Bloomberg
En su camino a la Casa Blanca, el presidente electo de EEUU prometió revertir los avances de las relaciones con Cuba, aunque inversionistas y sectores productivos ven una gran oportunidad para crecer en la isla.
La muerte de Fidel Castro ofrece un vistazo temprano de cómo el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, necesitará hallar un balance entre sus planes a favor del crecimiento económico y su lealtad a sus propuestas de campaña, que lo impulsaron a ganar la elección.
Trump prometió revertir las mejoras en las relaciones de su país con Cuba que logró Barack Obama, en los pasados dos años, a menos que la isla cumpliera sus demandas de más libertades religiosas y políticas.
Reince Priebus, el próximo jefe del equipo de Trump, reiteró ese mensaje el domingo en una entrevista en Fox News, donde afirmó que EU necesita "un mejor acuerdo" desde La Habana. Pero revertir los avances de Obama podrían poner a Trump, el millonario hombre de negocios, en desacuerdo con las compañías que esperan afianzarse allí.
Como candidato, Trump se presentó a la vez como alguien que podría crear trabajos llevando a las compañías de EU a una nueva era dorada, y como un defensor para una amplia variedad de grupos que se sintieron limitados por las políticas locales y foráneas de administración de Obama.
Trump ahora tiene que hallar el equilibrio entre los ejecutivos de negocios que ven una oportunidad a 145 kilómetros de EU y los exiliados cubanos antiCastro, quienes han votado por los republicanos por años. Muchos cubanoestadounidenses continuaron en apoyo a Trump, y lo impulsaron a ganar Florida, un estado clave en la contienda presidencial.
Concesiones unilaterales
El senador de Florida Marco Rubio, un cubano-estadounidense, dijo a un programa de NBC, que la muerte de Fidel Castro no cambia nada para un país que aún sigue en manos de su hermano menor. Raúl Castro "no es un reformador que piense por los mejores intereses de Cuba a largo plazo", dijo. Apenas el senador hizo un llamado para "reducir las concesiones unilaterales que Obama hizo al ríégimen de Castro".
Para Trump, "una prueba es cual voz escuchará", indicó Geoff Thale, director de programa en la Washington Office en Amíérica Latina, un grupo de defensa de derechos humanos. "í‰l tiene una reputación de hombre de negocios", reiteró.
En octubre, Obama levantó las restricciones a la importación de cigarros cubanos a EU para uso personal, parte de la sexta ronda de reducción de sanciones desde diciembre de 2014. Los cruceros de EU ya pueden atracar en Cuba y sus aerolíneas pueden volar a la isla.
Tambiíén en octubre, la Cámara de Comercio estadounidense calificó la reducción de sanciones "una paso adelante bienvenido en busca de mayores oportunidades para el sector privado de EU para colaborar con Cuba". Muchos estadounidenses están ansiosos de visitar Cuba y gastar ahí su dinero.
El entusiasmo de las aerolíneas
En julio, autoridades estadounidenses hicieron asignaciones preliminares de 20 viajes diarios a La Habana como parte de la normalización de los enlaces aíéreos con Cuba por primera vez en medio siglo. Aunque las aerolíneas habían solicitado licencias por unos 60 vuelos diarios, según el Departamento de Transporte de EU.
El Farm Bureau, un grupo de lobbying agrícola, dijo en septiembre que las restricciones en ventas a Cuba "ponen a los campesinos y ganaderos en una seria desventaja en este mercado cercano".
"Trump fue llevado a Washington apoyado por los campesinos blancos de EU y las comunidades que eran urbanas, donde domina la agricultura", señaló James Williams, presidente de Engage Cuba, un grupo de lobbying con sede en Washington que presiona para acabar con el embargo. "Parece contraproducente que la primera cosa que haga sea abofetear a los campesinos y cerrarles un mercado potencial".
La población de Cuba ronda los 11.4 millones, la misma que Ohio. Entre sus mayores importaciones están la avena, el maíz y la comida de soya para ganado, así como la azúcar morena y los energíéticos.
Oportunidades de negocios
El potencial de Cuba no se ha perdido en Trump, el empresario. Bloomberg Businessweek reortó en julio que ejecutivos de su compañía viajaron a la isla para explorar oportunidades para desarrollar campos de golf. Cuestionados por CNN en marzo si le interesaba abrir un hotel ahí, Trump dijo sí. "Podría, sí, podría, en el momento adecuado, cuando estemos autorizados para hacerlo. Ahora no lo estamos".
Trump asumió un tono muy distinto el sábado cuando irrumpió tras el reciente deceso de Fidel Castro. "El legado de Fidel Castro es uno de los pelotones de fusilamiento, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y negación de los derechos humanos", lanzó en una declaración.
Incluso, Trump no reiteró una promesa hecha durante su campaña de revertir el proceso de normalización con Cuba, diciendo que su administración "hará todo lo que pueda para asegurar que los cubanos puedan finalmente empezar su tránsito hacia la prosperidad y la libertad", lo que dejó un grado de incertidumbre sobre los movimientos probables del próximo comandante en jefe.
"í‰l va a estar muy atento no de hacer lo que dicen los expertos en política exterior, pero sí de cómo esto hace menos a sus votantes en Florida", dijo en una entrevista Ted Piccione, un socio senior de la Brookings Institution en Washington. Los grupos de negocios "necesitan ser escuchados inmediatamente".
En un post de un blog el sábado, el la era despuíés de Castro, Piccione dijo que "un mejor acercamiento para la próxima administración de Trump sería mantener las políticas de Obama de compromiso y trabajo con los líderes despuíés de Castro para proteger los intereses nacionales de EU en una Cuba más independiente, estable y abierta".