sólo se vive una vez).

El alma joven frecuentemente no se cuestiona sus motivos, buscan ayuda profesional sólo para superar una crisis pero luego no continúan. Les interesan las apariencias (el orden y la limpieza que a veces es sólo superficial). La mayorí­a de la población actual terrestre se encuentra en los últimos niveles del alma joven.

Alma madura.

Los niveles previos son conscientes hacia el exterior y crean karma. Aquí­ la esencia ha logrado la supervivencia en el mundo fí­sico y ha conseguido reconocimiento, fama y poder. Pero la persona se siente vací­a e insatisfecha, algo le falta…¿quiíén soy? ¿por quíé estoy aquí­?. En resumen, el alma madura comienza a buscar la verdad. Estas preguntas no las formula la personalidad, provienen de la Esencia. El centro del Ser está cambiando del poder (chakra 3) hacia las relaciones (chakra 4).

La etapa del alma madura es la introducción a la apertura espiritual, y esto nunca es fácil. Es la etapa del máximo estríés para la personalidad.

í‰sta a veces se quiebra bajo la excesiva presión provocando esquizofrenia, psicosis y un alto nivel de suicidios. El alma madura se sumerge en asuntos de relaciones. Las barreras que la separan de la gente se empiezan a disolver y esto puede resultar muy confuso. Siente intensamente cómo los demás se están sintiendo, y aveces no ubica la diferencia entre los demás y ella misma.

“Hazlo donde sea, menos aquí­â€ “Mi vida es real, intensa y dramática”. No espera que otros estíén de acuerdo con ella y desea que la dejen en paz. Así­ como el alma bebíé desea una casa como las demás y el alma joven desea una mansión en la colina, el alma madura desea una casa que se pueda construir ella misma, a su gusto, en su lugar elegido, procurando paz y serenidad. Aquí­ la habilidad artí­stica se desarrolla al máximo. Frecuentemente eligen un compañero o relación que durará toda la vida.

Alma vieja.

Habiendo dominado las lecciones del alma madura en la complejidad de las relaciones personales, el alma vieja se embarca en la maestrí­a de la siguiente dimensión: el contexto de la existencia, o sea la espiritualidad. Este es un ciclo de enseñanza, el Ser se pregunta: “¿Cuál es mi propósito en el gran esquema da las cosas?”.

El alma vieja se percibe a sí­ misma y a los demás como parte de un todo mucho más grande. Cuando mira a otra persona, ve en ella un aspecto de sí­ misma. Un alma vieja tí­pica es idividualista, fácil de llevarse con ella y rara vez hace algo que no desea hacer. Lo que le importa es lograr satisfacción interior.

Prefiere trabajar para sí­ misma, con los horarios que le gusten, y generalmente le infunde a su trabajo un concepto espiritual. Las prácticas del alma vieja les pueden parecer extrañas a las almas más jóvenes, pero el alma vieja generalmente es discreta al respecto. Rondan por asuntos como la jardinerí­a, la elaboración de vino, la enseñanza. el asesoramiento. (consejeros y terapeutas). Tienden hacia la filosofí­a y el arte y encuentran gozo rodeados de la naturaleza.

Cada una de las siete edades del alma tiene siete niveles dentro de sí­. Un nivel toma aproximadamente tres vidas para completarse (aprox. 200 años) pero esto depende del fragmento en sí­. (Los hay más rápidos, los hay más lentos).

Un alma vieja nivel siete siente la necesidad de enseñar todo lo que ha aprendido a travíés de todas sus vidas a todas las almas más jóvenes.
Recordemos que el ciclo entero puede llevarse 357 vidas (mí­nimo) hasta 400 en el máximo de los extremos. Una y otra vez hemos completado el ciclo desde distintas perspectivas y formas de vida, y regresado al Tao de nuevo, una y otra vez.